Este texto también está disponible en inglés en el sitio web del Groupe d’études géopolitiques.

El lugar de India en el mundo

Como dejó claro la cumbre del G20 en Nueva Delhi, el lugar de India en las relaciones internacionales es una cuestión compleja1. Sería simplista situar a una nación tan vasta y diversa como India en uno u otro bando. En realidad, India actúa en función de sus propios intereses nacionales y su política exterior así lo refleja. La posición de India en la escena internacional no consiste en elegir un bando, sino en aplicar políticas que beneficien al país, sean quienes sean sus socios. La idea de «mantenerse en el centro» es emblemática de este planteamiento. Dado el tamaño de India y la diversidad de sus relaciones, es vital mantener lazos diplomáticos con muchos países.

Sin embargo, un principio fundamental que defiende la India es la importancia de su voz y de la democracia, que es uno de sus valores fundamentales. El pueblo indio está acostumbrado a enfrentarse a situaciones complejas y llenas de matices en cuanto a asuntos internacionales se refiere, que no pueden reducirse a categorías binarias.

La concentración de la producción, la fabricación y la creación de valor en China es un reto global. 

RAHUL GANDHI

Dicho esto, la concentración de la producción, la fabricación y la creación de valor en China es un reto global. Aunque India no juzga esta evolución, reconoce que el enfoque chino de la producción va acompañado de condiciones antidemocráticas y coercitivas. Por el contrario, India intenta asegurar su producción en un entorno democrático y no coercitivo, manteniendo al mismo tiempo su competitividad global.

El reto para nosotros no es enfrentarnos a China, sino proponer un modelo de producción alternativo. India, en colaboración con Estados Unidos y Europa, debe proponer un sistema que combine libertad económica y política. Esto es esencial para la creación de empleo, el crecimiento económico y el bienestar de sus poblaciones.

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La democracia amenazada

Las amenazas a las minorías

Es urgente abordar la cuestión de la violencia contra las minorías en India, en particular las atrocidades que se están cometiendo continuamente contra la comunidad dalit. Para hacer frente a ese problema, debemos encontrar soluciones tanto sociales como institucionales.

La India por la que lucha nuestra coalición es un país en el que todos los ciudadanos, sea cual sea su origen, son tratados con dignidad y respeto. 

RAHUL GANDHI

Para abordar esa cuestión con eficacia, tenemos que transformar radicalmente la política dictada por el Estado. El Bharatiya Janata Party (BJP) y el Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS) son denunciados periódicamente por restringir la participación y la expresión de las comunidades de castas inferiores, los grupos tribales y las religiones minoritarias. En una India inclusiva, no debe tolerarse ningún ataque ni abuso basado en la casta o la religión. La India por la que lucha nuestra coalición es un país en el que todos los ciudadanos, sea cual sea su origen, son tratados con dignidad y respeto. Es un objetivo que hay que perseguir activamente.

Un objetivo: la oposición

Con este telón de fondo, ¿puede seguir describiéndose a la India como la democracia más grande y vasta del mundo, dados los retos a los que se enfrentan los miembros de la sociedad civil? Está surgiendo una tendencia preocupante, marcada por la intimidación y las amenazas, dirigida no sólo contra miembros de la sociedad civil, sino también contra figuras políticas; yo he vivido una amarga experiencia al respecto. Personalmente emprendí un viaje de 4 mil kilómetros por todo el país para sensibilizar sobre estos temas, y actualmente soy acusado por 24 casos distintos. He sido condenado por difamar al primer ministro, algo sin precedentes en la historia de la India. Recibí la pena máxima que se podía dar por este caso, que convenientemente coincidió con el número exacto de días necesarios para mi descalificación. 

Hay que decir, sin embargo, que el espíritu de la democracia está profundamente arraigado en la India. La lucha por preservar y defender la estructura democrática de nuestra nación no cesa. Estamos plenamente comprometidos con esta lucha. La batalla es dura, pero no está perdida en un momento en que nuestro sistema democrático atraviesa una terrible fase de turbulencias. 

Millones de personas, especialmente entre las generaciones más jóvenes, creen firmemente en los principios democráticos sobre los que se fundó nuestra nación y están decididos a defenderlos con una devoción inquebrantable. Por eso, aunque la lucha sea innegablemente dura, también es una oportunidad para repensar nuestro país.

El espíritu de la democracia está profundamente arraigado en la India. La lucha por preservar y defender la estructura democrática de nuestra nación no cesa.

RAHUL GANDHI

India, como muchos otros países, está siendo verdaderamente puesta a prueba. Creo firmemente que saldremos fortalecidos de esta coyuntura. Es una oportunidad para que identifiquemos las áreas que necesitamos mejorar y para que reafirmemos nuestro compromiso con los valores democráticos que definen nuestra nación.

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Asumir la complejidad de nuestra historia 

El debate sobre la posibilidad de rebautizar a la India con el nombre de «Bharat» está causando actualmente un gran revuelo en las redes sociales. Es vital entender lo que significaría un cambio de nombre de este tipo y, en particular, cómo podría influir en la posición de India en los debates mundiales. En la Constitución india se utilizan ambos nombres, «India» y «Bharat», que es una forma de subrayar que India es una unión de estados; legalmente, ambos nombres son perfectamente aceptables y reconocidos.

