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Para salir de la crisis económica, ¿qué políticas públicas impulsará cada una de sus coaliciones en el nuevo Congreso? ¿Cuáles son las posibilidades según ustedes de que sean aprobadas? Considerando además la volatilidad política y económica que ha caracterizado a la Argentina, ¿podrían indicarme dos políticas de mediano plazo que afectarán al desarrollo de la Argentina y los mecanismos para lograr sostenibilidad en el tiempo?

Cecilia Nicolini

Cecilia Nicolini es asesora del Presidente Alberto Fernández y coordinadora ejecutiva del Consejo Económico y Social. Es politóloga por la Universidad Católica de Argentina y tiene una maestría de la Universidad de Harvard. Se graduó además del máster de comunicación política e institucional del Instituto Ortega y Gasset y realizó un MBA en la IE Business School, en España. Como funcionaria del gobierno nacional ha tenido un papel clave en la gestión de la pandemia y, especialmente, en la adquisición de vacunas contra el COVID-19.

En primer lugar, necesitamos construir una economía con propósito, no solamente en el marco de la crisis económica actual, sino también frente a las crisis económicas recurrentes. Ese propósito tiene que ser ante todo colectivo. Las medidas que venimos implementando desde diciembre de 2019 apuntan de alguna manera a generar estabilidad en el presente, pero también a construir hacia el futuro, sobre todo con una estructura productiva que sea inclusiva y dinámica, y genere empleo y riqueza a través de un círculo virtuoso basado en la creación de conocimiento.

Necesitamos construir una economía con propósito, no solamente en el marco de la crisis económica actual, sino también frente a las crisis económicas recurrentes. Ese propósito tiene que ser ante todo colectivo.

Cecilia Nicolini

Sin embargo, para crecer, y este es el debate que tenemos que plantear en primera instancia, tenemos que terminar con el endeudamiento insostenible que tenemos. Me parece que en la Argentina no podemos vivir en esa contradicción. No nos podemos permitir que acuerdos adoptados por un solo sector de la sociedad, por un gobierno en solitario, tornen inviables los objetivos de desarrollo económico y social que necesita un país entero. Allí es donde tenemos que comenzar a tender puentes. A principios de este año, el Frente de Todos envió al Congreso la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública. Esa ley establece que todo endeudamiento en moneda extranjera, bajo ley extranjera, debe ser y deberá ser aprobado por el Parlamento, pensando así a largo plazo. 

Proponemos construir los cimientos para fortalecer políticas que garanticen la sostenibilidad de la deuda pública, para que podamos por ende ejecutar los planes de estabilización macroeconómica, incluso con plazos mayores a un período de gobierno, y que aseguren además la transparencia al momento de tomar esa deuda externa. En el marco de la búsqueda de un acuerdo con el FMI, el Congreso juega un papel importante, al igual que los gobiernos provinciales, los municipios, el sector privado, la academia y los sindicatos. Es importante que todos ellos nos acompañen en estas negociaciones, tal como sucedió con la reestructuración de la deuda a las acreedoras privadas. Y cuanto más unidos estemos, mayor capacidad tendremos para avanzar en una negociación que, en esta instancia, con el FMI sobre todo, es más que nada geopolítica y proteger los intereses que tenemos en la Argentina. 

Sin embargo, la negociación con el FMI no constituye un fin en sí mismo, sino más bien la base que nos puede llevar hacia un amplio consenso de un Congreso que nos pueda acompañar en proyectos destinados a recuperar y crear puestos de trabajo, y mejorar las condiciones de trabajo de quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Los años que nos precedieron y estos años de pandemia pusieron en jaque no solo a nuestro país, sino al mundo entero. Sobre la viabilidad en el Congreso de ciertas medidas, el Presidente oficializó por ejemplo hace unas semanas a través de un Decreto de Necesidad y de Urgencia (DNU) el programa para convertir planes sociales en empleos, con el que se apunta a que las PyMES, las provincias, los municipios y los actores de la economía popular integren las ayudas sociales como parte del salario y que el trabajador tenga acceso a una obra social, aportes jubilatorios seguros y programas para capacitarse y completar cursos de formación.

Otra de las propuestas que también estamos impulsando desde el Frente de Todos tiene que ver con lo que señalabas sobre la participación de las mujeres: impulsar leyes que pongan de relieve las tareas de cuidado, un sector estratégico de la economía. Es algo que intento personalmente impulsar. Las tareas domésticas y de cuidados, según un estudio que se hizo desde el Ministerio de Economía, representan un 16% del PIB, por delante de la industria y el comercio. Además, las mujeres argentinas dedican más de 96 millones de horas diarias a estas tareas y, obviamente, sin ningún tipo de remuneración pero con un gran costo en términos de tiempo. Desde el Estado venimos impulsando distintas políticas para alcanzar una genuina igualdad de género, anclada también en el empleo, en la remuneración y el reconocimiento de derechos, como son las jubilaciones para las amas de casa, las licencias por cuidados en contexto de pandemia, la regulación del teletrabajo y el acceso al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), entre otros. Queremos también impulsar las licencias que igualen las de maternidad con las de paternidad. Se trata de un paquete de medidas que apuntan a un trabajo que ya venimos haciendo y que es una vocación de gobierno: la igualdad de género en todas sus dimensiones. 

