El nacimiento del fascismo religioso de mercado en Argentina

En los últimos años, ha surgido una nueva expresión de derecha radical en América Latina y el mundo¹. El trumpismo ha sido la mejor expresión en Estados Unidos y la más influyente desde 2016. Esto, en algún aspecto, se ha transformado en una tendencia internacional que tiene diferentes expresiones en cada país. Cuenta con redes sociales organizadas por el partido de derecha radical español Vox y por el Partido Republicano de EEUU. Esta doctrina de extrema derecha internacional unifica, en diferentes proporciones, la religión cristiana, el nacionalismo y el libertarismo. Utiliza la máscara de la defensa de la tradición «liberal» para atacar a la izquierda y promover el autoritarismo.

En Argentina, el economista libertario Javier Milei se dio a conocer en los medios de comunicación y fundó un nuevo partido de extrema derecha llamado La Libertad Avanza, que ha ido creciendo en las urnas. Es algo nuevo si tomamos en cuenta las poderosas estructuras electorales que el peronismo tuvo a lo largo de la historia desde su surgimiento como movimiento populista en 1945. De hecho, algunos políticos peronistas de derecha se han aliado al partido La Libertad Avanza. Este trabajo quiere analizar y explicar el fenómeno del ascenso de La Libertad Avanza en un país devastado por la crisis económica. 

Originalmente, Milei procedía de la consultoría privada, con alguna participación académica menor. Aunque Milei comenzó su andadura pública como defensor del libre mercado, su mensaje se limitaba únicamente a cuestiones económicas. En sus primeras apariciones, distaba mucho de ser el personaje que es hoy. En algún momento de 2019, sus posiciones comenzaron a moverse hacia la derecha radical apoyando a Bolsonaro, a Trump, a Kast y atacando, en su lenguaje, ideas y grupos de izquierda. Al lanzarse a la política de la mano de José Luis Espert (otro economista de libre mercado) con tendencias conservadoras, culminó con la creación de un partido de derecha radical llamado La Libertad Avanza, que no ha parado de crecer en las encuestas.

Milei parece haberse inspirado en el legado de Murray Rothbard, un libertario utópico que elaboró una idea o estrategia de «populismo de derecha»² que combina religión, nacionalismo, liberalismo económico y una visión conservadora de la sociedad: atacando a los grupos LGBT y a las minorías sexuales. 

En el pasado, Milei trabajó para la Corporación América, para uno de los magnates más ricos de Argentina, Eduardo Eurnekian. Allí, en ese medio, fue donde el economista Milei comenzó a ser más conocido por la población.

La pandemia, la crisis argentina y la naturalización de la extrema derecha

Argentina fue duramente golpeada por la pandemia que comenzó en 2020. Había, en el Poder Ejecutivo, un gobierno de centro-izquierda y peronista, muy enfrentado en su interior por una lucha de poder entre la vicepresidenta Cristina Kirchner y el presidente Alberto Fernández. Al inicio de la irrupción del COVID-19, el presidente Alberto Fernández tenía un 70 % de aprobación, pero, luego, esta proporción se invirtió y obtuvo un 70 % de rechazo. Esto representó un repunte de la desaprobación contra el gobierno, que, al momento de las elecciones de 2021, fue capitalizado por Milei y por la derecha mayoritaria representada por Juntos por el Cambio. 

En agosto de 2021, se publicó una encuesta en la región llamada Ipsos-Sistema Roto. Allí, Argentina aparecía asociada a las tendencias latinoamericanas. 71% coincidían en que “los políticos de mi país no se preocupan de personas como yo” y “Los políticos siempre terminan encontrando maneras de proteger sus privilegios” concitaba 87% de aprobación.

La extrema derecha comenzó a crecer en las manifestaciones públicas y en las redes sociales contra las restricciones sanitarias. Por ejemplo, algunos influencers de extrema derecha, como «El Presto», «Alvaro Zicarelli», «Dannan», «Tipito Enojado» y otros, comenzaron a hacer videos en Instagram y Youtube contra las medidas sanitarias que explotaron durante la pandemia. Así, promovían una versión irresponsable e individualista radical de la libertad como enfrentada a la de comunidad y solidaridad³.

