Perspectivas sobre la actualidad


China, India, Indonesia, Brasil, Sudáfrica, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos se niegan a sacrificar sus intereses de seguridad y desarrollo para sancionar a Rusia. Incluso creen que su poder de negociación les permitirá obtener acuerdos comerciales, tecnológicos y armamentísticos más interesantes de Occidente. Aspiran al dominio regional y creen que una posición no alineada sirve mejor a sus intereses nacionales.

Estos países representarán tres cuartas partes de la población mundial y el 60% de la economía mundial en 2030. Es urgente entender su posicionamiento.

El año 2022 marca un hito histórico cuya importancia parece difícil de sobreestimar. La crisis climática está trastornando la estructura misma de las rivalidades geopolíticas al aumentar la amenaza de una guerra en la que todos los actores perderían -o de una paz imposible en un mundo perpetuamente inestable-. Pierre Charbonnier presenta el nuevo número de la revista GREEN, publicada por el Grupo de estudios geopolíticos.

La pandemia y la guerra reconfiguran la globalización económica. Los límites de los espacios relevantes se están reduciendo. Las dependencias y vulnerabilidades se están reduciendo en todos los ámbitos. En la infraestructura de estos movimientos brutales, la escena global de la competencia narrativa de las representaciones se está activando -más que nunca-. Una perspectiva de Michel Foucher.

Manuela Royo, influyente miembro de la Convención Constitucional chilena, analiza uno de los problemas centrales que el nuevo texto permite abordar: la privatización del agua. En este día de votación, sostiene que la Constitución pondría fin definitivamente a un sistema de apropiación que conduce a la destrucción de los ecosistemas.

Aunque sigue siendo no vinculante y no será necesariamente una herramienta eficaz para presionar a Pekín, el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, basado en hechos y bien documentado, concluye que «se han cometido graves violaciones de los derechos humanos» en Xinjiang que pueden constituir «crímenes contra la humanidad». Es la primera vez que la agencia de la ONU avala y confirma lo que se ha demostrado en anteriores investigaciones no oficiales.