Se acabó la Belle Époque: Europa ya no improvisa. En 2022, un brusco despertar ha sacudido los dogmas del comercio blando -a riesgo de establecer nuevas creencias-. Pero sólo porque la interdependencia conlleve riesgos, el desacoplamiento no crea un entorno menos arriesgado. Al promover una reducción general del comercio, los malentendidos, los temores nacionalistas y los pánicos de seguridad podrían acelerarse.
Una perspectiva de Nicholas Mulder.