¿Hacia dónde va la China de Xi? 15 puntos para descifrar las Dos Sesiones

China está en todas partes y no sabemos casi nada de ella. La estructura de nuestro debate público hace que sepamos mucho más sobre la dinámica interna del Partido Socialista Español o Francés que sobre el funcionamiento del mayor partido del mundo, el Partido Comunista Chino. Nuestra ignorancia casi total del sistema político chino, sus doctrinas y sus tensiones nos impide pensar colectivamente sobre cómo posicionarnos en el mundo que Xi Jinping pretende configurar. Esto es un problema. Desde hace más de un año, en las páginas de la revista, intentamos comprender las profundas dinámicas que están transformando la China de Xi. Si crees que este trabajo de análisis y traducción merece apoyo, te invitamos a suscribirte a el Grand Continent.

¿Hacia dónde se dirige China? En un momento en el que los mercados se hunden, el crecimiento se desacelera, las tensiones internacionales aumentan y las apuestas políticas siguen siendo elevadas, esta pregunta es cada vez más urgente. Para orientarse en un sistema opaco y cada vez más cerrado, las Dos Sesiones que se están celebrando actualmente en Pekín constituyen una mina de señales débiles, y son sin duda uno de los puntos de referencia más decisivos para analizar las grandes tendencias de la política china en los próximos meses.

1- ¿Qué son las «Dos Sesiones» y por qué son importantes?

Las Dos Sesiones son las reuniones anuales simultáneas del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC) —que comenzó el 4 de marzo de este año— y de la Asamblea Popular Nacional (APN) —que se inaugura hoy, 5 de marzo—. Está previsto que las reuniones concluyan la próxima semana, en torno al 11 de marzo, y que se estructuren en torno a una serie de puntos destacados.

El Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC) es una organización del Frente Unido que moviliza a grupos sociales para apoyar y asesorar al Partido-Estado.

La Asamblea Popular Nacional es el órgano legislativo unicameral de China y, en teoría, el órgano supremo del poder estatal. Sin embargo, ambos órganos están bajo el control del Partido Comunista Chino (PCC), pero desempeñan funciones políticas importantes y distintas.

Otra razón por la que debe prestarse especial atención a las Dos Sesiones es que el secretario general del PCC, Xi Jinping, aún no ha convocado la tercera sesión plenaria del Comité Central del Partido, en la que tradicionalmente se aprueban las reformas económicas, por lo que el primer ministro Li Qiang aprovechará la oportunidad para presentar su primer informe de gobierno.

El Informe de Trabajo del Gobierno (ITG)

Fue en nombre del Consejo de Estado, en la sesión inaugural de la APN del 5 de marzo, cuando el primer ministro Li Qiang presentó su primer Informe de Trabajo del Gobierno (ITG). La lectura de este documento es la pieza central de las Dos Sesiones y uno de los puntos más importantes a seguir. El «informe de actividades» del gobierno pasa revista a la labor del año anterior, establece los requisitos generales y la dirección de las políticas de desarrollo para el año próximo y enumera las tareas específicas que el gobierno llevará a cabo.

Contiene una serie de secciones específicas, todas ellas señales débiles a las que hay que prestar atención.

2- Estrategia económica: duplicar el «desarrollo de alta calidad».

La economía está en el centro de las preocupaciones del informe, pero es poco probable que Li Qiang dé grandes sorpresas el 5 de marzo. En una reunión celebrada el 19 de febrero¹ afirmó que el Consejo de Estado debía «seguir las instrucciones» del Partido el pasado diciembre² en su Conferencia Central Anual sobre Trabajo Económico (CCTE). Aunque la CCTE indicó un cambio táctico a favor del crecimiento este año, afirmó la estrategia subyacente de Xi de que el «desarrollo de alta calidad» era «la dura verdad de la nueva era».

