Doctrinas de la China de Xi Jinping

La doctrina de Pekín para armamentizar el Sur global

Doctrinas de la China de Xi | Episodio 36

De las Rutas de la Seda al banco de los BRICS, Xi está infundiendo la idea de una "comunidad de destino de la humanidad" al servicio de una gobernanza mundial dominada por Pekín. La recomposición geopolítica tras la invasión de Ucrania ha hecho resurgir una nueva carta con la que China se lo juega casi todo: el Sur.

Autor
Alexandre Antonio
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© FRED DUFOUR/POOL PHOTO VIA AP

Zhang Guihong (1965-) es profesor y director del Centro de Estudios de las Naciones Unidas de la Universidad de Fudan. Antes de incorporarse a Fudan, en 2006, trabajó en la Universidad de Zhejiang como subdirector de su Instituto de Política Internacional. También, es miembro de la Junta Directiva de la Asociación de las Naciones Unidas de China y vicepresidente y Secretario General de la Asociación de Investigación de las Naciones Unidas de Shanghai.

Éste es un artículo que se publicó en abril de 2023 y que se republicó el 3 de mayo en el sitio web del Fudan Institute of Belt and Road & Global Governance (BRGG), un centro de investigación auspiciado por la Universidad de Fudan, en Shanghai. Se trata de un nuevo think tank dedicado a investigar el lugar de China en las Nuevas Rutas de la Seda y en la gobernanza global. Este think tank retoma muchos de los términos que el Partido utiliza para fomentar su iniciativa de civilización global al comprometerse a «promover la construcción colaborativa de las Nuevas Rutas de la Seda, el papel proactivo y constructivo de China en la gobernanza global y la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad».

En el pasado, si bien los funcionarios chinos se han abstenido de votar las resoluciones de la ONU que condenan la agresión de Rusia, el revire de esta semana en el reconocimiento de la agresión rusa en Ucrania presagiaría una nueva estrategia centrada en una idea más antigua de «comunidad de destino para la humanidad» (人类命运共同体; que surgió, en 2012, en el discurso oficial del Partido, antes de consagrarse, en 2018, en el prefacio de la Constitución de la RPC) y que encajaría con esa imagen de «mediador constructivo y respetable» que Pekín pretende construir en la ONU.

Según Zhang, esta «comunidad de destino para la humanidad» abarcaría «países contiguos y de la zona Asia-Pacífico hasta los de la OCS y los BRICS, pasando por socios de China-África, China-América Latina y de China-Arabia Saudita». En esencia, Pekín pretende demostrar su competencia para posicionarse en todas las cuestiones de «política, seguridad, economía, cultura y ecología» ampliando sus asociaciones económicas y estratégicas en el marco de las Nuevas Rutas de la Seda, desarrollando instituciones internacionales alternativas (BRICS, Banco Asiático de Inversiones) y ofreciendo su mediación en los grandes conflictos mundiales, en la secuencia de su «plan de paz» y en la llamada telefónica entre Xi y Zelensky del pasado jueves. 

Este año, se cumple el décimo aniversario de la idea del presidente Xi Jinping de construir una comunidad de destino humano. Ante la evidente escasez de bienes públicos mundiales y el grave déficit de gobernanza mundial en el contexto de los cambios sin precedentes del último siglo, el concepto de comunidad de destino humano se ha convertido en una brújula para la gobernanza mundial, ya que señala los objetivos, las direcciones y las vías de avance de la gobernanza mundial en una situación difícil.

La «comunidad de destino para la humanidad» (人类命运共同体) es un elemento de la diplomacia china que surge, en 2012, en el discurso oficial del Partido, antes de consagrarse, en 2018, en el prefacio de la Constitución de la RPC. El Partido lo presenta como una gobernanza mundial alternativa que se inspira en la cultura china y en la noción de desarrollismo.

