En Estados Unidos, la ayuda a Ucrania ya no se discute en Washington, sino en Mar-a-Lago

Mike Johnson no era la primera opción de Donald Trump para suceder a Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes tras su destitución por parte de su propio bando en octubre. Tras fracasar tres veces en su intento de reunir 218 votos para ser nombrado speaker de la Cámara, el candidato preferido de Trump, Jim Jordan, se vio obligado a retirarse de la carrera, dejando que un funcionario electo relativamente desconocido de Luisiana se convirtiera en el republicano más poderoso de Washington.

Puede que Mike Johnson no fuera el speaker de la Cámara que Trump quería, pero era uno de sus partidarios más leales.

• Johnson forma parte de la terna de 139 representantes electos en la Cámara que votaron a favor de impugnar la certificación de los resultados del Colegio Electoral tras la elección de Joe Biden en 2020.
• Normalmente una mera formalidad, este voto se convirtió en una profesión de fe para los representantes electos republicanos: 147 miembros electos del Congreso querían que Trump siguiera en el poder en contra de la opinión del electorado.
• La estima y el reconocimiento de Trump por Mike Johnson han seguido creciendo a medida que este último ha mostrado su lealtad a Trump de más y más maneras: votando contra el impeachment y la condena del expresidente, contra la creación de una comisión de investigación sobre el 6 de enero, apareciendo en los medios de comunicación para defender a Trump de las acusaciones que se le hacían¹…

Al propulsar a Johnson a la cabeza de la única rama controlada por el Partido Republicano en Washington, Donald Trump se ha asegurado de contar con un aliado sobre el que goza de total influencia. Esto puede verse en la legislación que afecta a la política interior, pero también en la ayuda a Ucrania.

• Tras la adopción, el 13 de febrero, de una resolución del Senado que contenía una dotación adicional de 60.000 millones de dólares para Ucrania (entre otras cosas), Mike Johnson se negó a organizar una votación en la Cámara de Representantes que hubiera permitido desbloquear esta financiación².
• Las peticiones de aprobación de la gestión (discharge petitions³) diseñadas para eludir la oposición de Johnson no consiguieron reunir suficientes firmas para forzar una votación en la Cámara.
• A pesar de la aparente voluntad del propio speaker de la Cámara de celebrar una votación sobre el paquete de ayuda a Ucrania —con la esperanza de obtener victorias políticas en el proceso, convertir la ayuda directa en un préstamo, financiar parte de ella embargando activos rusos congelados, etc.— y de los demócratas, aliados de Estados Unidos, personalidades de la sociedad civil⁴ y varios republicanos electos, Donald Trump se opone.
• Hoy, Mike Johnson visita oficialmente la residencia del ex presidente en Mar-a-Lago, Florida, para discutir la presentación de un proyecto de ley para ilegalizar el voto de los no estadounidenses en las elecciones federales, lo que ya es el caso desde 1996⁵.

En realidad, uno de los principales temas de discusión será la ayuda a Ucrania, a la que Trump reiterará su oposición, estando él mismo convencido de que sería capaz de poner fin al conflicto «en 24 horas» si fuera elegido, incluso antes de su investidura⁶. A falta de un margen de maniobra real, la administración demócrata ha visto cómo la cuestión de la ayuda a Ucrania se trasladaba a la residencia personal de Trump. Tras la visita del primer ministro húngaro en marzo, fue el secretario de Estado británico de Asuntos Exteriores, David Cameron, quien viajó a Florida para entrevistarse con el ex presidente esta semana, antes incluso de ir a Washington⁷.