Hubert de Vauplane


¿Por qué crear un euro digital?
Aunque el Banco Central Europeo avanza cada vez más rápido hacia un calendario para su adopción, parece ignorar esta pregunta fundamental. Para Hubert de Vauplane, ignorar los importantes costos de implementar una solución, que también es fuente de desconfianza, podría tener efectos contraproducentes -en detrimento de su interés real-.

Las Stablecoins no son una moneda digital. Son más bien algo que parece moneda sin serlo realmente. Estados Unidos, cuya hegemonía monetaria está siendo atacada, ha comprendido su utilidad. Según Hubert de Vauplane, el Banco Central Europeo debería hacer lo mismo en lugar de verlo como un ataque a su soberanía monetaria.

Mientras varios países -empezando por China- se plantean lanzar sus propias monedas digitales, ¿qué futuro le espera a la libra esterlina? Aunque la moneda ha perdido gran parte de su influencia en los mercados mundiales, el lanzamiento de una libra digital podría convertirse en un instrumento de poder para el Reino Unido -a costa de muchos riesgos-.

¿Por qué Estados Unidos parece estar retrasado en el terreno de la moneda digital? A diferencia de la Unión Europea y China, Washington parece tomarse su tiempo para desarrollar su e-dólar. En este estudio, Hubert de Vauplane predice, menos que un ascenso, una coexistencia -en dólares- entre stablecoins y la moneda digital.

¿Está la moneda digital china a punto de competir con el dólar? Aunque la China de Xi Jinping sólo podrá mostrar razonablemente esta ambición dentro de diez o treinta años, sí pretende, a largo plazo, hacer de su e-yuan la moneda de referencia para las transacciones digitales -y utilizarla como un nuevo medio para ejercer el control sobre su población-.

¿Uno de los proyectos más ambiciosos del Banco Central Europeo amenaza directamente las libertades fundamentales de los ciudadanos de la Unión? Según Hubert de Vauplane, mientras el debate no se lleve al plano político, la propuesta puramente técnica de introducir un euro digital corre el riesgo de convertirse en un fracaso -por haber ignorado el reto democrático que esta nueva moneda plantea a los ciudadanos-.

¿Es la crisis de los activos digitales desde el colapso de FTX una señal del fin de un efecto burbuja o simplemente señala una reconfiguración del mercado? Aunque hay que relativizar su importancia en términos cuantitativos, hay que aprender una lección importante: este colapso ha afectado principalmente a una nueva generación de inversores -los ahorradores del mañana-.

Para probar la viabilidad de su proyecto de euro digital, el Banco Central Europeo ha elegido a Amazon. Al mismo tiempo, en Estados Unidos, el cambio hacia la moneda digital está siendo llevado directamente al más alto nivel político, por la Casa Blanca de Biden.

Se plantea una difícil cuestión de independencia. Para resolverla, hay que dejar de reducir la moneda única europea a una cuestión puramente técnica.