Es probable que Li Qiang declare este año una reactivación presupuestaria al menos moderada. El informe de la CCTE afirma que el Partido mantendrá su «política presupuestaria activa» y «endurecerá moderadamente la política fiscal», «utilizará eficazmente el espacio de la política fiscal» y pondrá mayor énfasis en los ajustes anticíclicos. A pesar de la reciente caída de las tasas hipotecarias, el diferencial de tasas de interés entre Estados Unidos y China y el temor a la fuga de capitales hacen que la relajación monetaria se vea menos favorecida, y la CCTE se compromete a mantener una «política monetaria prudente». La directiva de «construir lo nuevo primero y deshacerse de lo viejo después» también implica la determinación de Pekín de favorecer reformas planificadas y graduales en lugar del tipo de sacudidas políticas negativas que descarrilaron los mercados en 2021. Las actas de la reunión del Politburó del 29 de febrero³ dedicada a revisar el ITG también se comprometían a «crear un entorno político estable, transparente y predecible», al tiempo que repetían esencialmente los términos de las actas de la CCTE.

Es probable que Li Qiang intente apelar a las empresas privadas y a la comunidad empresarial para estimular la recuperación del consumo, la inversión y el mercado bursátil. En una reunión plenaria del Consejo de Estado celebrada el 19 de febrero⁴, Li Qiang declaró que Pekín debía «aplicar medidas pragmáticas y contundentes para impulsar la confianza de la sociedad en su conjunto», y en una reunión ejecutiva del Consejo de Estado celebrada el 23 de febrero,⁵ que la estabilización de la inversión extranjera es un «punto de apoyo importante» para la política económica. Pekín también está acelerando la adopción de una ley para promover el desarrollo del sector privado.

Sin embargo, los indicios hasta ahora sugieren que los cambios políticos consistirán principalmente en perfeccionar los mecanismos de política económica existentes, más que en desplegar enfoques innovadores. El propio Xi parece considerar los problemas actuales como la dolorosa pero necesaria contrapartida a corto plazo de la ganancia a largo plazo de una economía más segura y autónoma. Sigue habiendo grandes interrogantes sobre la capacidad de Xi para mantener el ritmo de crecimiento de China sin reformas estructurales que estimulen el consumo, mejoren las finanzas locales y otorguen un mayor papel a las fuerzas del mercado.

El énfasis de la CCTE en el «desarrollo de alta calidad» no sugiere ninguna revisión del enfoque estatista de Xi. Este concepto forma parte del actual plan económico de Xi Jinping, presentado en el XIX Congreso del Partido en 2017, integrado en el XIV Plan Quinquenal en 2021 y profundizado en el XX Congreso del Partido en 2022. Implica un «nuevo concepto de desarrollo» que equilibra la búsqueda del crecimiento a corto plazo con programas a largo plazo para que el crecimiento sea más innovador, coordinado, ecológico, abierto y equitativo. También se asocia a un «nuevo paradigma de desarrollo» centrado en la demanda interna, las tecnologías locales y la reducción de la dependencia exterior.

Es poco probable que Li Qiang anuncie una reorientación definitiva del crecimiento económico por encima de la seguridad nacional, la desconcertante doble prioridad⁶ del tercer mandato de Xi. Declaraciones recientes, como los comentarios de Xi⁷ sobre los informes anuales de las instituciones del Partido-Estado, han suscitado ruidos positivos sobre la importancia de la cuestión económica. Sin embargo, el 27 de febrero, el Comité Permanente de la APN (CPAPN) revisó la Ley de Protección de los Secretos de Estado para reforzar aún más el estado de seguridad, introduciendo los «secretos de trabajo» como una nueva categoría de información restringida que podría afectar a las empresas que hacen negocios con China. Sólo una señal fuerte y clara podría restaurar la confianza en el entorno empresarial chino.