Así como hablamos de las mujeres, como un sector de la sociedad muy impactado por la pandemia, tenemos que hablar de los jóvenes y de su situación en términos de empleo que se agudizó por los problemas económicos del país que venimos arrastrando y la pandemia, se agudizó la situación. Una de las propuestas que venimos impulsando y que va a ser impulsada en el Congreso es la liberación de cargas patronales para aquellas empresas que contraten a jóvenes de entre 18 y 24 años. El programa del gobierno que se llama “Te sumo” viene siendo implementado a nivel nacional desde los ministerios de Desarrollo Productivo y de Trabajo. Este año la industria tecnológica dejará 15 mil puestos de trabajo sin cubrir. Estamos frente a una oportunidad para realmente invertir en educación de la mano de la industria y agrandar así ese semillero de jóvenes que tiene vocación tecnológica, que busca fortalecer también ese sector. Necesitamos capacitar a los docentes en computación, programación, robótica y promover sobre todo nuevas formas de aprendizaje y de enseñanza. Este es un trabajo al que venimos dedicándole mucho tiempo desde el Consejo Económico y Social. 

Otro sector que también es muy importante es el turismo, que está siendo un motor de la economía, representa el 9% del PIB y fue gravemente afectado por la pandemia. Estamos trabajando en una ley para mandar al Congreso sobre un régimen plurianual de beneficios para que puedan proteger el empleo formal, incentivar inversiones y, sobre todo, financiar la tecnología y la innovación en el sector.

Debemos volver a poner el foco en el empleo, la producción, la inversión y la educación para fortalecer una industria nacional.

cecilia nicolini

Para terminar de redondear la primera pregunta, debemos volver a poner el foco en el empleo, la producción, la inversión y la educación para fortalecer una industria nacional. A mí me tocó directamente trabajar en el marco de la pandemia en pos de la reactivación de esa industria nacional junto con todos los ministerios, especialmente para poder hacer frente a la pandemia y a un sector de la salud que venía muy golpeado con la fabricación de respiradores, elementos de protección personal e incluso el desarrollo de nuestras propias vacunas. El objetivo es recuperar políticas públicas para un desarrollo productivo que tenga perspectiva territorial, con una integración de las estructuras de las cadenas de valor de diferentes tamaños, y para impulsar la innovación y sobre todo la sostenibilidad ambiental. Se nos presenta una oportunidad que tiene que ver con el futuro de todos, que está más allá de la coyuntura política. Para eso tenemos que pensar los problemas con audacia, tenemos que repensar el capitalismo. No tenemos que quedarnos con adaptar y conformarnos, sino que debemos posicionarnos realmente con políticas que formulemos e implementemos para recuperar ese propósito público que nos presenta la política. 

Sobre las políticas a mediano plazo, creo que para que funcionen y sean sostenibles en el tiempo tenemos que crear un ecosistema donde los riesgos, pero también las recompensas, se compartan de manera más equitativa. Y esto es, de alguna manera, lo que queremos también para la Argentina. Si tuviera que mencionar dos políticas de mediano plazo, partiendo de una agenda de futuro en la que trabajo, destacaría nuestro compromiso con el desarrollo de la economía del conocimiento y la industria 4.0, que sigue en línea con las políticas de Estado que venimos desarrollando desde nuestro espacio, como por ejemplo con la Ley de Promoción de la Industria del Software en 2004 o el exitoso plan “Conectar Igualdad”.  

La industria de la economía del conocimiento es hoy en día el tercer sector exportador de la Argentina, con 100 mil millones de dólares anuales. Tenemos una meta, mediante el trabajo en conjunto entre el Estado, el sector privado y los centros de enseñanza, para alcanzar una inversión de 10 mil millones de dólares en los próximos 10 años para generar, por lo menos, 500.000 empleos capacitados. Es un sector que gana cada vez más peso en la economía, en las exportaciones mundiales, como consecuencia de la digitalización y el avance tecnológico. Tenemos que trabajar en el país para que exista una transición tecnológica que no deje a nadie afuera. Este es otro debate que a mí me gusta mucho: hablar sobre el impacto de la tecnología y cómo amplifica las brechas existentes. 

La segunda política tiene que ver con un desarrollo productivo que sea sostenible, desde una perspectiva social, económica y, sobre todo, ambiental. En ese sentido, todo el trabajo que hemos hecho en los últimos días con la participación en la COP 26, en Glasgow, y con el Acuerdo de París, ha sido en pos de la ambición climática. Trabajamos para que ocurra una verdadera lluvia de inversiones, como la que anunciamos de la empresa australiana para el desarrollo del hidrógeno verde en Argentina. Debemos construir un país orientado a un propósito, pero siempre ese propósito tiene que ser colectivo e incluir a todos y todas. 

