En Polonia, manifestaciones a dos semanas de las elecciones. 10 puntos clave

La Coalición Cívica (KO), liderada por Donald Tusk, organiza hoy una gran manifestación en Varsovia, la «Marcha del millón de corazones», en un intento de movilizar a su electorado de cara a las elecciones legislativas del 15 de octubre. Además, a partir de mañana, los polacos de la tercera edad podrán solicitar el voto por correo o recibir transporte gratuito a su colegio electoral. La carrera electoral se acelera, aunque no parece perfilarse ningún escenario fiable y nadie sabe quién gobernará Polonia este otoño.

1 – ¿A quién votan los polacos? 

Los polacos elegirán a los 460 diputados que componen la Cámara Baja del Parlamento, el Sejm, así como a 100 senadores. Para el Sejm, el voto es un sistema proporcional de mayoría relativa: los polacos votan en 41 circunscripciones a candidatos necesariamente afiliados a un partido o coalición. A nivel nacional, se suman todos los votos obtenidos por cada partido político (independientemente de las circunscripciones), lo que da un reparto nacional de escaños en el Sejm. Una regla muy importante es que sólo se incluyen los partidos con al menos el 5% de los votos nacionales, y las coaliciones con al menos el 8%¹. Una vez establecido el número de escaños por partido, los ocupan los diputados mejor elegidos de cada partido. Cada polaco vota a un candidato en su circunscripción, y el candidato más votado en la primera vuelta –aunque no tenga mayoría absoluta– es elegido. Por último, hay que señalar que los polacos se pronunciarán en cuatro referendos, que el gobierno organiza principalmente para movilizar a su electorado, y que la oposición pide en gran medida que sean boicoteados².

2 – ¿Cuáles son los contendientes? 

Cinco grandes coaliciones se enfrentan en las elecciones. El partido nacional-conservador Ley y Justicia (PiS), que domina la coalición conocida como Derecha Unida y actualmente encabeza el Gobierno polaco, busca una tercera victoria en las elecciones al Sejm, tras las de 2015 y 2019. Su principal oponente es la Coalición Cívica (KO), cuyo principal partido es la Plataforma Cívica (PO), presidida por Donald Tusk, ex primer ministro polaco y presidente del Consejo Europeo. Históricamente de centro-derecha, y todavía miembro del Partido Popular Europeo (PPE), la KO se ha desplazado hacia el centro en una serie de cuestiones como el aborto, al tiempo que se mantiene muy apegada a las cuestiones de seguridad nacional. En segundo lugar, la Izquierda es una coalición socialdemócrata bastante clásica, mientras que la Tercera Vía es otra formación centrista con algunas diferencias respecto a la KO. Por último, la Confederación es una alianza proteica de extrema derecha, antisistema, antitodo, que combina ultranacionalismo y ultraliberalismo económico.

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3- ¿Qué nos dicen las encuestas? 

Actualmente, el agregador de sondeos Politico Poll  of Polls da un 38% de los votos a la coalición Derecha Unida, por delante de la Coalición Cívica (KO), a la que otorga un 30%. Las otras tres coaliciones le siguen de cerca: la Izquierda (10%), la Tercera Vía (10%) y la Confederación (9%). Centrándonos en el Sejm, el reparto de los 460 escaños sería el siguiente: 180 para Derecha Unida, 142 para KO, 48 para Izquierda, 47 para Tercera Vía y 43 para Confederación³.

4- ¿Qué posibilidades tendría una coalición muy de derechas? 

La Derecha Unida, y por tanto el PiS, debería ser el partido líder en las elecciones sin demasiadas sorpresas. Pero no podrá gobernar en solitario y, en cualquier caso, tendrá que mantener conversaciones con Confederación. Sin embargo, dado el estado actual de los sondeos, una coalición entre ambos partidos obtendría 223 escaños, que no bastarían para formar una mayoría absoluta (231 escaños). Tal alianza oficial entre los dos partidos parece inverosímil, dadas sus diferencias en política económica y, sobre todo, en el liderazgo del electorado de derechas por el que compiten, como explican Kamil Dziubka y Marcin Kącki. Sin embargo, las retiradas y los cambios de partido tras las elecciones no son imposibles, ya que existen claras similitudes programáticas, en términos de conservadurismo social y, en algunos casos, de diplomacia, por ejemplo. Durante un tiempo, Confederación estuvo a la cabeza de las encuestas, con un 14%, y se le consideraba el tercer hombre de las elecciones; no se puede descartar un repunte el día de los comicios. Buscando mantenerse en el poder a toda costa, el partido de Kaczyński podría intentar llegar a un compromiso con Confederación, aunque no haya pruebas tangibles de un acuerdo hasta la fecha.