Lo cierto es que la polémica parece haber surgido a raíz del nombre que dimos a nuestra coalición política, INDIA (Indian National Developmental Inclusive Alliance), que llamó la atención del gobierno, llevándolo a proponer el cambio de nombre. Es la prueba de que tales decisiones a veces son motivadas por razones poco convencionales. Aunque el cambio de nombre no sirva necesariamente a un objetivo mayor, sí abre la puerta a profundos debates: la cuestión del cambio de nombre tiene una dimensión más profunda, que afecta a la esencia misma de nuestra historia e identidad. Cambiar el nombre de cualquier cosa, incluido un país, puede verse como un intento de borrar o negar realidades históricas.

La historia de la India es rica y está llena de matices. Incluye periodos de dominación colonial, una encarnizada lucha por la independencia y una relación única con la lengua inglesa. Aunque el inglés vino de Inglaterra, adquirió un carácter único en la India. Lo hablan más indios que ingleses, y lleva la impronta de la cultura, las expresiones y los matices indios. Esta versión india del inglés contiene en su interior un vasto fresco histórico, marcado por momentos de dolor, alegría, imaginación y resiliencia. Quienes abogan por un cambio de nombre quizá estén, en cierto sentido, tratando de borrar o desligarse de esta narrativa histórica, profundamente inscrita en la esencia del país.

El debate sobre el cambio de nombre de la India a Bharat tiene una dimensión más profunda, que afecta a la esencia misma de nuestra historia e identidad.

RAHUL GANDHI

Es crucial reconocer y aceptar el recorrido histórico de una nación. La historia de la India incluye siglos de dominio colonial británico. Aceptar esta historia, aprender de ella y seguir adelante me parece un enfoque más constructivo.

Redescubrir el camino de la democracia india: la coalición INDIA en 2024

El BJP hace a un lado el hinduismo de sus fundamentos

Las acciones del BJP no corresponden con los principios del hinduismo descritos en textos hindúes como el Bhagavad-Gita. El hinduismo no aboga por intimidar o herir a los más débiles. Por esta razón, no creo que el término «nacionalistas hindúes» sea una descripción apropiada para describir las acciones del BJP. Su prioridad parece ser ganar y conservar el poder, cueste lo que cueste. Están decididos a preservar la actual estructura social de la India, que tiende a favorecer el dominio de unos pocos individuos o grupos privilegiados.

Nuestra coalición no pretende desmantelar ni transformar el hinduismo. Al contrario, pretendemos promover sus valores y principios fundamentales, que incluyen la tolerancia, la compasión y el respeto para todos, sea cual sea su origen o procedencia. Creemos en la defensa de la verdadera esencia del hinduismo, garantizando que se respete y proteja la diversidad de nuestra sociedad.

Nuestra coalición no pretende desmantelar ni transformar el hinduismo.

RAHUL GANDHI

Un alegato a favor de la justicia social y la igualdad económica

Es un error pensar que la mayoría de los indios apoyan al BJP. De hecho, la coalición INDIA recibe un apoyo considerable: alrededor del 60% de la población india votaría por nuestra coalición, mientras que el 40% restante apoyaría al BJP. 

El BJP polariza la sociedad, fomenta la división y promueve el odio. Sus estrechos vínculos con capitalistas influyentes que financian y apoyan su programa complican aún más el panorama político. Es crucial comprender que Narendra Modi, aunque sea la cara visible del BJP, es sólo un instrumento de una estructura más grande. El RSS, por ejemplo, tiene una influencia significativa en la dirección política del país. 

La coalición INDIA pretende centrar su acción en la lucha contra la desigualdad, ya que una pequeña parte de la población acumula inmensas riquezas mientras la mayoría lucha contra la pobreza. Además, la coalición se esfuerza por resolver la contradicción que existe entre un crecimiento económico muy fuerte y altas tasas de desempleo, un problema que a menudo queda eclipsado por las estadísticas económicas. También queremos centrarnos en capacitar y potencializar a las comunidades marginadas, incluidas las castas inferiores, garantizando su representación y asegurándoles oportunidades en los sectores público y privado. Un principio fundamental que guía el programa de la coalición es desafiar el sistema de castas, profundamente arraigado en la sociedad india. Esto significa defender la igualdad de acceso a las instituciones y oportunidades para todos, desmantelando las estructuras opresivas que han perpetuado la pobreza y la miseria.

La coalición INDIA pretende promover la justicia social y eliminar la discriminación, incluido el sufrimiento causado por el sistema de castas.

RAHUL GANDHI

Además, a medida que India experimenta una transición histórica de lo rural a lo urbano, la coalición reconoce la necesidad de proporcionar un apoyo adecuado a dicha migración. Esto implica una inversión considerable en educación y salud, así como garantizar que el gobierno no eluda sus responsabilidades en esos ámbitos esenciales. También estamos pensando proponer una garantía de ingresos mínimos para evitar que la gente caiga por debajo de cierto umbral de pobreza.