Julia Pomares

Julia Pomares es Jefa de asesores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, conducido por Horacio Rodríguez Larreta. Es politóloga por la Universidad de Buenos Aires y Doctora en Ciencia Política por la London School of Economics. Anteriormente, se desempeñó como Directora Ejecutiva de CIPPEC y contribuye desde 2015 con la Iniciativa para Soluciones Globales de Berlín.

Es un honor compartir este espacio con dos mujeres como ustedes. Voy a empezar mi intervención con un número: el número 28. Este número sintetiza la crisis en la que vivimos. Hoy solo el 28% de la población económicamente activa tiene un trabajo privado registrado. Al mismo tiempo, desde 2012, la cantidad de asalariados que trabajan en el sector público aumentó en un 28%. Argentina lleva 10 años sin poder crear empleo privado de manera sostenida y sabemos que eso tiene un impacto muy nítido en los niveles de pobreza y de desigualdad. Los jóvenes, tal como señalaba Cecilia, son los más afectados, a tal punto que hoy concentran los mayores niveles de informalidad y de desempleo. Dentro de ese grupo, las mujeres jóvenes fueron las más afectadas por la pandemia, sobre todo las madres, que tuvimos que aumentar las horas de trabajo no remunerado, con el cierre de las escuelas y el freno económico. La pandemia tuvo un impacto importante que quisiera mencionar: la caída de la participación laboral de las mujeres que tanto cuesta aumentar. Si miramos los datos del primer trimestre de este año, la participación laboral de las mujeres aún no se había recuperado y la tasa de desempleo era casi un 50% más que la de los varones. 

La obsesión de Juntos por el Cambio (JxC) en el Congreso va a ser intentar contribuir a generar condiciones para crear empleo privado. Sabemos que esto tiene una precondición imprescindible: una macroeconomía estable.

julia pomares

Por todos estos datos que los condensaría en ese ​​número 28, la obsesión de Juntos por el Cambio (JxC) en el Congreso va a ser intentar contribuir a generar condiciones para crear empleo privado. Sabemos que esto tiene una precondición imprescindible: una macroeconomía estable. Por eso una de las propuestas que llevamos al Congreso es la de un Banco Central independiente, que ponga límites a la emisión, una de las causas de la inflación. 

Pero en lo que me gustaría concentrarme es en el paquete de medidas para incentivar el empleo privado. Una de ellas es el compromiso que asumieron todos los candidatos a diputados nacionales por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) de no aumentar impuestos a la producción y el trabajo. En lo que va de esta gestión de Alberto Fernández, se crearon no solo nuevos impuestos, sino que se aumentaron 16. Menciono algunos que me parecen importantes: el impuesto a los débitos y créditos bancarios, que desincentiva la formalización de la economía, los derechos de exportación, en un momento en que necesitamos exportar más, y los impuestos a los electrónicos. Como decía Cecilia, la tecnología es muy importante, sobre todo para que las PYMES puedan ser más competitivas.

Otro elemento central de este paquete legislativo tiene que ver con lo que señalaba antes del desempleo juvenil. Se buscará impulsar que el monotributo sea sin costo el primer año para los menores de 29 años. Es muy importante fomentar el empleo joven, algo que está muy ligado con la educación. Vamos a buscar promover un rol activo del Congreso para transformar la educación, con un énfasis especial por la transformación de la educación secundaria. Ya antes de la pandemia, uno de cada dos estudiantes secundarios de Argentina la abandonaba. En Argentina estamos en un país federal que tiene descentralizada la educación: a nivel nacional se fija la rectoría y luego se aplica en las provincias. En la CABA fuimos a la Corte Suprema para exigir el regreso a las aulas. Hay muchos estudios que demuestran que después de más de un año sin presencialidad en las aulas, muchos chicos y chicas perdieron el contacto con la escuela. Hay un caso muy dramático que es el caso de la provincia de Chubut, en la Patagonia, que desde 2013 viene perdiendo días de clase. Si le sumamos a eso la pandemia, es como si no hubieran ido a la escuela por tres años. Esto tiene obviamente un impacto grande en la desigualdad educativa, no solo por el deterioro en la calidad, sino también porque aumenta el tiempo que los jóvenes se dedican a trabajar y que han dedicado en la pandemia. 

Entre las propuestas que llevamos al Congreso hay por ende un rol importante de los temas de educación. Menciono algunos, que me parecen los más centrales: incluir a las familias en el debate educativo, para que formen parte de las decisiones; promover prácticas formativas obligatorias en el último año de secundaria; y, algo que también va muy en línea con lo que hacemos en la CABA, políticas de alerta temprana para prevenir el abandono escolar. Hay una iniciativa muy interesante en la CABA, “Decí presente”, con la que ya pudimos recuperar a la mitad de los chicos que abandonaron la escuela durante la pandemia. 