5 – ¿Veremos la formación de una gran coalición centrista? 

La KO, la Izquierda y la Tercera Vía, sin haber firmado explícitamente un acuerdo, son buenos candidatos a formar una alianza para un gobierno conjunto: reunirían entonces 237 escaños, superando el umbral de la mayoría (231 escaños). Sin embargo, esta mayoría es exigua, sobre todo porque las difíciles negociaciones podrían dar lugar a algunas retiradas de cada uno de los partidos antes de la votación sobre el gobierno. Además, el umbral de elegibilidad del 8% para las coaliciones podría destruir las posibilidades de KO de gobernar: si la Tercera Vía o la Izquierda, ambas anunciadas con un 10% de los votos, obtuvieran en realidad sólo el 7,99%, no tendrían representación alguna en el Sejm.

6 – ¿Habrá pronto un Primer Ministro? 

Toda predicción se ve frustrada por un nuevo sondeo cada día, por lo que las últimas encuestas sugieren una indecisión entre una improbable coalición que va de la derecha a la extrema derecha, y una frágil coalición sobre el papel en torno a KO. En cualquier caso, el Presidente de la República, Andrzej Duda, independiente pero próximo al PiS (y antiguo miembro del mismo), dispondrá de 14 días tras la apertura de la legislatura para nombrar a un posible Primer Ministro, que tendrá entonces 14 días para presentar su Gobierno y su programa, y obtener la mayoría absoluta de los votos en el Sejm. De no producirse una aplastante derrota del PiS el 15 de octubre, se espera que Duda invite a un miembro de ese partido a formar gobierno. Si fracasa el voto de confianza, la Dieta dispondrá de 14 días para proponer un nuevo candidato, que tendrá otros 14 días para ganarse la confianza de la mayoría absoluta. Si fracasa, el Presidente de la República propondrá un tercer candidato, que esta vez tendrá que obtener la mayoría simple. Si fracasa, Polonia volverá a convocar nuevas elecciones. En teoría, esto deja 5 por 14 días, es decir, más de 2 meses, para que los partidos lleguen a un acuerdo. Sin hacer política-ficción, es sobre todo en la segunda vuelta de las candidaturas, cuando le tocará al Sejm decidir, donde residen las posibilidades de una gran coalición liderada por KO. Si fracasa en ese punto, es muy probable que el Presidente vuelva a invitar al PiS a formar gobierno, y no se puede descartar una mayoría simple si, durante las semanas de negociaciones, el mayor partido de Polonia ha logrado obtener el consentimiento (o la abstención) de diputados de varios grupos, a falta de lo cual se formará un programa y una coalición de gobierno.

7 – ¿Quién vota a quién? 

La sociología electoral ofrece algunas pistas interesantes. En las elecciones legislativas de 2019⁴, PiS se reveló como un partido que atraía por igual a hombres y mujeres. Los electorados de KO y de la Izquierda estaban ligeramente más feminizados, mientras que dos tercios de los votantes de la Confederación eran hombres. En términos de edad, PiS es el partido de los mayores: el 56% de los votantes de más de 60 años votaron al PiS. Por el contrario, casi el 40% de los electores menores de 30 años votaron a Izquierda o Confederación. La KO ganó en las ciudades (ni una sola gran ciudad tiene alcalde del PiS), mientras que el PiS ganó en el campo y en los pueblos pequeños. Sorprendentemente, las recientes encuestas sobre las elecciones de 2023 no ofrecen una imagen completa de la demografía básica de los votantes, a excepción de la edad y el sexo. A pesar del recorte de los derechos de la mujer bajo el PiS, en particular el derecho al aborto, una media del 39% de las mujeres polacas dijeron que votarían al PiS, frente al 31% de los polacos. Sin embargo, las principales diferencias se dan entre la Confederación (cada vez más dominada por hombres) y la Izquierda (cada vez más dominada por mujeres). En junio, otro sondeo interesante se centró en los nuevos votantes, es decir, los que tienen entre 18 y 21 años y van a votar por primera vez. El 30% de ellos estaban indecisos, pero la Confederación era su primer partido preferido (31%), por delante de la Coalición Cívica y la Izquierda.

