«Si la Iglesia buscaba un escudo frente a Trump, el que ofrece hoy un papa estadounidense es una oportunidad única».
Por ahora, nadie habla de ello. Pero la explicación de la elección del nombre del primer papa originario de Estados Unidos podría encontrarse en una carta encíclica, Testem Benevolentiae, redactada por León XIII en 1889 para denunciar un peligro que amenazaba a la Iglesia a finales del siglo XIX: el «americanismo».
Según Pasquale Annicchino, frente a la opción carolingia defendida por Donald Trump y J. D. Vance, el nuevo pontífice podría haber hecho referencia a este contexto al elegir el nombre de León XIV —de forma discreta pero programática—.