
Mientras Madagascar debe celebrar nuevas elecciones presidenciales a finales de 2023, el país se ve acosado por numerosas dificultades. El Estado malgache, que se encuentra al borde de la quiebra, lucha por garantizar la seguridad alimentaria y amortiguar los choques socioeconómicos de una reforma agraria. A pesar de sus preciados recursos, la posición de la isla en los mercados internacionales amenaza ahora a la población.