La foto del presidente en la Quinta de Olivos, en la que celebra una fiesta de cumpleaños de la primera dama en un periodo en el que le exigía a la gente que se quedara en sus casas por medidas sanitarias y en el que penalizaba y condenaba a quienes rompían las restricciones, fue muy criticada y generó un importante rechazo en la población. De hecho, esta situación, combinada con el escándalo de la vacunación VIP y la crisis económica, empezó a crear un «revival» de la crisis de 2001, cuando el lema de las manifestaciones era «Que se vayan todos».

En este contexto, Milei, un economista que comenzó a hacerse conocido en los medios de comunicación, empezó a hablar en contra de lo que él llamaba «la casta» y algunos de sus seguidores y colaboradores llamaron a rechazar las medidas sanitarias de una manera que parecía ser anti-statu quo y a promover una especie de rebelión. Como resultado, «la sociedad argentina emergió de la pandemia con una ideología familiarista, antiestatalista y antipolítica»⁴. En este aspecto, Milei solía converger con el ala radicalizada del partido PRO. De hecho, Milei y Bullrich se mostraron juntos en una manifestación contra las medidas sanitarias durante la pandemia. Este aspecto muestra cómo, en el análisis de la extrema derecha, es muy importante considerar las interacciones entre la derecha radical y el mainstream. Ambos constituyen, entre la cooperación y la competencia, un «ecosistema de derecha» que es importante analizar y comprender. En 2021, las elecciones mostraron un crecimiento de La Libertad Avanza, donde obtuvo el 17 % de los votos en Buenos Aires. Ésa fue la primera elección y le permitió ingresar a la Cámara de Diputados con su aliada, la derechista, conservadora y afín a los militares Victoria Villarruel. 

Durante ese periodo, Milei dijo: «La pandemia es el sueño comunista […] y el plan es el Foro de Sao Paulo»⁵. Lo dijo en un documental sobre su libro Pandenomics, llevado a Youtube por el cineasta Santiago Oría, que luego se convirtió en su publicista de campaña. Adoptó teorías conspirativas de la extrema derecha mundial. 

Tal como sucedió con Bolsonaro en Brasil, la Sociedad Rural, en Argentina, ha realizado un acercamiento a la plataforma de Milei. El presidente de esta entidad dijo: «Estuve 2 o 3 veces charlando con Milei. Es un candidato que ha manifestado que entiende que las retenciones son un impuesto pésimo y que hay que eliminarlas inmediatamente»⁶. Ahora, resulta que Milei también busca al sector agropecuario: «Estamos pensando en incorporar gente para integrar las listas. Sería un orgullo para nosotros que gente vinculada con los sectores de producción de Río Cuarto se sume a las listas de nuestro partido»⁷. Como ejemplo, el candidato a gobernador de Milei en Entre Ríos es Sebastián Etchevehere, expresidente de la Sociedad Rural de Entre Ríos. Su hermano fue presidente de la Sociedad Rural en Argentina⁸.

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Además, Milei comenzó a obtener apoyo en los medios de comunicación. Periodistas de TV como Viviana Canosa, Esteban Trebucq, Antonio Laje y otros que percibieron los beneficios de estar cerca de él comenzaron a apoyarlo, posiblemente, con la expectativa de obtener distintos favores. Esta situación contribuyó a un proceso de naturalización de la extrema derecha en el país. 

Además, la pandemia agravó la crisis económica y condujo a una situación en la que 6 de cada 10 niños son pobres. La inflación se ha vuelto muy difícil para la vida cotidiana: representa el 110 % o más este año. Asimismo, las exigencias de implementación de políticas económicas ortodoxas por parte del FMI, deuda heredada del gobierno del centroderechista Mauricio Macri, representan una dura situación para Argentina. Este escenario, con un mayor deterioro, presenta similitudes con otros del pasado que condujeron a la hiperinflación en 1989, durante el gobierno de Alfonsín, como queda claro con el diario de uno de los asesores económicos del gobierno en ese periodo⁹.    