En cuanto a lo que nos preguntabas, Victoria, sobre qué política a mediano plazo afectarán el desarrollo de la Argentina, algo central, que no es de mediano plazo, sino de corto plazo, es estabilizar la macroeconomía, pero no me voy a detener ahí. Una prioridad central a mediano plazo es hacer que Argentina exporte más. Nuestras exportaciones representan hoy apenas el 16% del PIB, frente a un promedio regional de 24%. Dentro de eso hay además un objetivo muy importante: diversificar nuestras exportaciones. Hoy el sector agro, tanto primario como con los oleo-industriales, representan aproximadamente el 65% de las exportaciones. Debemos fomentar cadenas productivas que incorporen un valor agregado en todo el país, desde el desarrollo productivo verde hasta servicios como el turismo. 

Así como Juan B. Alberdi decía “gobernar es poblar”, creo que en el siglo XXI gobernar es poblar todo el país de iniciativas productivas y competitivas. Para eso necesitamos dos elementos centrales: mayor sinergia entre la iniciativa pública y privada, empezando por la inversión en I+D, y políticas de ciencia y tecnología aplicadas a la productividad. Sabemos que esa Argentina que queremos construir está en marcha en cada uno de esos puntos del país que están apostando a crecer, pese a todas las dificultades, todas las trabas, todos los cepos. 

Para pasar de esa Argentina voluntariosa a una que pueda usar esa fuerza para planificar el desarrollo hacen falta transformaciones y que asumamos el momento en el que estamos, el mundo en el que vivimos y las discusiones que tenemos que dar. Por ejemplo, hace años se reconoce en el mundo que la producción y el empleo ya no está relacionada de la misma manera y que hay que pensar distinto esa vinculación. Nuestro régimen laboral tiene que lograr proteger a nuestros trabajadores y hoy no lo logra si la mitad está fuera del sistema o no podemos crear puestos de trabajo en diez años. Son esas discusiones las que tenemos que poder dar y se tienen que dar en el Congreso. 

Tenemos que dar una discusión sobre la sostenibilidad del sistema previsional. Hoy la Argentina invierte en el sistema provisional más de 12 puntos del PIB, pero de esos 12 puntos, siete se lo llevan los regímenes de excepción. Esos regímenes de excepción llegan al 55% del gasto y al 40% de los beneficiarios. Cuando hablamos de privilegios, también tenemos que hablar de eso. 

Estoy convencida de que lo que está agotado en Argentina son sus narrativas, la manera en que nos contamos como país.

julia pomares

Y quizá para cerrar, me gustaría hacer un punto más allá de las políticas concretas en cada área. Hay algo que me desvela y va más allá de las políticas públicas. Estoy convencida de que lo que está agotado en Argentina son sus narrativas, la manera en que nos contamos como país. La narrativa no solo da identidad a una sociedad, sino que las hace actuar, las moviliza a la acción. Creo que necesitamos recrear esas narrativas para volver a creer en la Argentina. Hoy nuestras narrativas no hablan del país que somos: hablan del país que fuimos, que quisimos ser. Cada uno hace su interpretación y su mirada. Tenemos que hablar de la Argentina, del valor que tenemos y de lo que queremos proyectar a futuro. No hay forma de transformar a la Argentina y a ningún país sin ella. Como solo se transforma lo que se ama, yo no tengo duda de que lo vamos a poder hacer.

Cecilia, frente a la intervención de Julia, ¿con qué coincidís, qué punto de encuentro encontrás?

Cecilia Nicolini

En términos generales, considero estar de acuerdo en muchos de los títulos sobre temas que son prioritarios para el país. La discusión, al final del día, está en los detalles, en cómo llegamos a esos acuerdos. Podemos crear un marco para tener una discusión en el ámbito del Congreso, como se propone. También desde el gobierno creamos por primera vez esa instancia que estamos motorizando del Consejo Económico y Social, que incluye a todos los sectores no alineados con el gobierno del Frente de Todos para poder discutir de todos estos temas.

Julia mencionaba, al inicio, la importancia del tema del empleo. La primera parte de mi propuesta, y lo que estamos impulsando desde el Frente de Todos, tiene que ver con la reactivación económica, con la generación de empleos genuinos. Luego, lo que habría que ver es ese acento que le ponen a la creación de empleo privado y, de alguna manera, esa mirada crítica del empleo público. En lo que tenemos que poner el acento más bien en Argentina, algo que estamos viendo también en otros países, es en la posibilidad de crear valor. La creación de valor no sucede en el vacío. Es algo que una economista reconocida por todo el mundo como Mariana Mazzucato resalta: no se trata de decir si es el sector público, el Estado, o solamente el sector privado. 