Li Qiang también podría estar anunciando nuevos planteamientos en la larga batalla de Pekín por aumentar la proporción del consumo sobre la inversión en la economía. Una reunión de la influyente Comisión Central de Asuntos Financieros y Económicos celebrada el 23 de febrero⁸ se centró en el potencial de la renovación de los equipos industriales, la sustitución de los bienes de consumo y la reducción de los costos logísticos para impulsar el consumo. Es probable que esta idea se traduzca en la financiación central de préstamos para animar a los hogares a modernizar sus coches, aparatos electrónicos y electrodomésticos. Este planteamiento permite a Pekín estimular el consumo este año de forma dirigida por el Estado y crear mercados para las industrias de alta tecnología y ecológicas que ocupan un lugar central en la agenda de Xi.

Pero Xi se opone a impulsar directamente el consumo por razones ideológicas, aunque podría ser una forma más eficaz de estimular el crecimiento. Lo mismo ocurre con el fortalecimiento de la red de seguridad social y la abolición de las restricciones a la migración interna y al uso de la tierra. Sin embargo, Xi aún no parece dispuesto ni preocupado por llevar a cabo reformas estructurales tan profundamente redistributivas.⁹ Como resultado, un reequilibrio significativo a favor del consumo y una recuperación económica sostenida no están aún en la agenda.

Básicamente, Pekín debería aprovechar las Dos Sesiones para anunciar medidas tácticas que impulsen la confianza a corto plazo en la economía china, pero sin cambiar la estrategia subyacente de Xi de un desarrollo impulsado por el Estado y basado en la inversión. Es más concebible que se produzcan cambios importantes en la política económica en una tercera sesión plenaria presidida por Xi que en un discurso de Li Qiang en las Dos Sesiones. No obstante, es probable que la próxima sesión plenaria, que se celebrará a finales de año, aborde la política económica si las perspectivas de crecimiento de China son malas.

3- Un objetivo de crecimiento del 5%

Los titulares sobre el ITG se centrarán en el anuncio del objetivo de crecimiento del PIB para 2024. Esta cifra es una señal importante para los responsables políticos sobre la prioridad que se dará al crecimiento frente a otros objetivos políticos. El año pasado, el primer ministro saliente, Li Keqiang, fijó un objetivo «en torno al 5%», que se consideró relativamente modesto dado que los bloqueos y confinamientos relacionados con el Covid-19 habían reducido el crecimiento en 2022. Pekín afirma que la economía creció un 5.2% en 2023, pero la mayoría de los analistas externos se muestran escépticos ante la afirmación, con estimaciones del crecimiento real de China tan bajas como el 1.5%.¹⁰

Li Qiang revelará probablemente un objetivo de crecimiento en torno al 5%. La mayoría de los gobiernos provinciales, que convocan también a reuniones locales en enero y febrero, han proclamado objetivos de crecimiento similares, con un objetivo medio ponderado del 5.4%, ligeramente inferior al 5.6% de 2023. El gobierno central suele fijar un objetivo ligeramente inferior, ya que desempeña un papel más importante a la hora de equilibrar el crecimiento económico con otras prioridades políticas. Este año, sólo Pekín, Liaoning, Tianjin y Zhejiang han revisado al alza sus objetivos, lo que refleja mejor el deseo del gobierno central de dar prioridad a la calidad sobre la cantidad en lo que respecta al desarrollo.

En comparación con el año pasado, un objetivo de crecimiento en torno al 5% sigue siendo relativamente ambicioso, sobre todo teniendo en cuenta la lentitud de la recuperación china post-Covid, las dificultades del sector inmobiliario, la deflación recurrente y la caída de la confianza de las empresas y los consumidores. Este objetivo indicaría un enfoque táctico para restablecer la confianza y el gasto. Un objetivo más bajo, en torno al 4.5%, sugeriría una mayor atención a los programas de regulación y podría desestabilizar las empresas y los mercados, mientras que un objetivo más alto, en torno al 5.5%, reforzaría las expectativas de recuperación.