En la última década, el destino común de la humanidad se ha convertido en un consenso y una realidad cada vez más claros para la comunidad internacional. De la seguridad tradicional a la no tradicional, de la erradicación de la pobreza a la igualdad de género, de la equidad educativa a la protección del medio ambiente, de la energía limpia a la acción por el clima, la gobernanza mundial aspira a construir un futuro mejor de desarrollo pacífico compartido, equidad y justicia, igualdad y de libertad mediante soluciones prácticas y eficaces para los problemas mundiales. Del concepto de «aldea global» al de «construir y compartir juntos», también, refleja la tendencia hacia la interdependencia mundial. Ya sea que se trate de afrontar los retos mundiales, de formular normas o de aplicar programas globales o regionales, las acciones de gobernanza mundial deben ser llevadas a cabo por una comunidad de destino humano con intereses, responsabilidades y valores compartidos. Las distintas organizaciones internacionales que desempeñan funciones de gobernanza global constituyen la forma básica de la «comunidad».

De 2021 a 2023, el presidente Xi propuso la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global en el debate general de la 76ª sesión de la Asamblea General, en el Foro de Boao para Asia y en el Diálogo de Alto Nivel entre el Partido Comunista de China y los partidos políticos del mundo, lo que enriqueció, desarrolló y mejoró aún más el concepto de comunidad de destino humano.

Xi Jinping presentó su «Iniciativa de Civilización Global», basada en «respetar la diversidad de las civilizaciones y valorar el patrimonio de las civilizaciones para mantener una sólida cooperación internacional entre los pueblos», que el Global Times puso como un imperativo para responder al «resurgente choque de civilizaciones».

Los principales elementos de la Iniciativa de Desarrollo Global incluyen la adhesión a la prioridad de desarrollo, el enfoque centrado en las personas, la inclusión, la innovación, la armonía entre las personas y la naturaleza y la orientación a la acción. Estos «seis énfasis» revelan las lagunas y deficiencias de la actual gobernanza mundial y «prescriben el remedio adecuado» para proporcionar las ideas clave que permitan alcanzar el objetivo de una comunidad mundial de desarrollo. La Iniciativa de Seguridad Global hace hincapié en la adhesión al concepto de seguridad común, integrada, cooperativa y sostenible y al de respeto a la soberanía y a la integridad territorial de todos los países, en la adhesión a los propósitos y principios de la Carta de la ONU, a la importancia de las preocupaciones legítimas de seguridad de todos los países, a la resolución de disputas y diferencias entre países por medios pacíficos, el diálogo y la consulta y al mantenimiento integrado de la seguridad tanto en áreas tradicionales como no tradicionales. Estos «seis énfasis» abordan el dilema actual de la gobernanza de la seguridad mundial y proponen las principales vías para salir del problema de la seguridad y avanzar hacia el objetivo de una comunidad de seguridad mundial. La Iniciativa para la Civilización Global defiende un alegato común en favor del respeto a la diversidad de las civilizaciones del mundo, de la promoción de valores comunes para toda la humanidad, de la importancia del patrimonio, de la innovación de las civilizaciones,  del fortalecimiento del intercambio y de la cooperación humanística internacional. Estos «cuatro motivos comunes» proponen una estrategia básica para alcanzar el objetivo de una comunidad de civilizaciones humanas frente a las divisiones y conflictos de un mundo caótico.

Las tres iniciativas proporcionan un itinerario para construir una comunidad de destino humano e inyectar estabilidad y certidumbre en un mundo agitado y cambiante.

En la última década, el concepto de comunidad de destino también ha dado buenos resultados en la práctica. La construcción de una comunidad de destino se ha extendido a la mayor parte del mundo: desde el mar y el ciberespacio hasta la salud y la vida humanas y naturales, la construcción de una comunidad de destino ha abarcado muchas áreas clave de la supervivencia y el desarrollo humanos.

Los países de la OCS, de la que China es miembro, comparten una visión del multilateralismo muy diferente, y, a veces, opuesta, a la del G20. En concreto, defienden una agenda mucho más orientada a la seguridad, dirigida a «respetar la soberanía nacional y la integridad territorial» y enfatizan una identidad común entre sus miembros, basada en «lazos civilizacionales, culturales y espirituales milenarios».

En la gran práctica de construir una comunidad de destino para la humanidad, las organizaciones internacionales siempre han desempeñado un papel clave y único, un papel insustituible.

