Las directrices publicadas hoy -sólo dos semanas después del inicio de las protestas– abren un nuevo capítulo en el control de la epidemia en China.

  • Las medidas son consecuencia directa de las protestas que han expresado la exasperación ciudadana ante la política de cero-Covid. 
  • También reflejan la inquietud económica de la juventud china, ya que el desempleo entre los jóvenes de 18 a 24 años ha alcanzado una cifra récord de casi el 20%.

Estas medidas de «optimización» suponen una importante reducción de la escala de las principales herramientas de restricción sanitaria que China había puesto en marcha desde los primeros casos confirmados de Covid en 2020.

  • Suponen el abandono del código QR sanitario (健康码) en la mayoría de los lugares públicos, mientras que antes era en gran medida obligatorio.
  • También se han suavizado las medidas de aislamiento, permitiendo a las personas con síntomas leves aislarse en casa en lugar de en un centro de cuarentena. 
  • También se reducirá la frecuencia de las pruebas -que antes eran diarias-, lo que significa que se suprimirá el requisito de dar negativo en las pruebas cuando se viaja entre las provincias del país. 

Pero China no abandona del todo su política sanitaria, sino que transforma una política nacional única -fuente de frustración para la población- en favor de una política adaptada a las realidades locales. 

  • Las zonas consideradas de «alto riesgo» tendrán que delimitarse ahora con precisión en función de los edificios identificados, en lugar de abarcar a menudo todas las zonas residenciales (小区).
  • Estas zonas deben seguir sujetas a una estricta política sanitaria, basada en pruebas frecuentes y en la presentación del código QR sanitario. 

¿Está China realmente preparada para el fin de las restricciones sanitarias?

  • A 17 de marzo (últimos datos disponibles), sólo el 50,7% de las personas mayores de 80 años había recibido dos dosis de la vacuna, y sólo el 19,7% tenía el esquema completo de tres dosis recomendado para las personas vulnerables.
  • Según un estudio publicado en Nature Medicine en mayo, el levantamiento de todas las restricciones sanitarias provocaría un «tsunami» de casos de Covid-19, que causaría la muerte de 1,6 millones de personas, principalmente entre los ancianos.
  • Hasta ahora, las autoridades chinas sólo han informado de 5.232 muertes relacionadas con la pandemia1.

Este anuncio marca un giro ideológico del gobierno de Xi Jinping.

  • Es una concesión implícita a la población y una victoria para los manifestantes que cuestionaban la autoridad de Pekín.
  • Esta marcha atrás es tanto más notable cuanto que Xi había apostado la legitimidad del Partido por el éxito de esta política.
  • Para el dirigente chino, esta política representaba una verdadera campaña ideológica destinada a demostrar la superioridad del estricto control sanitario sobre las políticas sanitarias mucho más laxas de los países occidentales.

La semana pasada, durante su reunión con Xi Jinping, Charles Michel ofreció el apoyo de la Unión en la lucha contra el Covid-19.

  • El Presidente del Consejo subrayó que «en Europa, las vacunas han demostrado ser especialmente eficaces para reducir el número de casos graves y de fallecimientos relacionados con el Covid», antes de proponer a Xi Jinping la venta de vacunas producidas por laboratorios europeos.
  • Pekín se ha negado hasta ahora a aprobar vacunas extranjeras, una postura que tal vez podría cambiar si se dispara el número de casos. Sin embargo, la vacuna de Pfizer-BioNTech podría ponerse a disposición de los extranjeros residentes en China2.
Notas al pie
  1. Cai, J., Deng, X., Yang, J. et al. « Modeling transmission of SARS-CoV-2 Omicron in China », Nature Medicine, 28, 1468–1475 (2022).
  2. Selina Xu et Shirley Zhao, « China Considers Emergency Use of BioNTech Vaccine for Foreigners », Bloomberg, 14 de noviembre 2022.