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Cardenal Robert Francis Prevost

Prefecto del Dicasterio para los Obispos

Tras una primera carrera muy honorable dentro de la orden de los Agustinos, ha experimentado un ascenso fulgurante gracias al favor del papa Francisco, y sus funciones al frente del Dicasterio para los Obispos lo sitúan ya como uno de los grandes electores del cónclave. Es el nuevo papa: León XIV. Suscríbase al Grand Continent

Cardinal elector
In illo uno unum Uno solo en un solo Cristo
  1. Fecha de nacimiento (edad) 14 de septiembre de 1955
  2. Lugar de nacimiento Chicago
  3. Nacionalidad Estadounidense
  4. Formación Universidad de Villanova (matemáticas); Roma, Universidad Pontificia de la Santa Cruz; Chicago, Catholic Theological Union (licenciatura en teología)
  5. Cargos en la Iglesia Prefecto del Dicasterio para los Obispos
  6. Estado u orden Religioso agustino
  7. Rango Cardenal obispo de Albano desde 2025; anteriormente cardenal diácono de la diaconía del título de Santa Mónica
  8. Cardenal elector desde el 30 de enero de 2023 (creado por Francisco)
  9. Cardenal elector hasta el 14 de septiembre de 2035

 

Trayectoria

Nacido de padre francés y madre italiana, estudió en el seminario menor de los religiosos de San Agustín, orden a la que seguirá vinculado, y en la que ingresó el 1 de septiembre de 1977, pronunció sus votos al año siguiente e hizo su profesión solemne en 1981. Al mismo tiempo, obtuvo una licenciatura en matemáticas en la prestigiosa Universidad de Villanova (1977) y otra en teología en Chicago; ordenado sacerdote en Roma el 19 de junio de 1982, fue allí donde preparó una licenciatura y luego un doctorado en derecho canónico (con una tesis sobre el papel del prior de los agustinos), en el Angelicum de los dominicos (1984). Luego se convirtió en misionero agustino en Perú, una experiencia que lo marcó profundamente, como canciller de una prelatura territorial remota, Chulucanas. De regreso a los Estados Unidos, en 1987-1988 fue promotor de vocaciones y responsable de misiones en la provincia agustina de Chicago. Pero regresó a Perú durante los siguientes 10 años, donde fue profesor de derecho canónico y director del seminario diocesano de Trujillo, al tiempo que ejercía otras funciones en la parroquia y como oficial diocesano (juez canónico en nombre del obispo). En 1998, fue elegido superior provincial de los Agustinos del Medio Oeste (provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo), y regresó a Chicago para ejercer su cargo. En 2001, el capítulo general de los agustinos lo eligió prior general, superior de su orden a nivel mundial, en una elección de 20 minutos, la más rápida de su historia… Permaneció en este cargo durante dos mandatos hasta 2013, y luego se convirtió brevemente en director de estudios del priorato de San Agustín de Chicago.

En noviembre de 2014, fue nombrado por Francisco administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, en Perú, durante la vacante, y recibió la consagración episcopal; finalmente fue elegido nuevo obispo en 2015. Convertido en uno de los vicepresidentes de la Conferencia Episcopal de Perú (2018-2015) y administrador de la vecina diócesis de Callao, recibe cargos en la Curia Romana como miembro de los Dicasterios para el Clero (2019) y para los Obispos (2020). En enero de 2023, para sorpresa de todos, Francisco, a quien causó una muy buena impresión en una audiencia privada, lo elevó al rango de arzobispo a título personal y, sobre todo, lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, sucediendo al poderoso y controvertido cardenal canadiense Marc Ouellet. Este nombramiento es aún más inesperado porque Robert Prevost, aunque fue superior general de su orden, nunca ocupó un cargo diocesano de gran importancia. En julio de 2023 fue creado cardenal diácono, y en febrero de 2025 fue elevado al rango de cardenal obispo de la diócesis suburbicaria de Albano. El hecho de que sea miembro de siete dicasterios de la Curia, así como de la Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano, demuestra la confianza que Francisco deposita en él.

Perfil

Robert Prevost, tras una primera y muy honorable carrera en la Orden de los Agustinos, ha experimentado un nuevo ascenso fulgurante gracias al favor del papa Francisco. No es difícil adivinar que el papa aprecia en él su experiencia como pastor de campo en las periferias de la Iglesia, con poblaciones pobres y aisladas, así como la red de relaciones tejida en los Estados Unidos en el movimiento de su orden. Su sentido de la escucha, su dominio de los expedientes y su capacidad de síntesis son muy elogiados por sus interlocutores. Solo su relativa falta de notoriedad impide que se le considere aún como papabile; en cambio, por sus funciones al frente del Dicasterio encargado de seleccionar a los obispos, que lo convierten en el verdadero director de recursos humanos de la Iglesia universal (también está, ex officio, al frente de la muy estratégica Comisión Pontificia para América Latina), ya figura como uno de los grandes electores del cónclave.

Su posición en el colegio de cardenales electores

Progresista
Conservador
Periférico
Central