Las organizaciones internacionales son un lugar importante para la práctica y la construcción de una comunidad de destino para la humanidad. Las organizaciones internacionales son un producto de la civilización y del progreso humano, una manifestación de la democratización de las relaciones internacionales y del Estado de Derecho, así como una importante plataforma y una fuerza fundamental para promover la gobernanza mundial y construir una comunidad de destino para la humanidad. Mediante la organización de conferencias internacionales, la práctica de la cooperación y la codificación del derecho internacionales, la formulación de principios y directrices para las relaciones internacionales, la defensa de los valores globales y la promoción de la agenda global, las organizaciones internacionales proporcionan gobernanza global en diversas áreas que implican a la humanidad transnacional y global, como las de seguridad, desarrollo, derechos humanos, medio ambiente, educación y salud. Ante nuevas circunstancias y retos, como el rápido desarrollo de nuevas tecnologías y la intensificación de la competencia estratégica entre las grandes potencias, las organizaciones internacionales se enfrentan a cambios y transformaciones. La propia gobernanza mundial, también, se enfrenta a nuevas características y tendencias, como déficits, fracasos, fragmentación y regionalización, y urge colmar las lagunas mediante un multilateralismo integrador y conectado para lograr una gobernanza mundial más profesional y eficaz.

El concepto de comunidad de destino humano debe traducirse en normas y reglas de gobernanza global a través de las organizaciones internacionales. La defensa por parte de China del concepto de gobernanza global basada en el acuerdo mutuo, la construcción y el reparto encarna el espíritu y los valores del concepto de comunidad de destino humano. La clave para convertir el concepto en acción reside en las reglas y normas. La gobernanza mundial es, ante todo, una gobernanza de reglas y normas. Las reglas y normas internacionales encarnan el máximo común denominador de los intereses y aspiraciones de todos los países y son el resultado del consenso alcanzado mediante consulta y negociación, lo que se convierte en la guía de acción para regular el comportamiento de todos los países y gestionar las relaciones entre los actores. El concepto de comunidad de destino humano y el nuevo concepto de desarrollo, seguridad y civilización plasmados en las tres grandes iniciativas podrán demostrar una mayor vitalidad e influencia si se traducen en reglas y normas internacionales en la gobernanza mundial. La diplomacia multilateral de China en la nueva era tiene la importante tarea de difundir activamente el concepto de comunidad de destino humano, de hacer que todos los países lo entiendan y lo acepten universalmente, de convertirlo en el consenso de la comunidad internacional y de participar en la formulación, mejora y cambio de reglas y normas internacionales por medio de organizaciones internacionales.

El pasado mes de marzo, China acogió las conversaciones entre Irán y su principal rival en Medio Oriente, Arabia Saudita. China se encontró en un «papel de mediación», una posición que Xi Jinping intenta explotar, ahora, en el contexto de la guerra en Ucrania y que se manifiesta en las formulaciones de la «Iniciativa de Seguridad Global» y de la «Iniciativa de Civilización Global». 

La cooperación de China con las organizaciones internacionales para promover conjuntamente la construcción de una comunidad de destino humano tiene una importancia ejemplar. En los últimos diez años, el concepto de comunidad de destino humano se ha consagrado en las resoluciones y documentos de muchas organizaciones internacionales, entre ellas, las Naciones Unidas, lo que ha proporcionado una base sólida y una garantía firme para la cooperación de China con las organizaciones internacionales en la promoción de la construcción de una comunidad de destino humano. En los últimos diez años, China ha llevado a la práctica la cooperación con organizaciones internacionales liderando la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, del Centro Mundial de Conocimiento e Innovación en Geoinformación de la ONU, de la Conferencia Internacional de Internet, del Instituto para la Cooperación y el Desarrollo Sur-Sur, del Centro Internacional de Conocimiento para el Desarrollo, así como el lanzamiento del Fondo para el Desarrollo Global y la Cooperación Sur-Sur, de la Iniciativa Amigos del Desarrollo Global y del Instituto Internacional de Mediación. Hemos proporcionado bienes públicos tangibles para la gobernanza mundial y hemos ejemplificado la construcción de una comunidad de destino humano.

A través de una defensa y difusión activas a escala internacional, en especial, en actos multilaterales, el concepto de comunidad de destino obtiene cada vez más reconocimiento y apoyo por parte de un número creciente de países y personas. En la actualidad, el mundo se encuentra en una nueva encrucijada y la gobernanza mundial está en un punto de inflexión en la historia; el concepto de comunidad de destino humano seguirá aportando, sin duda, estabilidad y certidumbre para un mundo de transformación y para una gobernanza mundial cambiante.

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