4- Un objetivo de déficit: medidas de estímulo limitadas y mayor énfasis en las empresas públicas

Las medidas de estímulo tipo “bazuca” son poco probables. Xi está decidido a redirigir la economía lejos de un modelo de crecimiento basado en la deuda de riesgo y anclado en el mercado inmobiliario, y el país está lejos del tipo de colapso que podría abrumar al sofisticado aparato de seguridad interna del Partido. En un discurso pronunciado en Davos el 16 de enero,¹¹ Li Qiang dio a entender que no habría «estímulos potentes» como durante la crisis financiera mundial o el desplome bursátil de 2015.

Se prevén medidas de estímulo, pero es probable que sean moderadas en relación con la desaceleración económica de China. El año pasado, Li Keqiang anunció un objetivo del 3% del PIB, que tradicionalmente se considera un límite superior, pero el CPAPN revisó este objetivo hasta el 3.8% en octubre mediante la emisión de 1 billón de yuanes de bonos especiales del Tesoro para apoyar el decaído crecimiento a través de la ayuda en caso de catástrofe. Se espera que Li Qiang anuncie una razón déficit/PIB para 2024 del 3% o ligeramente superior.

Pero un objetivo de crecimiento del PIB del 5% este año requerirá más estímulo fiscal o monetario que el mismo objetivo del año pasado. El ministro de Finanzas, Lan Fo’an, ya dijo que el gasto fiscal aumentará este año y que se pospondrán las emisiones de bonos del año pasado. Pekín podría proporcionar apoyo fiscal adicional¹² a finales de este año a través de alrededor de 1 billón de yuanes de bonos especiales del Tesoro y 4 billones de yuanes de bonos con fines especiales para inversiones en infraestructuras locales.

La actual desaceleración estructural del sector inmobiliario, debida a la caída de la demanda, seguirá perturbando el mercado inmobiliario y la salud financiera de los gobiernos locales. En respuesta, se espera que Pekín recurra cada vez más a las empresas estatales para absorber deudas y completar los proyectos inacabados de promotores inmobiliarios en apuros. Además, es probable que la construcción de viviendas más asequibles se convierta en una prioridad aún mayor. Otro punto a vigilar que indicará si será conveniente una mayor liquidez en el sector inmobiliario es si Li Qiang anulará el mantra de que «las casas son para vivir en ellas, no para especular».

La centralización del poder por parte de Xi significa que las reformas estructurales para reforzar la capacidad fiscal de los gobiernos locales son poco probables, aunque sea la forma más eficaz de reducir su dependencia de los ingresos inmobiliarios y remediar su grave situación financiera. En su lugar, es probable que Pekín se centre en soluciones para enjugar las deudas locales existentes, como la eliminación progresiva de las políticas de reducción de impuestos de la era Covid-19, una mayor centralización de los sistemas de pensiones provinciales, la autorización de la emisión de más bonos para reestructurar la deuda de los mecanismos de financiación de los gobiernos locales y, posiblemente, la introducción de un sistema de subvenciones de capital para las provincias más pobres. Sin embargo, es probable que esas medidas positivas vayan acompañadas de un mayor escrutinio de los funcionarios locales de las provincias con peores resultados, lo que dará lugar a purgas anticorrupción y a una aplicación desigual de las políticas en las distintas provincias.

5- Tecnología y política industrial: las «nuevas fuerzas productivas»

También es probable que el informe haga eco de la estrategia de Xi de favorecer la política tecnológica e industrial manufacturera dirigida por el Partido frente a las reformas impulsadas por el mercado para abordar los retos económicos de China. El 31 de enero, Xi Jinping presidió una sesión de estudio del Politburó centrada en «acelerar el desarrollo» de las «nuevas fuerzas productivas», un concepto que introdujo durante una gira de inspección por Heilongjiang en septiembre. Xi declaró que el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas era «un requisito intrínseco y un eje importante para promover un desarrollo de alta calidad», lo que resume su emblemático enfoque económico e indica que podrían ocupar un lugar importante en la formulación de políticas en el futuro. Los expertos seleccionados para compartir sus puntos de vista sobre el proyecto del ITG con Li Qiang en una reunión celebrada el 23 de enero eran principalmente tecnólogos, entre ellos Robin Li, consejero delegado de Baidu, Yan Jianwen, presidente de una empresa de fabricación inteligente, y Wang Chunfa, una autoridad en política de innovación.

