• Exportaciones. En marzo de 2023, las exportaciones chinas se dispararon un 14,8% en dólares en comparación con marzo de 2022. Los economistas habían pronosticado inicialmente una caída de las exportaciones de más del 7%; el aumento se debió en parte a las mayores exportaciones a los países del sudeste asiático y a la continua demanda de Corea del Sur y Europa1.
  • Estrategia tecnológica. El 10 de abril, Xi Jinping visitó la provincia meridional de Guangdong. Guangdong, la provincia más rica de China, está en el centro de la estrategia tecnológica de Xi en materia de inteligencia artificial y big data; según el líder chino, debería permitirle «reforzar la autonomía y el poder del país en el ámbito de la ciencia y la tecnología»2.
  • Tesla. El 9 de abril, la empresa de vehículos eléctricos Tesla anunció la construcción de una fábrica de baterías en Shanghái, cuya puesta en marcha está prevista para el tercer trimestre de 2023. China es un mercado importante para Tesla; su planta de producción en los suburbios de Shanghái fabricó casi 711.000 coches el año pasado, el 52% de su producción mundial, a pesar de la ralentización de la producción debida a la política de «cero-coche».
  • Fusión nuclear. El 12 de abril, el «sol artificial» de China, un avanzado tokamak experimental superconductor (EAST) situado en la ciudad oriental china de Hefei, mantuvo con éxito un plasma extremadamente caliente durante casi siete minutos, lo que supone un gran paso hacia la construcción de reactores de fusión termonuclear de bajo coste. Con el diseño de su China Fusion Engineering Test Reactor (CFETR), China espera poner en marcha en 2035 el primer reactor de fusión del mundo, capaz de generar 2 GW por sí solo3.
  • Bancos centrales. Esta semana, en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington, el gobernador del Banco Popular de China, Yi Gang, se reunió con el presidente de la FED, Jerome Powell, por primera vez desde 2020. Según el comunicado del BPC4, bastante esquivo, Yi y Powell hablaron de la situación económica y financiera de ambos países.
  • Inteligencia artificial. Según un artículo publicado el jueves en el periódico oficial del Ejército Popular de Liberación (EPL), los militares chinos están considerando utilizar ChatGPT con fines militares. En su artículo, Mao Weihao, profesor del Colegio de Mando del Ejército en Nanjing, escribe que el software estadounidense podría utilizarse como «sistema de inteligencia en el campo de batalla y para planificar la guerra cognitiva»5.
  • Talibanes. El jueves, en una reunión cuadrilateral con sus homólogos ruso, iraní y pakistaní en Uzbekistán, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, hizo una propuesta de cuatro puntos sobre cuestiones afganas, tocando el tema de la lucha antiterrorista y pidiendo a Estados Unidos que levantara sus sanciones. Qin también instó a los talibanes en el poder a establecer un gobierno «más integrador», al tiempo que reiteró que «no son la causa principal de la cuestión afgana»6.
  • Lula en China. El martes, el Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó a China y se reunió hoy en Pekín con Xi Jinping. El objetivo declarado es la «formación de un grupo de naciones» para poner fin a la guerra en Ucrania, aunque Brasil se ha mantenido en una posición de limbo desde el inicio del conflicto, negándose a oponerse públicamente a Putin y a la invasión rusa. En las conversaciones con Xi, Lula también criticó abiertamente «la presión del FMI», cuestionando «el uso del dólar estadounidense para el comercio»7.
  • Taiwán. Del 8 al 10 de abril, el Ejército Popular de Liberación llevó a cabo tres días de maniobras militares en torno a Taiwán (la operación se denominó «United Sword«), tras el encuentro entre la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, en California el 5 de abril. Para muchos observadores, estas maniobras militares en torno a Taiwán constituyen una escalada sustancial y «bélica»8; el 11 de abril se avistaron 91 aviones y 8 barcos en torno a Taiwán.
  • Autonomía estratégica. Durante su viaje a China, el presidente francés afirmó que «Europa no debería alinearse con Estados Unidos o China en caso de conflicto en torno a Taiwán», abogando en su lugar por la «autonomía estratégica» de la Unión. La postura de Emmanuel Macron fue unánimemente bien acogida por los observadores chinos próximos al Partido, y el periodista del China Daily Chen Weihua afirmó en Twitter que reflejaba «la oposición a una nueva Guerra Fría»9, un lenguaje utilizado por Pekín para tratar de socavar el bloque occidental liderado por Estados Unidos. Por su parte, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, adoptó una postura más dura respecto a Taiwán durante su visita del viernes 14 de abril, afirmando que un «cambio unilateral y violento del statu quo sería inaceptable para [los] europeos».