Para probar la viabilidad de su proyecto de euro digital, el Banco Central Europeo ha elegido a Amazon. Al mismo tiempo, en Estados Unidos, el cambio hacia la moneda digital está siendo llevado directamente al más alto nivel político, por la Casa Blanca de Biden.
Se plantea una difícil cuestión de independencia. Para resolverla, hay que dejar de reducir la moneda única europea a una cuestión puramente técnica.