Según Xi, las nuevas fuerzas productivas son aquellas en las que «la innovación desempeña un papel protagonista», y el «principal indicador» de su éxito es «un aumento significativo de la productividad total de los factores». El crecimiento de la productividad de China, y en particular su diferencial de productividad con Estados Unidos, ha disminuido considerablemente en los últimos años, a medida que el Estado crece y el sector privado se reduce. Si la innovación consigue invertir esa tendencia, ayudará a Pekín a afrontar retos económicos como la deuda, la demografía y las restricciones occidentales al comercio y la inversión. La inversión masiva en el desarrollo de tecnologías más avanzadas ayudará a impulsar la productividad total de los factores al aumentar el valor añadido del capital y el trabajo. Pero es poco probable que resuelvan los problemas estructurales, restablezcan la confianza e impulsen el crecimiento a un nivel cercano al que sería posible con un enfoque más orientado al mercado.

La desaceleración del crecimiento mundial y el dirigismo de Xi hacia los mercados, el dinero y la innovación tienen una consecuencia clara: las señales políticas son cada vez más cruciales para las empresas y los inversores. El 19 de febrero,¹³ Xi Jinping declaró ante la poderosa Comisión encargada de profundizar la reforma que el Partido debía centrarse en «qué debe hacer la innovación, quién debe organizar la innovación y cómo apoyar, fomentar y proteger la innovación». Sus recientes discursos sugieren que invertir en nuevas fuerzas productivas significa más apoyo político para modernizar las viejas industrias y construir otras nuevas, incluyendo la fabricación avanzada, la tecnología agrícola, la inteligencia artificial, la biotecnología, la aviación comercial, lo digital, los drones, la tecnología verde, las ciencias de la vida, la computación cuántica y el capital riesgo. En una reunión con economistas japoneses celebrada el 25 de enero,¹⁴ Li Qiang indicó que la economía digital, las industrias verdes, la salud y el cuidado de ancianos eran áreas especialmente bien acogidas por la inversión extranjera.

6- Política exterior: ¿prioridad a la estabilidad entre Estados Unidos y China?

Es poco probable que Li Qiang anuncie cambios importantes en la política exterior de China, que se deciden principalmente en las instituciones del Partido, dominadas por Xi. Su informe sobre política exterior retomará probablemente los temas de la Conferencia Central de Asuntos Exteriores¹⁵ celebrada en diciembre. Las autorizadas actas de esa reunión proporcionaron la articulación más firme hasta la fecha de la emergente estrategia diplomática china para hacer frente al liderazgo estadounidense, alineándose con el Sur global en puntos como el cambio climático, el libre comercio o Palestina. Esta postura refleja la creciente sensación de Pekín de que puede aprovechar las crecientes divisiones en Occidente, desde Ucrania hasta Gaza, así como de la posibilidad de una nueva presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.