¿Cómo podemos realmente crear ese ecosistema en el que la creación de valor venga también dada por una misión y una visión compartida que puedan ser impulsada por el Estado, inversor en aquellas industrias estratégicas que vislumbramos en esa agenda de futuro que también compartimos con Julia en el sector de la tecnología, relacionado con la biotecnología, la industria aeroespacial y la inteligencia artificial. ¿Cómo podemos crear sinergias para que la creación de empleo sea genuina? En ese sentido, el Estado y el gobierno tienen un rol fundamental en esa creación de valor y en garantizar eso de los muchos otros temas con los que estábamos de acuerdo con Julia: la educación, la necesidad de generar prácticas y de ir a buscar a los chicos que abandonaron la educación escolar. 

¿Cómo hacemos para exportar más? ¿Por qué estamos impulsando y apoyando desde 2004, desde hace muchísimos años, el sector de la economía del conocimiento? Porque vemos que tiene un potencial exportador y generador de divisas genuino que nos puede ayudar justamente a estabilizar la macroeconomía, ayudarnos con la inflación. Ahí es donde tenemos que poner el acento y trabajar. Para eso, esa creación de valor tiene que darse en un contexto de estabilidad. Allí juega entonces un rol muy importante en qué invertimos ese dinero: por ejemplo si lo invertimos en salud, si jerarquizamos la salud con un ministerio, para prepararlo para una pandemia; cuántos puntos del PIB, que tenemos que seguir incrementando, invertimos en ciencia, tecnología e innovación, impulsando proyectos como el que acabamos de inaugurar del edificio Cero+Infinito para promover la ciencia de datos, directamente relacionada con la industria de la economía del conocimiento. En fin, debemos generar un ecosistema y tender puentes para pensar con toda la sociedad en su conjunto, no solamente con un sector, el privado.

Julia Pomares

Empezaría por lo de economía de conocimiento, con lo que coincido y que fue algo que también mencionaba: me parece súper importante anticiparnos y seguir aumentando los niveles de exportación. Me gustaría también aclarar ahí que veo cierta inconsistencia entre ese objetivo y el cómo en el corto plazo. La brecha cambiaria que hoy tenemos va en contra de eso, al igual que los impuestos a los electrónicos. Hablando de acuerdos, recordemos también algo que ocurrió: había una ley de reconocimiento de la economía del conocimiento que había salido con enormes niveles de consenso, que fue luego derogada y vuelta a poner sobre la mesa. Sobre este punto de acuerdos no se ha seguido ese camino.

En cuanto a lo que planteaba Cecilia de la inversión pública, quisiera aclarar que no me estaba refiriendo a la inversión pública en I+D o a lo que invierte el Estado en promover la ciencia y la tecnología, sino a la proporción de nuestra masa de empleo. Hoy las encuestas muestran que para la mayoría de los jóvenes es mejor un empleo público que un empleo privado. Eso sí es algo que hay que atender y no creo que sea algo positivo. Necesitamos que se genere empleo privado, que eso haga aumentar el valor. 

Con respecto a los temas de género, coincido enormemente con lo que planteaba Cecilia, sobre todo con este enfoque que ella le daba de participación económica de las mujeres. La CABA viene trabajando hace muchos años en ese sentido. Fue uno de los primeros distritos de Argentina que hizo un cambio muy innovador en las licencias a los empleados públicos, para que las personas no gestantes puedan tener más días. Mucha gente que nos está escuchando hoy debe estar fuera de Argentina y tal vez no sabe que el país tiene una de las licencias más cortas de la región, de solo dos días. En la CABA hay también una iniciativa de participación público-privada para poder con métricas y metas ir aumentando la participación de las mujeres, pero también la equidad en los sueldos y en muchas de las variables en las que sabemos que hay una enorme inequidad entre hombres y mujeres. 

En un momento Cecilia mencionaba la economía con propósito. A mí me parece súper importante poner sobre la mesa que la política se encuentra frente a una encrucijada a la que tiene que dar respuesta. La de 2023 no es solo una elección presidencial importante. Se festejan los 40 años de democracia. ¿Cómo hacemos para cumplir las expectativas de la sociedad en ese sentido y que la política esté a la altura de esa responsabilidad? Esto abre una discusión que creo que tenemos que dar. Hay una responsabilidad grande de la política en ese sentido. Espero que eso una a todos los partidos, a todos los colores, más allá de la grieta. Me parece súper importante.

Hay claros puntos de encuentro, sobre todo en lo que refiere a la economía del conocimiento y el sector de la tecnología. Sin embargo, por otro lado, parece haber en la práctica puntos de desencuentro en la implementación. ¿Qué pasó con la ley de economía del conocimiento? ¿Cómo se implementan este tipo de iniciativas? Me da la impresión de que ambas están de acuerdo en los puntos de llegada, pero no tanto en cómo llegar a ellos. Eso se vio más claramente en la conversación sobre empleo, en la importancia que le asignan al sector privado y al sector público. Si pensamos en el sector de la tecnología y de la economía del conocimiento como generador de empleo y de divisas, ¿qué papel ven para el sector público y el privado?