Las dos principales coaliciones han gobernado en los últimos años, Juntos por el Cambio y Frente de Todos¹⁰. Milei suele atacar a ambas, en una operación típica de la extrema derecha, refiriéndose a ellas como «Juntos por el Cargo» y «Frente de Chorros». Ataca toda la clase política como hacía Donald Trump en EEUU: «Los radicales son campeones del robo, igual que la Coalición Cívica y las tibias palomas del PRO. No hablo de los otros [kirchnerismo] porque es obvio; nombrarlos es hablar de ladrones»¹¹. Milei no sólo ataca al peronismo, sino, también, al radicalismo cuando dice que el problema de Argentina comenzó en 1916, año en el que se inició el voto masivo y secreto, y afirma que el peor presidente fue Raúl Alfonsín, quien llevó importantes luchas para restaurar y preservar la democracia y los derechos humanos. Éste ex presidente, quien había señalado que “con la democracia se cura, se come y se educa”, exhibe con esa definición las carencias de esta democracia fallida en esas aspiraciones igualitarias; escenario que ha sido caldo de cultivo de estas tendencias autoritarias que la jaquean desde adentro. 

Durante la campaña de 2023, hábilmente, Milei comenzó a definir todos los aspectos de su gobierno antes que los demás candidatos: conformó un comité de asesores; economistas neoliberales del menemismo como Carlos Rodríguez, Roque Fernández y Darío Epstein, que habían estado involucrados en el proceso de privatización de empresas públicas de los años 90. “Por eso nos nutrimos en nuestras filas de muchas personas que han tenido un rol clave en esa década. Porque consideramos que esas son las reformas que hay que hacer, sabemos cómo hacerlo y tenemos la convicción y el sustento teórico para eso” ha señalado Milei.

La pandemia produjo el deseo de «libertad» utilizado por el economista para capitalizar, en términos políticos, con una sociedad cansada, resentida y sin confianza en la intervención del Estado¹².

La Libertad Avanza: mesianismo, antifeminismo y apoyo de economistas neoliberales

Otro aspecto a considerar de Milei es el «mesianismo» como percepción narcisista y religiosa de sí mismo como candidato salvador en medio de una profunda crisis. «He sido testigo de 3 resurrecciones de 3 maneras diferentes»: esto fue lo que le dijo a un amigo. Aparentemente, también, habla con su perro muerto a través de su hermana y asesora política, Karina Milei. Además, ha sido guiado espiritualmente por un rabino de la comunidad judía, Axel Wahnish¹³. En este contexto, han aparecido algunas visiones de él como un ser en conexión con Dios y con aspectos de la religión judía. Se relaciona con la figura de Moisés para hablar de su camino: 

Moisés pudo haber ocultado que quería liberar al pueblo judío; sigue teniendo esa vida maravillosa y asume como faraón; ahí, sí libera al pueblo judío. Como faraón, ¿quien le iba a negar liberar al pueblo judío? Sin embargo, él no eligió eso: se fue con el pueblo, se convirtió en un esclavo más; lo capturaron y lo pusieron ante faraón. Repitió que era judío y exigió que liberaran al pueblo judío.¹⁴

En el discurso de Milei, se combinan el faraón, el pueblo judío guiado por Moisés a través del Mar Rojo y la retórica sobre el valor de la libertad. En esta situación, en la que tiene una percepción mesiánica de sí mismo, se habían acercado a él algunas personas vinculadas con grupos religiosos de extrema derecha, como la Fraternidad San Pío X y el Opus Dei. Parece ser el caso de Fernando Romero Moreno, un intelectual tradicionalista «carlista» cercano a Gómez Centurión del partido NOS, que ha influido en Milei y que sostiene que debe existir una alianza entre tradicionalistas conservadores y liberales clásicos¹⁵. Romero Moreno llama a «trabajar con el horizonte de restaurar el cristianismo»¹⁶.

Stefanoni afirma que Milei «compra ideas conspirativas en el mercado global de la extrema derecha»¹⁷. Sin embargo, Milei también adopta ideas que están presentes en sectores vinculados con Victoria Villarruel, su candidata a vicepresidenta, que está ligada al partido de derecha conservadora NOS del militar Juan José Gómez Centurión. Hay dos intelectuales de extrema derecha que tienen cierta influencia, también, en La Libertad Avanza, Agustín Laje y Nicolás Márquez¹⁸. 

También, se produjeron algunos cambios en el partido desde su surgimiento. Milei desplazó a gente que lo apoyó desde el principio en el Partido Libertario para establecer acuerdos con el peronismo en las provincias de familias políticas tradicionales como Bussi, Menem, Manzur. Elige desplazar al Partido Libertario para instalarse con Carlos Kikuchi y tener acuerdos en las provincias con menemistas, genocidas, peronistas y políticos tradicionales. También, hay algunos vínculos de La Libertad Avanza con políticos tradicionales de extrema derecha como José Bonacci¹⁹.

