Reseñas


¿Cómo se puede escribir la historia de los intelectuales cuando quienes son designados por el término lo rechazan? Aunque el término se utiliza de muchas maneras diferentes, parece estar estrechamente ligado a las luchas de la historia política y social española -desde la dictadura franquista hasta la Transición, los modos de acción que abarca evolucionan-.

En Francia, sus libros se califican de «inclasificables». Desde hace más de diez años, David van Reybrouck da voz a los actores poco conocidos de la Historia, recogiendo miles de testimonios orales. Hablamos largo y tendido con él sobre su trabajo y su método, con motivo de la traducción francesa de Revolusi, dedicada a la memoria de la independencia de Indonesia.

«Cuando viajo al extranjero, observo que, en Francia, existe una verdadera obsesión por la historia. ¿Por qué nuestra identidad es tan histórica?». En su último libro, Gérard Araud se convierte en historiador: el ex embajador repasa las oportunidades diplomáticas perdidas en la Europa de entreguerras -desde Versalles hasta Múnich-.

El periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial ha sido testigo de una profunda transformación del capitalismo. Pero esa evolución no ha estado determinada estructuralmente: si la trayectoria del capitalismo ha podido arraigarse en ciertas democracias hasta desbancar finalmente a todos los modelos rivales, es por una serie de razones contingentes que Krishnan Nayar explora en su último libro. Reseña de Branko Milanovic.

«Para que se produzca un colapso, tienen que competir distintas élites y una de ellas tiene que asegurarse el apoyo del ‘pueblo’ para ganar». Branko Milanovic ha leído el último libro de Peter Turchin, cuya ambición es proporcionar una historia cuantitativa de la desigualdad -instituyendo un modelo que se ajusta casi demasiado bien a la realidad actual de Estados Unidos-.

Mientras la obra de Suzie Miller llega a Broadway tras un éxito mundial, Agathe Cagé y Elsa Guippe cuestionan la falta de reacción que Prima Facie ha generado en Francia. Piden que se siga el ejemplo de Suecia y España para cambiar el sistema judicial y garantizar los derechos de las mujeres a liberar a la víctima de violación de la carga de la prueba -un cambio que implicará necesariamente a la sociedad civil-.

Como primera Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Catherine Ashton tuvo que coordinar la respuesta de 28 países a las crisis internacionales. Apoyándose en su experiencia como negociadora de acuerdos históricos como el del programa nuclear iraní, cuestiona ahora la propia utilidad de la diplomacia -y el «valor añadido» de la diplomacia de la Unión- desde su singular posición.