Para gobernar, el nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, tendrá una prioridad: encontrar un presupuesto.
Pero con un calendario muy apretado, ante un procedimiento de déficit excesivo y con el empeoramiento de las previsiones del Tesoro, elaborar una trayectoria viable de ingresos y gastos significa saber articular las limitaciones que vienen de fuera con difíciles compromisos internos.
Una perspectiva de Shahin Vallée.