Villarruel ha obtenido el apoyo de sectores del ejército por sus acciones para visibilizar los crímenes de la guerrilla de izquierda en los años 70²⁰. Villarruel construyó un centro llamado CELTYV para reclamar por las víctimas de la guerrilla de izquierda. Ha estado vinculada con el Círculo Militar y es hija de un militar. Solían organizar el «Club de los Viernes», una mesa de debate coordinada por la simpatizante argentina de Vox Karina Mariani²¹, donde Villarruel expuso junto a Ortega Smith, secretario del partido de la derecha radical española. También, es presidenta del Partido Demócrata de la provincia de Buenos Aires. Guillermo Montenegro, uno de los asesores más importantes de Victoria Villarruel, está con el Opus Dei.

Aliados con fundaciones conservadoras y escuelas cristianas, Laje y Márquez encontraron lugar para exponer y hacer circular sus ideas. En conexión con Alejandro Chafuen, que pasó del Atlas al Acton Institute, cambiaron sus ideas hacia la sexualidad y se inscribieron en esa reacción global de extrema derecha contra los grupos LGBT²². Agustín Laje ha sido acogido por fundaciones conservadoras vinculadas con iglesias evangélicas en sus diferentes participaciones en América Latina y Estados Unidos. Entonces, hay una diferencia entre cómo se presenta este economista neoliberal, Milei, hablando contra la clase política a la que denomina «casta» y proponiendo la dolarización y el hecho de que hay un proyecto religioso conservador a su lado.

Utilizan la cobertura del liberalismo para promover un proyecto autoritario aliado con la «extrema derecha internacional» que se había movilizado desde la victoria de Donald Trump en 2016. Por ejemplo, si consideramos el discurso que Santiago Abascal, de Vox, pronunció en Budapest con Orbán, este año 2023, dijo que «Orbán logró sacar a Hungría del comunismo y llevarla por el camino de la libertad». Así, utilizan la palabra libertad y su inscripción en la tradición liberal para promover un proyecto autoritario²³. 

En tiempos de crisis, Milei adopta una posición que divide a la sociedad en dos campos antagónicos, una estrategia populista²⁴. Establece una frontera²⁵ entre «los argentinos de bien» contra «los ladrones» y «los izquierdistas». Es la misma estrategia que Bolsonaro utilizó en Brasil, donde opuso «ciudadanos de bien» contra «izquierdistas y comunistas». 

En Argentina, desde 2018, se inició un proceso fusionista de convergencia entre economistas neoliberales mediáticos como Espert y Milei, que pretendían producir una revitalización del liberalismo económico, y Laje, Márquez, Gómez Centurión y Olmedo, que defendían el conservadurismo moral y la reivindicación de un régimen autoritario de derecha. La pandemia fortaleció este fusionismo contra «el sistema» y el «gobierno del orden mundial»²⁶, lo que produjo una convergencia de las tradiciones nacional-reaccionaria y liberal conservadora, históricamente distanciadas.

Asumieron, como dice su publicista, Santiago Oría, que debían estar juntos para tener mejores posibilidades electorales. El intelectual chileno de derecha radical, afín a Milei, Axel Kaiser también ha destacado este aspecto al hablar de «la necesidad de que liberales y conservadores que creen en la libertad unan sus fuerzas contra el adversario común y abandonen luchas internas que no aportan nada a la causa por la que abogamos»²⁷.

Algunos «libertarios», como el economista y exaliado de Milei Diego Giacomini, uno de los antiguos dirigentes del Partido Libertario, expresan una visión que rechaza la democracia liberal porque representa una «vía al socialismo» que destruye la «propiedad privada». Giacomini dijo lo siguiente: «Estoy en contra del Estado Nación + Constitucionalismo + Democracia REPRESENTATIVA + Voto SECRETO que llevó al socialismo; es un negocio de unos pocos a costa de todos los demás, un negocio basado en mentiras que avanza sobre nuestra libertad y propiedad privada»²⁸. 