El 7 de marzo, se espera que el ministro de Asuntos Exteriores —sea quien sea en ese momento— celebre una conferencia de prensa anual sobre las prioridades de la política exterior china para 2024. En la conferencia del año pasado, celebrada pocas semanas después del «incidente del globo» que hizo descarrilarse las relaciones entre China y Estados Unidos, Qin Gang (mismo que desapareció de la escena pública el verano pasado y fue separado de sus funciones sin explicación) criticó el llamado del presidente estadounidense, Joe Biden, a «establecer salvaguardias» para gestionar la diplomacia bilateral. Ahora, tras la frágil estabilización lograda en la cumbre de Woodside el pasado noviembre, cualquier comentario sobre las «salvaguardias» podría reflejar la actual disposición de Xi hacia los grupos de trabajo bilaterales y los mecanismos de control de crisis, y por tanto sus perspectivas de éxito. Es probable que este año dé prioridad a la estabilidad para mejorar la confianza empresarial de cara a las elecciones estadounidenses. Li Qiang se reunirá con el presidente de la Cámara de Comercio estadounidense el 28 de febrero¹⁶ y el vicepresidente Han Zheng será el invitado de honor en una cena organizada por AmCham China, la Cámara de Comercio estadounidense en China.

También se espera que Li Qiang repita fórmulas estándar sobre la política de defensa, como alcanzar ciertos objetivos de modernización antes del centenario del Ejército Popular de Liberación (EPL) en 2027, como parte de una transformación más amplia cuyos principales objetivos se sitúan en 2035 y 2049. Los informes presupuestarios también revelarán el gasto previsto por Pekín en defensa nacional, que se espera siga aumentando. El año pasado, el presupuesto militar anunciado fue de 1 550 billones de yuanes, un aumento del 7.2% sobre los 1 450 billones previstos para 2022. Sin embargo, estas cifras de crecimiento deben interpretarse con cautela¹⁷, sobre todo si se comparan con los datos del PIB, ya que representan aumentos nominales y no reales.

7- Taiwán y Hong Kong: ¿hacia una escalada gradual?

Las posiciones de Pekín respecto a Taiwán y Hong Kong llaman la atención, pero es poco probable que se produzcan cambios políticos significativos. El informe sigue incluyendo algunas líneas sobre estos temas, pero los analistas deben ser cautos antes de diagnosticar cambios políticos importantes, ya que es más probable que provengan de Xi. En 2020, por ejemplo, el exprimer ministro Li Keqiang omitió la palabra «pacífica» al referirse al deseo de Pekín de «reunificar» Taiwán, una desviación de la frase habitual que algunos medios interpretaron como una señal de agresión “inminente”. Sin embargo, esta parte del informe se había acortado para tener en cuenta el debate sobre Covid-19, y otros funcionarios se apresuraron a reafirmar la preferencia de Pekín por la «reunificación pacífica».

El punto más interesante a observar este año es si el informe y la CCPPC se comprometerán a «luchar» en lugar de simplemente «oponerse» o «frenar» la independencia de Taiwán. El ideólogo Wang Huning, también miembro del Comité Permanente del Politburó, utilizó por primera vez este lenguaje en una conferencia laboral anual en Taiwán el 23 de febrero,¹⁸ aunque funcionarios de menor rango han utilizado la frase en los últimos años. «Luchar» sugeriría mayores esfuerzos por desplegar la intimidación militar y las sanciones económicas para disuadir al nuevo presidente de Taiwán, Lai Ching-te, de buscar una mayor autonomía respecto a la China continental.

8- Otros puntos que requieren vigilancia política

El informe incluye una sección sobre protección social, cada vez más importante para la legitimidad política a medida que se desacelera el crecimiento y aumenta el riesgo de inestabilidad social, como se destaca en el informe de la Asia Society, China 2024: What to Watch. Al igual que el año pasado, el ITG debería fijarse como objetivo unos 12 millones de nuevos empleos urbanos y una tasa de desempleo urbano no superior al 5.5%, hacer mayor hincapié en el desempleo juvenil y el seguro de desempleo para los trabajadores migrantes. El gobierno también debería responder a los retos socioeconómicos que plantea el envejecimiento de la población aumentando las ayudas para el cuidado de niños y ancianos.

