Titulada «Cooperación entre las Naciones Unidas y el Consejo de Europa», la resolución A77/L65 no se refiere principalmente a la guerra en Ucrania, que se menciona en su preámbulo: «Considerando también que las dificultades sin precedentes a las que se enfrenta actualmente Europa como consecuencia de la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania, y anteriormente contra Georgia, y la terminación de la pertenencia de la Federación de Rusia al Consejo de Europa, exigen una mayor cooperación entre las Naciones Unidas y el Consejo de Europa.»

Las cláusulas del preámbulo (escritas en presente) no tienen la misma fuerza que las llamadas cláusulas «operativas» (escritas en presente) que ocupan la segunda parte de las resoluciones. Pero si la resolución A77/L651 no condena la invasión, supone un cambio de política por parte de China -así como de otros aliados rusos que votaron a favor de esta resolución como Armenia o Kazajstán- que nunca la habían reconocido como una agresión en Naciones Unidas.

  • Tras abstenerse en una primera votación sobre si el párrafo 9 (mencionado anteriormente) debía incluirse en la resolución, estos tres países decidieron finalmente votar a favor en su totalidad en la siguiente votación.
  • En el pasado, los representantes chinos se abstuvieron en la votación de resoluciones que condenaban la agresión rusa y exigían la retirada de las tropas. Además, votaron en contra del pago de reparaciones de guerra en la votación del 22 de noviembre de 2022. En la votación del 26 de abril de 2023, se les unieron India, Armenia y Kazajstán, que siempre se habían abstenido en votaciones anteriores.

Para China, esta marcha atrás podría formar parte de una estrategia a medio plazo para establecerse como mediador en la guerra en Ucrania, en la secuencia de su «plan de paz» y la llamada telefónica entre Xi y Zelensky del pasado jueves.

  • Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes y no se trata de un voto directo contra Rusia, es una bofetada en la cara de Moscú y una pieza más en la maquinaria diplomática china para presentar a Pekín como un pacificador.
Notas al pie
  1. Cuyo texto se puede encontrar aquí.