En esta visión, parecen proponer un «neofascismo tecnológico» donde el proceso deliberativo y pluralista que constituye el corazón de la democracia según autores como Hannah Arendt, Claude Lefort o Chantal Mouffe, debe ser reemplazado por una especie de algoritmo autoritario que asigne los asuntos públicos con un criterio de utilidad y de administración de recursos. Algo parecido piensa Milei cuando dijo, en La Rioja, que los problemas comenzaron en Argentina desde 1916, año en el que se ejerció, por primera vez, el voto secreto. 

Otro aspecto por considerar de este fenómeno es la reacción conservadora de los hombres heterosexuales. Un estudio observa que, en el sector de 16 a 29 años, los hombres que votarían por Javier Milei representan el 65 %, mientras que sólo el 10 % les correspondería a las mujeres²⁹. Existen diferentes sondeos y encuestas que demuestran que los hombres tienden a votar más por Milei que las mujeres. «Milei es por quien más votan los hombres (27.5 %) y los jóvenes de 16 a 29 años (34.3%)»³⁰. Esto es similar a lo que ocurrió en las elecciones de 2018 con Bolsonaro, en Brasil, donde capitalizó una reacción antifeminista sobre los hombres jóvenes heterosexuales³¹. 

Además, otro aspecto por considerar es que su partido, La Libertad Avanza, parece haber captado parte del voto que, en las últimas elecciones, fue para Juntos por el Cambio³². Parece que se lleva tanto votos de la derecha tradicional como del peronista Frente de Todos³³. Sin embargo, la disputa dentro del «ecosistema de la derecha» es más tensa y conflictiva que la de Milei con el peronismo.  

La Fundación Libertad, que era, años atrás, un espacio del liberalismo mainstream de centro-derecha, está admitiendo, ahora, a dirigentes e intelectuales que dieron un giro hacia la derecha radical como Javier Milei, Diana Mondino y Alberto Benegas Lynch (hijo). La universidad argentina ESEADE, representante del pensamiento neoliberal, le otorgó el título de doctor honoris causa a Javier Milei, aspecto vinculado con la influencia que Alberto Benegas Lynch tiene en esa institución. Esto es preocupante si se toma en cuenta que se ha comprobado que cometió plagio con la mayoría de sus libros.

Personas que tenían un cargo directivo en el CEMA forman parte de los técnicos que Milei convocó para su partido: Carlos Rodríguez³⁴, Roque Fernández³⁵ y Diana Mondino³⁶. Rodríguez y Fernández hicieron su doctorado en la Universidad de Chicago; también, Mondino tiene estudios de economía en EEUU. Es importante si consideramos que la mayoría de los técnicos economistas que apoyaron regímenes autoritarios y neoliberales vinieron de esa universidad, como los economistas de Pinochet y Bolsonaro (Paulo Guedes).

Además, algunos de estos técnicos formaron parte de las reformas neoliberales de los 90, durante el gobierno populista neoliberal de Carlos Menem. Milei dice lo siguiente ofreciéndose como un técnico milagroso para poner fin a uno de los principales problemas del país: «Soy el único que sabe cómo parar la inflación y tengo la convicción de hacerlo»³⁷. A su vez, publicó un libro titulado El fin de la inflación. En este sentido, es interesante pensar que Bolsonaro se presentó a las elecciones de 2018, en Brasil, como un militar que sabe cómo frenar la inseguridad, un gran problema en ese país en ese momento. En el caso de Milei, ése es el mismo «rol de experto en la coyuntura crítica» como economista³⁸. 

Diana Mondino ha sido evaluada por sus colegas como oportunista en bancos argentinos que podrían beneficiarse de un proceso de dolarización. Ella forma parte del CEMA. Además, su familia es dueña de un banco (ROELA) de la provincia de Córdoba y ha estado en el directorio de Loma Negra, Pampa Energía y otras poderosas corporaciones. Sobre los vínculos con Vox y Bolsonaro, Mondino se refugia en el discurso del economista: «No le he prestado atención a las alianzas internacionales de Milei; anda a preguntarle a él», respondió. Mondino, que conoce a Milei desde el CEMA y ha sido anunciada por el candidato como la próxima Ministra de Relaciones Exteriores en caso de un triunfo electoral, tiene una visión muy tecnocrática de la realidad³⁹. «Nunca leí a Rothbard; es un utópico», dijo Mondino sobre el autor más importante para Milei.