Cecilia Nicolini

En ningún otro sector como en el de la tecnología y el de la economía del conocimiento es tan importante y relevante el papel del Estado. Hay una cuestión que forma parte de un debate muy latinoamericano que me encanta: la cuestión de lo que se denomina el nuevo petróleo, el nuevo oro, es decir, los datos. Tiene que ver con la regulación de los datos, que está relacionado con la inteligencia artificial. 

Cuando hablamos de creación de empleo para poder generar las habilidades necesarias para robustecer este sector, al sector público le es imposible competir para tener ingenieros en software e ingenieros en datos por los salarios que ofrece en relación al sector privado. Y sin embargo es necesario tener unas capacidades y unas habilidades desde el sector público para trabajar sobre esto. Los datos son el nuevo petróleo y son decisivos para lo que es la economía del conocimiento, pero hoy en día están concentrados en un 80% en un solo proveedor, Google. Las plataformas tecnológicas están ampliando las brechas ya existentes y los sesgos que tenemos de género, de raza, económicos, geográficos, etc. Es un peligro no tener un rol claro desde el Estado, o incluso en la creación de ecosistemas en donde esté el Estado junto el sector privado y el tercer sector. Muchas organizaciones y activistas están trabajando sobre el debate de si los datos deben ser públicos, privados o bienes comunes. Ahí tenemos que pensar muchísimo el rol del Estado, con la creación de un sistema nervioso central, con los datos que sean justamente bienes comunes para generar conocimiento, productos, servicios, para exportar y regularlos. Se debe tener en cuenta esas relaciones que hoy en día son muy desiguales en términos del poder o las capacidades que tienen ciertas empresas para procesar la enorme cantidad de datos y utilizar así algoritmos e inteligencia artificial para generar productos y servicios. Eso hay que regularlo, porque si todo eso amplifica todas esas brechas, el rol del Estado es fundamental.

Julia Pomares

Hay una discusión que nunca terminamos de dar en la Argentina, como si la sinergia público-privada fuera algo mal visto. Así como hay una pelea espuria que muchas veces se da en la narrativa entre agro e industria, lo mismo sucede con el público y el privado. Tenemos que ir más allá de eso. Volviendo a lo que decía antes: una cosa es cuánto invierte el Estado en I+D, cuánto facilita la inversión en ciencia y tecnología, y otra es la magnitud del empleo público que sabemos que muchas veces es lo que tenemos que tratar de convertir en empleo privado genuino. Me parece que en los últimos años ha crecido mucho el peso del empleo público en el total. Sin embargo, más allá de eso, coincido en que esa sinergia público-privada es central, sobre todo en este futuro que ya es presente, tal como mencionaba Cecilia antes. 

Hay una discusión que nunca terminamos de dar en la Argentina, como si la sinergia público-privada fuera algo mal visto. Así como hay una pelea espuria que muchas veces se da en la narrativa entre agro e industria, lo mismo sucede con el público y el privado.

Julia pomares

Hay muchísimo trabajo por hacer en la Argentina sobre cómo se dan discusiones innovadoras de regulación de uso de los datos y muchos temas en los que estamos haciendo nuestros primeros pasos. Creo que hoy tenemos algunas discusiones muy urgentes. Por eso hablaba también de que en el corto plazo necesitamos estabilizar la macroeconomía, sino es muy difícil tener certidumbre de hacia dónde vamos. Es algo que sabemos que guía todas nuestras conversaciones. Me parece que son temas acuciantes y que nos nublan la vista para poder pensar para adelante y poner además en marcha ciertas discusiones de mediano y largo plazo.

Cecilia Nicolini

Sobre el tema de implementación, un poco el objetivo del gobierno es poder, en el marco de ese consenso que Julia mencionaba, mejorar, sobre todo en esta industria que es tan cambiante. Hay que ir aggiornando, siempre manteniendo la perspectiva de que todos estos avances y esta creación de valor también generen una distribución y que eso pueda generar aún más riqueza. Los distintos actores están muy contentos con esta ley. La están implementando. Se está viendo una aceleración en la generación de puestos de trabajo en el marco de esta ley, lo cual es positivo. Sin embargo, siempre tenemos que tener en cuenta y sobre todo resaltar más que nunca la idea de la economista Carlota Pérez: muchas veces las ganancias se privatizan y las pérdidas se socializan. Tenemos que evitar que esto suceda en un sector tan pujante como el tecnológico.

Si bien no sabemos cuál será el resultado, ¿cómo ven ustedes en el nuevo Congreso que asume en diciembre la posibilidad de acuerdos que avancen en estos temas donde hay puntos de encuentro? ¿Cómo ven la posibilidad de trabajar en acuerdos legislativos?

