Las proyecciones del Instituto de Política Medioambiental Europea muestran que, a medio plazo, las emisiones anuales de CO2 a nivel mundial deben disminuir mucho más rápido para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2 °C 1.
- Las emisiones deben reducirse un 3,4%, o un 27% en total, para 2030 en comparación con los niveles de 2019.
- Este objetivo implica duplicar el ritmo de aumento de las emisiones de CO2 en los últimos 30 años.
- Los últimos modelos del IPCC muestran que si se siguen aplicando las políticas actuales no se evitará el aumento de las emisiones de CO2, lo que provocará un calentamiento global de 3,2°C en 2100.
Las convulsiones y respuestas geopolíticas de las últimas décadas no han podido detener el aumento de las emisiones.
- Estos modelos muestran que, a pesar del colapso de la Unión Soviética, la crisis financiera de 2008 y la pandemia del virus Covid-19 -que provocó un descenso de la actividad económica-, las emisiones de CO2 han seguido aumentando a un ritmo medio del 1,7% anual desde 1990.
- Las cumbres y los mecanismos mundiales, como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, no han podido frenar este aumento.
Como demostró Lucas Chancel en un estudio publicado en nuestras columnas el pasado mes de junio, las desigualdades globales en la huella de carbono son especialmente acusadas según el nivel de riqueza.
- Entre 1990 y la firma del Acuerdo de París en 2015, el consumo del 1% más rico supuso el doble de emisiones de carbono que el 50% más pobre.
- Alrededor de un tercio del presupuesto global de carbono destinado a limitar el calentamiento global a 1,5°C se utilizó únicamente para aumentar el consumo del decil más rico.
- Además, un reciente estudio de la Universidad de Notre Dame ha demostrado que los países en desarrollo son los más vulnerables a las catástrofes medioambientales y al aumento general de las emisiones de CO2.
El aumento de las emisiones desde 1990 se debe, en gran medida, al rápido incremento de las emisiones en China, que ha provocado reducciones compensatorias en los países más desarrollados, y a veces incluso más allá.
- Las emisiones per cápita de China son ahora equivalentes o superiores a las de muchos países europeos.
- En su hoja de ruta, Pekín pretende limitar sus emisiones para 2030 y reducirlas para 2060.
- Desde principios de año, China ha reducido considerablemente sus emisiones de CO2, con un descenso del 8% en el segundo trimestre de 2022.
Por tanto, las próximas cumbres necesitarán obtener urgentemente resultados para poder limitar el aumento de las temperaturas en las próximas décadas.
- La COP 27, que se celebrará el mes que viene en Sharm el-Sheikh, en Egipto, será una oportunidad para que los países intensifiquen concretamente sus esfuerzos para reducir las emisiones de CO2 en los próximos años.
- El calor récord de los dos últimos veranos en China y en todo el mundo ha dejado entrever la magnitud de estas consecuencias, que son más perturbadoras y generalizadas de lo que se preveía hace 20 años.
Notas al pie
- CO2 emissions need to be reduced twice as fast as the rate they have gone up since 1990, Institute for European Environmental Policy, 19 de octubre de 2022.