Al mismo tiempo, sin ninguna explicación detallada, Milei promueve un «mito de la dolarización» con tecnicismos econométricos en la propuesta de dolarización, al mismo tiempo que utiliza el rumor de una versión simplificada de que el dólar puede convertirse en salario para todos, como en los años del menemismo⁴⁰ y como una valorización frente al proceso inflacionario que se produce en Argentina. Sería útil plantear la discusión sobre el apoyo de Emilio Ocampo al proyecto de dolarización. Ocampo es profesor del CEMA, pero no de tiempo completo; es miembro de Libertad y Progreso (fundación que difunde políticas económicas liberales y conservadoras en lo social). Ocampo forma parte del lobby del sector de bancos nacionales e, incluso, ha tenido negocios con el kirchnerismo⁴¹.

El CEMA y ESEADE son dos instituciones que tienen un papel importante en el surgimiento de este nuevo libertarianismo radical promercado que se expresa en las visiones cercanas a Milei. 

Además, es importante decir que Fernando Cerimedo, que colaboró en la organización del asalto a Brasilia, el 8 de enero, y cuyas cuentas en las redes sociales fueron bloqueadas por el Supremo Tribunal Federal de Brasil por sus denuncias de fraude para justificar lo ocurrido en Brasilia, está, ahora, trabajando en la campaña de Milei.

Santiago Oría, publicista de la campaña de Milei, afirma: «La batalla cultural es el esfuerzo diario y sostenido por cambiar la opinión pública y, luego, cosechar, electoralmente, ese trabajo. Se hace a través de la palabra, de la conferencia, del libro, de apariciones en medios de comunicación, de arte de todo tipo (en especial, audiovisual), de fundaciones y de think tanks y de las redes sociales, más que nada, donde somos más fuertes»⁴². Oría también sostiene que la mayor influencia ideológica sobre Milei son los libertarios norteamericanos. En La Libertad Avanza defienden lo que denominan «liberalismo popular» frente al «liberalismo elitista», que dominaría en las fundaciones liberales⁴³. En sus palabras: «prefiero estar con «El Dipy»⁴⁴ que con la Fundación Libertad«. 

Milei tiene una gran capacidad de desarrollo expositivo y conceptual, pero no para un discurso que, a veces, parece incomprensible para la gran masa del pueblo; salvo los ataques a la «casta política», la «dolarización» y la división de la sociedad entre «argentinos de bien» y «delincuentes».

Otro aspecto por considerar, ya que suele ser importante, es la relación entre la extrema derecha y la derecha dominante. En este sentido, dentro de Juntos por el Cambio, hay una brecha entre algunas figuras más moderadas como Horacio Rodríguez Larreta, que ha sido insultado por Milei, y Macri-Bullrich, con quienes el economista neoliberal ha mantenido una relación más estrecha. 

Lanata se refiere, en su columna de Clarín, al crecimiento de Milei entre los jóvenes, en particular, jóvenes del conurbano que provienen de familias peronistas o jóvenes que votaron, históricamente, por el peronismo. Es un rechazo generalizado hacia la clase política que Milei sabe encarnar. Por eso, tiene la capacidad de representar una amenaza para las dos coaliciones gobernantes de los últimos años. “Milei llega a niveles de lo popular que la UCEDÉ nunca llegó” indica Ana Caprav, quien conoce el mundo de los políticos liberales y trabajó para este partido en los años ’80. 

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Esto se enmarca en un contexto en el que grupos de extrema derecha como Revolución Federal y otros vinculados propusieron la idea de matar a la vicepresidenta Cristina Kirchner el año pasado. Otros grupos más radicalizados y marginales trataron de asesinar a la vicepresidenta. Estos grupos de extrema derecha rechazan abiertamente la democracia y pretenden representar la acción terrorista directa y violenta con este lema: «Al kirchnerismo, cárcel o bala»⁴⁵. “Ni un gramo de lástima por estos comunistas” señaló en ese momento Agustín Romo, justificando el accionar violento. Se trata de uno de los principales dirigentes de La Libertad Avanza; estaba detrás de Milei cuando éste pronunció su discurso de victoria en las elecciones primarias de 2023.