Julia Pomares

No sabemos cómo va a ser el resultado, pero sí sabemos qué ocurrió en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Si se dieran resultados similares, sería una elección muy importante para JxC. El peronismo podría perder el quórum en el Senado, algo muy excepcional si se tiene en cuenta lo que han sido las últimas décadas. Creo que dependerá de cada una de las cosas que vayan llegando al Congreso. Cecilia lo había mencionado: el acuerdo con el FMI. Antes de discutir otros acuerdos, va a haber que discutir qué plan hay detrás de ese acuerdo. No hemos conversado sobre eso. Serán discusiones que se darán en el Congreso en el momento. Después de estas décadas de democracia, hay un Congreso que funciona muy bien, así que confío que esas discusiones se van a dar tranquilamente a partir de diciembre.

Más allá de los resultados electorales, siempre tiene que haber vocación de acuerdo en un sistema democrático y republicano con diferentes fuerzas.

cecilia nicolini

Cecilia Nicolini

Obviamente coincido en que, más allá de los resultados electorales, siempre tiene que haber vocación de acuerdo en un sistema democrático y republicano con diferentes fuerzas. A mí lo que me da un poco de pena ahora es que en algunos casos se están contando los escaños para ver si tienen que sentarse para un acuerdo o no. Me parece que tenemos que saltar esas discusiones y tender puentes más allá de los resultados. Nosotros enviamos justamente esa ley para que todo lo que tenga que ver con endeudamiento externo se pueda debatir en el Congreso, que es el espacio ideal. Sin embargo, también se puede confluir en otros espacios que nosotros también estamos impulsando y desarrollando, como es el Consejo Económico y Social, para que también se puedan debatir diferentes políticas que sean transversales, pero que sin duda van de la mano con lo que pueda suceder con el acuerdo del FMI.

La estabilidad macroeconómica era uno de los puntos de encuentro fundamental para alcanzar diferentes objetivos. Sin embargo, ninguna de las dos mencionó propuestas para llegar a esa estabilidad macroeconómica. ¿Tienen algo que decir al respecto? ¿Cuál es la propuesta?

Julia Pomares

La estabilización de la macroeconomía implica varias cosas: no solo frenar la inflación, sino la brecha cambiaria y las deudas públicas insostenibles. Con respecto a uno de los pilares de una macroeconomía estable, mencioné la necesidad de un Banco Central independiente que no tenga limitantes en su misión. No me había extendido porque estábamos hablando de mediano y largo plazo. No soy macroeconomista, así que tampoco quiero entrar en detalles, pero sí creo que esos tres pilares no pueden faltar. Y por eso una de las propuestas que fueron puestas sobre la mesa fue sobre el rol y la potestad del Banco Central. 

La inflación tiene múltiples causas. No es algo sencillo. A veces se piensa que se puede solucionar de un día para el otro, o que solamente reduciendo la emisión monetaria se puede resolver el problema.

Cecilia Nicolini

Cecilia Nicolini

La inflación tiene múltiples causas. No es algo sencillo. A veces se piensa que se puede solucionar de un día para el otro, o que solamente reduciendo la emisión monetaria se puede resolver el problema. Para resolver el tema de la inflación hay que responder a sus múltiples causas. Lo primero es que la Argentina pueda tener más divisas, para no chocar continuamente con la restricción externa que implican los saltos cambiarios. En primer lugar, deben aumentarse las exportaciones netas. Por eso hablábamos antes de las políticas de mediano plazo y cómo trabajar en la economía del conocimiento o el ejemplo de esa inversión en la matriz energética. Tenemos que resolver antes el tema de la deuda. Tal como repite el ministro Martín Guzmán, el acuerdo con el Fondo tiene que ver con eso. Por último, el estado debe recuperar una política inteligente de gasto expansivo en términos reales, invirtiendo en capacidad, bienestar, y en aquellos sectores estratégicos que nos permitan generar más crecimiento apuntado a incrementar esas exportaciones netas y generar divisas. 

Ambas mencionan la vocación de acuerdos y ambas forman parte de coaliciones. Es interesante resaltar que Argentina no tiene más partidos importantes. Ahora tiene coaliciones. Y sin embargo no queda claro que todos dentro de las coaliciones tengan la misma vocación de acuerdo. ¿Qué pasa con las contradicciones que generan los distintos sectores dentro de cada una de esas coaliciones para acordar en estos puntos sobre los que ustedes manifestaron estar más en acuerdo?

Julia Pomares

Siendo politólogas tenemos que resaltar que es algo saliente de la democracia argentina de los últimos años su organización alrededor de coaliciones. En el caso de la coalición de JxC, se ha podido mantener, crecer y trabajar de forma conjunta desde fuera del gobierno a partir de 2019 con una mesa nacional que va tomando decisiones de manera coordinada. La fortaleza de esa coalición es la pluralidad de miradas y las distintas posiciones sobre distintos temas. Y sin embargo se va llegando a acuerdos de manera coordinada. Creo que se van a llegar a esos acuerdos a pesar de las diferencias que efectivamente hay. Bienvenidas sean. Es lo que también le da riqueza a la coalición. Será importante tener eventualmente un bloque con una cantidad de diputados que le permita poner freno a algunas leyes y promover otras. Me parece importante, tal como decía al inicio, frenar los impuestos a la producción y el trabajo, y poder fomentar la generación de empleo privado.