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No sólo estamos comprometidos con la economía: nuestra coalición tiene una concepción muy amplia de la justicia social. Hay que eliminar las discriminaciones, incluido el sufrimiento causado por el sistema de castas. Nadie, ya sean minorías, castas inferiores o mujeres, debe sentirse marginado en la India, y la coalición está firmemente comprometida en abordar estas cuestiones. 

Fortalecer las instituciones en India

La estrategia y la visión que aportan los dirigentes de un país desempeñan un papel fundamental en la configuración del comportamiento y las actitudes de la población. El ambiente actual refleja una sensación de impunidad, en la que los individuos creen que pueden actuar sin sufrir las consecuencias. Sin embargo, si los dirigentes decidieran cambiar de rumbo e insistir en la importancia de respetar los derechos y la diversidad, el comportamiento cambiaría en consecuencia. En última instancia, se trata de inculcar un sentido colectivo de responsabilidades.

Hay que eliminar las discriminaciones, incluido el sufrimiento causado por el sistema de castas.

RAHUL GANDHI

En los últimos años hemos asistido a una preocupante erosión de la neutralidad en el seno de las instituciones indias. Para remediarlo, tal vez sea necesario dar ejemplo y garantizar que quienes han puesto en peligro la integridad de las instituciones sufran las consecuencias de sus actos. Esto enviaría un mensaje claro: las violaciones de los valores fundamentales de la India no quedarán impunes. No se trata sólo de hacer frente a los problemas inmediatos, sino también de proteger los principios a largo plazo del laicismo y de inclusión, esenciales para la identidad del país.

Descentralizar el poder y luchar contra los monopolios

Al imaginar una India progresista, debemos reconocer en primer lugar que la verdadera esencia de la gobernanza democrática reside en el principio de descentralización, que no significa minimizar el papel del Estado. Se trata más bien de promover un Estado que intervenga en múltiples niveles, garantizando una gobernanza más inclusiva y anclada en las necesidades reales de nuestras comunidades.

Desde mi experiencia como miembro del parlamento en Kerala, siempre he pensado que cualquier decisión que afecte a mi circunscripción debe dialogarse primero con las comunidades locales. Un acercamiento vertical suele alienar a las mismas personas a las que pretende servir. Por el contrario, la verdadera democracia prospera cuando las decisiones se toman en consulta con las bases, evitando así acciones arbitrarias o unilaterales.

Aunque la India se haya resistido históricamente a los monopolios, las tendencias recientes son preocupantes. Por ejemplo, es alarmante observar la influencia desproporcionada que han adquirido determinados agentes económicos, siendo el grupo Adani un ejemplo importante. Su presencia en numerosos sectores y su capacidad para organizar maniobras financieras a gran escala exigen vigilancia, sobre todo porque a menudo se han puesto en evidencia los estrechos vínculos entre esas enormes empresas y altos funcionarios. 

En política, un acercamiento vertical suele alienar a las mismas personas a las que pretende servir.

RAHUL GANDHI

Las políticas gubernamentales tienen un profundo impacto en nuestro panorama económico. Tomemos como ejemplo el Impuesto sobre Bienes y Servicios. Aunque se concibió como una simplificación del sistema tributario, ha creado involuntariamente, retos para las pequeñas y medianas empresas, sobrecargándolas con costos de cumplimiento más elevados que los que tienen los gigantes del sector. Del mismo modo, la desmonetización, aunque se anunció como una medida contra el dinero negro, ha allanado indirectamente el camino a los actores dominantes, relegando a nuestras pequeñas empresas a los márgenes. Tales decisiones políticas pueden distorsionar la distribución de la riqueza, beneficiando a unos pocos, mientras que muchos se enfrentan a retos insuperables. 

Sin embargo, es alentador observar que no todas las políticas siguen este camino. La Ley Nacional de Garantía del Empleo Rural y las iniciativas sobre el derecho a la alimentación son brillantes ejemplos de cómo las intervenciones gubernamentales pueden garantizar una distribución más justa de la riqueza. Sin embargo, los errores en la aplicación de impuestos sobre bienes y servicios y ciertas concesiones durante crisis como la pandemia de Covid-19 subrayan la urgente necesidad de una política más equilibrada.

En conclusión, la distribución de la riqueza en nuestra gran nación depende de las decisiones políticas que tomemos. Hemos visto las dos caras de nuestras decisiones, las que defienden los principios de equidad y las que consolidan involuntariamente la riqueza. De cara al futuro, debemos comprometernos con políticas bien fundadas, inclusivas y sensatas que garanticen que los frutos de nuestro progreso colectivo sean compartidos por todos y no por una estrecha élite.

Notas al pie
  1. Este texto es una síntesis de las palabras pronunciadas por Rahul Gandhi en su recepción en Sciences Po París, durante los debates con Arancha González Laya, Christophe Jaffrelot y estudiantes.