Milei también está proponiendo «armas libres», algo que es parte de la agenda de extrema derecha en EEUU, que se llevó a cabo en Brasil durante el gobierno de Bolsonaro, bajo quien hubo un crecimiento del 473 % de armas entre la población⁴⁶.

En la derecha dominante, representada por Juntos por el Cambio, hay dos visiones diferentes de la construcción del poder para la sociedad argentina. Patricia Bullrich parece estar cerca de la derecha radical representada por Javier Milei. Imita su retórica cuando dice que hay que «semidinamitar» el sistema «kirchnerista» que existió en los últimos 20 años. Larreta propone conformar una coalición moderada del centro a la derecha, lo que incluye a simpatizantes peronistas que conformen un 70 % de apoyo para realizar las reformas que considera necesarias para beneficiar al país. La derrota de este último en la interna de Juntos por el Cambio, así como la victoria de Milei en las PASO como candidato más votado, muestra que una parte importante de la sociedad considera más apropiada la vía de una recomposición social a través de una propuesta confrontativa y autoritaria.

Conclusiones

Podemos denominar «fascismo religioso de mercado» o «autoritarismo tecnocrático» al tipo de régimen que libertarios y nacionalistas conservadores defienden en Argentina. Ya ocurrió en la historia y no es nuevo: lo fue en el Chile de Pinochet, en la Argentina de Videla, en el Perú de Fujimori y en el Brasil de Bolsonaro. Combina reformas neoliberales promovidas por economistas de la Universidad de Chicago con autoritarismo en política, que se expresó en regímenes dictatoriales durante los años 70, en América Latina, y en Brasil, en los últimos años. Alguna diferencia con el fenómeno Bolsonaro puede ser que éste tuvo un fuerte apoyo de militares y evangélicos; eso, en el caso de Milei, no está tan claro.

El liberalismo que propone Milei y la democracia liberal no son compatibles. Ninguna sociedad democrática soporta estas reformas de ajuste sin autoritarismo. Lo interesante es como su lenguaje combina apelaciones religiosas con la doctrina económica neoliberal. Acude a frases bíblicas para justificar sus posiciones económicas de reducción del gasto público como “pagarás el pan con el sudor de tu frente”.

En el documental de Santiago Oría “La revolución liberal” que defiende el legado de Milei, así como en la campaña, utilizaban esta frase bíblica: “La victoria en combate no depende del número de soldados, sino de la fuerza que viene del Cielo” (Macabeos 3: 19).

Milei es el instrumento de venganza de una parte de la sociedad frente a una clase política percibida como inútil, parasitaria y únicamente centrada en sus intereses. La adhesión a un líder designado como aquél que va a castigar a un enemigo, está presente en su crecimiento, así como lo está en todos los fenómenos de derecha radical⁴⁷.

“A los que tiren piedras los voy a meter presos y si me rodean la Casa Rosada, me van a tener que sacar muerto” señaló en una de sus últimas apariciones televisivas. De este modo, Milei apuesta a una violencia redentora que lo muestre, en esta visión guerrera y religiosa, como el gran iluminado. Parece, en ese sentido, tener un perfil más fundamentalista que Trump y Bolsonaro, derivado de su menor experiencia política. 

Lo que estamos viviendo es una nueva destrucción del componente racionalista del liberalismo en nombre de un liberalismo apropiado por el autoritarismo y el fundamentalismo religioso. Le corresponde a la izquierda, a los socialdemócratas, a los progresistas y a los liberales unirse en defensa de ese conjunto de ideas y valores para preservar la democracia.

El proceso de naturalización, con Milei, ha sido extraordinariamente rápido. No se ha formado ningún cordón sanitario como ocurrió en Europa. 

Milei tiene una visión fanática de la realidad en la que distingue entre personas «puras» e «impuras». Por ejemplo, esta reflexión dirigida a la dirigente opositora, Elisa Carrió: «Cuando uno se rige por la moral y la ética, los grises desaparecen y los tibios se convierten en perfectos cómplices de los delincuentes (sólo se diferencian en las formas)»⁴⁸. En este tipo de reflexión, defiende una cruzada moral contra lo «impuro», que es peligrosa para la perdurabilidad del sistema democrático. En este tipo de visión conspirativa, aquellos que discrepan de él se transforman en enemigos que representan un peligro para su existencia.