• Juegos Olímpicos. En febrero se celebraron en Pekín los Juegos Olímpicos de Invierno. Varios países anunciaron un boicot -entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Japón- para denunciar las violaciones de los derechos humanos en la provincia de Xinjiang y el control de China sobre Hong Kong. El 4 de febrero, tres semanas antes de la invasión de Ucrania, Vladimir Putin visitó Pekín y elogió la calidad «sin precedentes» de las relaciones con China.
  • Guerra en Ucrania. Al comienzo de la invasión rusa de Ucrania, China adoptó una postura de mediador entre Ucrania y Rusia, adoptando una neutralidad que se calificó de prorrusa. Las reuniones entre los líderes de ambos países han mostrado un creciente acercamiento a lo largo del año. Todo parece indicar que la asociación «sin restricciones» entre ambos países continuará en 2023, ya que Pekín y Moscú iniciaron el miércoles un ejercicio naval conjunto en el Mar de China Oriental. Emmanuel Macron, que visitará China a principios de 2023, espera que China desempeñe un papel más importante en la mediación del conflicto entre Ucrania y Rusia.
  • Ola de calor. China ha sufrido este verano una ola de calor sin precedentes de 73 días, la más larga desde que se empezaron a elaborar informes meteorológicos exhaustivos en 1961. Como consecuencia directa de la sequía, el descenso del nivel del agua en la cuenca del río Yangtsé obligó a la provincia de Sichuan a racionar la electricidad en las ciudades. El sur del país fue la zona más afectada, con picos de calor que a veces superaron los 45°C.
  • UE-China. El 26 de octubre, el Gobierno alemán autorizó oficialmente al armador estatal chino Cosco a adquirir hasta el 25% de la mayor terminal de contenedores del país, situada en Hamburgo. Esta decisión, muy criticada en Alemania tanto por los adversarios políticos de Scholz como por los partidos de su coalición, consolida la presencia china en los puertos europeos. No obstante, Scholz visitó China a principios de noviembre.
  • Semiconductores. La interdependencia de las cadenas de suministro de semiconductores ha sido una cuestión estratégica en el centro de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China. El 7 de octubre, la administración Biden emitió una serie de sanciones destinadas a aumentar los controles sobre las exportaciones de tecnología a China. El 13 de diciembre, Pekín anunció un enorme paquete de ayudas de 1 billón de yuanes (143.000 millones de dólares) para su industria de semiconductores. 
  • Subiendo a la cima. Este año, más que nunca, China ha mostrado su ambición de convertirse en una potencia militar hegemónica en Asia que podría llegar a rivalizar con Estados Unidos. Según el Departamento de Defensa estadounidense, Pekín pretende triplicar su arsenal nuclear para 2035 hasta alcanzar las 1.500 cabezas nucleares. El desarrollo del arsenal nuclear y las capacidades militares de China tiene como objetivo aumentar la presión en torno a Taiwán.
  • Desaceleración económica. La mayoría de los indicadores económicos estaban en números rojos en China en 2022. Las ventas inmobiliarias han caído un 53% desde principios de año, y las cifras de consumo y comercio exterior terminan el año por debajo de las expectativas. En octubre, las exportaciones y las importaciones cayeron un 0,3% y un 0,7% respectivamente en tasa interanual, mientras que las ventas al por menor descendieron un 0,5% en el mismo periodo. El crecimiento trimestral nunca alcanzó el objetivo del Partido del 5,5%: sólo un 3,9% en el último trimestre de 2022. Con el fin de las restricciones cero-COVID, hay muchas razones para creer que la economía china repuntará en 2023. Altos funcionarios chinos esperan que la economía crezca en torno al 5% el próximo año.
  • Manifestaciones. El 24 de noviembre, tras un incendio en el que murieron 10 personas en Urumqi (Xinjiang), se extendieron por toda China protestas sin precedentes. La población se sublevó contra la política de Xi Jinping de «COVID cero», especialmente la juventud china, que compitieron entre sí para expresar reivindicaciones más amplias frente a las limitaciones económicas y culturales inherentes al modelo chino de Xi Jinping.