Será importante tener eventualmente un bloque con una cantidad de diputados que le permita poner freno a algunas leyes y promover otras.

julia pomares

Cecilia Nicolini

Yo no creo que algunos en la coalición tengan más o menos vocación al diálogo. De alguna manera, si llegamos a donde llegamos, a estas coaliciones, e incluso en nuestro caso a ganar una elección, es porque realmente existe una vocación al diálogo genuina. Esa vocación al diálogo lleva a hacer política y acuerdos que te permiten ir juntos. Luego, dentro de esas coaliciones siempre hay fricciones, debates, contrapuntos que son sanos, muy importantes, sobre todo en el momento en el que vivimos, no solamente en el marco de la pandemia, sino también de los ciclos políticos que se aceleran, de la transición ecológica, con problemas globales que son imposibles casi de resolver por cualquier Estado nación. Tiene que haber multilateralismo, pensamiento crítico, nuevas habilidades que nos permitan traer soluciones innovadoras. 

Me parece que salir de la crisis en la que estamos depende de la capacidad y audacia que tengamos y nos propongamos para debatir esos temas, para ponerlos en dudas, para repensar el capitalismo. No está funcionando tal como ha existido, y sin embargo es el único sistema que ahora tenemos. ¿Cómo hacemos entonces para que realmente funcione, para que sea solidario, para que esté orientado a las personas? Dentro de esas coaliciones no debemos tenerle miedo al debate, a la discusión, porque de eso se trata la política, del conflicto para poder eventualmente crear posiciones que nos hagan proponer soluciones superadoras. 

El tema de la polarización, que no es solamente un tema en la Argentina, supone un riesgo. ¿Cómo hacemos para animarnos a discutir de raíz esos temas de la política que transforman nuestra vidas y que tenemos que dar soluciones superadoras?

cecilia nicolini

En ese sentido, me parece que, a veces ​​–y ya no hablo solamente del rol de los medios de comunicación en Argentina como tal, sino de todo el sistema de comunicación, con las redes sociales– el tema de la polarización, que no es solamente un tema en la Argentina, supone un riesgo. ¿Cómo hacemos para animarnos a discutir de raíz esos temas de la política que transforman nuestra vidas y que tenemos que dar soluciones superadoras? ¿Cómo nos animamos a darlos sin que la exposición en los medios de comunicación sobre esos temas sea como lo es a veces descarnada y violenta? ¿Cómo nos tranquilizamos un poco y volvemos a contar y comprometernos con un debate político genuino que nos lleve a trabajar en esas políticas superadoras y que nos permitan en estos gobiernos de coalición seguir avanzando?

Julia mencionaba la falta de una narrativa futura sobre el país. Me gustaría profundizar sobre esto. ¿Qué país creen que Argentina puede ser en los próximos 10 años?

Julia Pomares

Sabemos que las narrativas se van armando de distintos pedazos. Toman cosas del pasado, nunca son nuevas del todo y eso es también lo interesante de su construcción. Pero a mí me gustaría que nuestra narrativa de futuro tome algo muy potente de la narrativa argentina: la idea de la movilidad social ascendente. Claramente hoy la tenemos rota, pero creo que sigue formando parte de nuestro imaginario. También creo que la Argentina tiene algo muy interesante en su historia y en su identidad que es la diversidad. Y después creo que hay desafíos grandes de cómo reinventar algunos elementos que me parecen que son obstáculos para el desarrollo. Hay uno que decía antes: el Estado como antinomia entre la inversión pública y privada. Me parece que la tenemos que quitar de nuestra narrativa o ponerla de otra manera. Necesitamos pensar distinto al territorio, tal como nos muestra hoy la diversidad productiva que tiene la Argentina y de la que hablaba Cecilia. Imaginamos una Argentina que no tiene entrada y salida, que exporta más allá de sus fronteras y que tiene distintas maneras de pensarse a sí misma en el territorio, por fuera de lo que se piensa siempre desde Buenos Aires. Tenemos una riqueza en ese sentido para explorar y pensar distinto. Por último, me imagino una Argentina que sigue manteniendo ese espíritu igualitario, que logra combinarlo con crecer, crear valor, que es lo que le falta.

Cecilia Nicolini

Voy a ser muy breve. Creo que tenemos que construir una Argentina con propósito. Creo que ese propósito tiene que ser colectivo. Tiene que incluir a todas y todos. Estoy convencida de que tenemos una oportunidad histórica y única de desarrollo económico, social y ambiental con justicia social y sobre todo con igualdad de género para nosotros, nosotras y las futuras generaciones.