8 – ¿Cómo es el clima institucional en Polonia? 

Polonia, dirigida por el PiS, está inmersa en una batalla legal con la Comisión sobre el respeto del Estado de Derecho en el país. Las principales críticas al gobierno polaco se refieren al cuestionamiento de la independencia del poder judicial, así como a la falta de neutralidad de los medios de comunicación públicos, en particular del canal de televisión TVP. La comisión sobre la influencia rusa fue un ejemplo más. En su discurso en la Universidad de Heidelberg, el Primer Ministro Morawiecki justificó las reformas del sistema judicial y criticó las presiones impuestas por un «superestado centralizado», reflejo de una visión de la democracia que es la del poder a través de las urnas y que excluye la perspectiva de contrapesos independientes. Desde la campaña, se han levantado varias barreras, y la policía se ha llevado, por ejemplo, a un diputado de la oposición que protestaba al margen de un acto organizado por el Primer Ministro⁵, mientras que en los programas de TVP, un viceministro y luego un presentador colocaron una bandera alemana delante de un candidato de KO⁶. Para Jarosław Kuisz, «los populistas no intentan amañar las elecciones, amañan la campaña electoral»⁷. Esta situación reduce la visibilidad mediática de KO, así como sus medios de acción, porque no controlan el aparato del Estado. Por otra parte, el programa de KO afirma que «las violaciones de la Constitución y del Estado de Derecho serán rápidamente abordadas y llevadas ante la justicia» y quiere llevar ante la justicia a toda una serie de políticos, entre ellos Duda, Morawiecki, Kaczyński y Ziobro. También quiere dejar de «financiar la fábrica de mentiras y odio en que se han convertido la TVP y otros medios públicos»⁸.

9 – ¿Cómo se involucró la inmigración en la campaña? 

El Gobierno se ha visto recientemente en el centro de una polémica por acusaciones de corrupción en la concesión de visados a inmigrantes de origen africano o asiático, al tiempo que ha denunciado constantemente el Pacto Europeo de Migración y Asilo y lo que considera consecuencias de la inmigración y el multiculturalismo para la seguridad de los ciudadanos de Europa Occidental. Por otra parte, KO no parece ser más liberal que PiS en materia de inmigración y, en muchos aspectos, incluso considera que PiS es laxo. El programa de KO menciona «la afluencia incontrolada de inmigrantes a Polonia» y Tusk ha declarado que «los polacos deben recuperar el control de su país y sus fronteras». Una alianza de gobierno con la Tercera Vía y la Izquierda, más abierta en estos temas, podría modificar ligeramente estas declaraciones. 

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10 – ¿Qué política económica para Polonia? 

Además de los temas que dominan los telediarios, la cuestión económica es uno de los principales criterios de elección de los electores polacos, y en esta campaña llueven declaraciones de todos los bandos. El PiS es un partido muy comprometido con el gasto social; incluso ha reequilibrado el sistema fiscal para aumentar los impuestos a los más ricos y reducirlos a los más pobres y a las clases medias. Su programa de dar 500 zlotys por hijo es muy popular, y la asignación aumentará a 800 zlotys en enero de 2024. Actualmente, el Gobierno subvenciona fuertemente el combustible, hasta el punto de crear escasez en algunas estaciones. Una de las principales promesas de esta campaña es la gratuidad de los medicamentos para jóvenes y ancianos, y la reducción de la edad de jubilación. Este apego al gasto público podría ser uno de los principales puntos de divergencia durante las negociaciones con Confederación, ya que una franja importante de esta última es propiamente libertaria en economía. KO, por su parte, procede del centro-derecha liberal. Una de las principales medidas de su programa es un aumento significativo del umbral de exención del impuesto sobre la renta. KO también quiere reducir el alcance del impuesto sobre las plusvalías. Consciente del éxito de las medidas sociales del PiS, KO no es ajena al gasto público: quiere conceder 1.500 zlotys al mes a cada mujer para guarderías, e introducir una subvención de 600 zlotys para los jóvenes que alquilen un piso. KO insiste en que se liberen los fondos europeos del plan de recuperación pospandémica para financiar una amplia gama de políticas públicas, otra cuestión importante de la campaña que demuestra hasta qué punto la política nacional polaca está entrelazada con la europea, y hasta qué punto el resultado del 15 de octubre remodelará, o no, los contornos de nuestra Unión.