El informe incluye también una sección sobre política medioambiental y climática, pero tampoco en este caso es probable que se hagan grandes anuncios. Es posible que se haga más hincapié en tecnologías verdes como la energía solar, las baterías y los vehículos eléctricos, los «tres nuevos sectores» que podrían convertirse en importantes motores de crecimiento. Sin embargo, aunque la capacidad de las energías limpias crece a un ritmo constante, China está aún muy lejos de cumplir sus objetivos de reducción de la intensidad energética y de carbono para 2025. Será interesante ver si el discurso de Li Qiang sugiere que Pekín sigue decidida a hacer lo necesario para cumplir tales objetivos en el contexto de una trayectoria económica más difícil.

La APN también escuchará los informes anuales de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma sobre el desarrollo económico y social y del Ministerio de Finanzas sobre los presupuestos central y locales, así como los informes de trabajo del Comité Permanente de la APN, el Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema. También celebrará sus deliberaciones finales sobre la primera revisión de la historia de la Ley Orgánica del Consejo de Asuntos de Estado adoptada en 1980, que modificará la organización del Consejo para reforzar el control y el poder de la APN.

El informe de trabajo del CPAPN dará pistas sobre los puntos de su plan legislativo quinquenal¹⁹ que figurarán en el plan legislativo anual que publicará en abril. Entre la legislación pendiente relacionada con la política económica y las operaciones empresariales que el CPAPN podría priorizar este año se encuentran la Ley del Impuesto sobre el Consumo, la Ley de Estabilidad Financiera, la Ley de Litigios de Interés Público, la Ley de Aranceles Aduaneros y la Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido, así como las revisiones de la Ley de Contabilidad, la Ley contra la Competencia Desleal, la Ley de Aduanas, la Ley de Quiebras Empresariales, la Ley de Comercio Exterior y la Ley de Seguros.

¿Qué hará Xi?

Las Dos Sesiones son uno de los pocos acontecimientos políticos en China en los que Xi no es el centro de atención. En teoría, los focos se centrarán en el primer ministro Li Qiang, el presidente de la APN, Zhao Leji, y el presidente de la CCPPC, Wang Huning. Las fotografías de dichos lugartenientes adornarán la portada del Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido, pero el periódico continuará siguiendo todos los movimientos de Xi, ofrecerá reportajes entre bastidores que a menudo revelan más que los principales relatos de sus actividades.

9- Observaciones de Xi: grandes temas políticos

Las contribuciones más importantes de Xi durante las Dos Sesiones son los comentarios que hace a las delegaciones provinciales de la APN y a los grupos sectoriales de la CCPPC, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino. En 2023, se dirigió a los delegados de la APN de Jiangsu, a una reunión conjunta de dos grupos de la CCPPC, la Asociación para la Construcción Democrática de China y la Federación Nacional de Industria y Comercio de China, así como a los delegados del Ejército Popular de Liberación y de la Policía Armada Popular de la APN. Xi siempre se dirige a este contingente militar, pero generalmente visita diferentes provincias y sectores de un año para otro.

Estas observaciones suelen reflejar o prefigurar temas clave de la política nacional. El año pasado, por ejemplo, Xi dijo a los delegados de Jiangsu²⁰ que «la clave para convertirse en una potencia socialista moderna, tal y como estaba previsto, es la autosuficiencia tecnológica y la superación personal». Una anécdota²¹ reveló que había añadido: «En ningún momento debemos embarcarnos en la vía de la urgencia por conseguir resultados, vaciar el estanque para pescar peces y preocuparnos sólo por el PIB». En la reunión FNICC-ACDC,²² Xi afirmó que «los países occidentales, liderados por Estados Unidos, han aplicado la contención, el cerco y la represión contra China».

Estos comentarios apuntan a políticas internas que dan prioridad a la seguridad sobre el crecimiento y políticas exteriores que hacen hincapié en los lazos con Rusia y los países del Sur. Sin embargo, es más difícil predecir el marco y los mensajes de las actividades de Xi que los del informe de labores del gobierno. Un punto a vigilar es si Xi visitará la delegación de la APN en Hunan, donde el secretario local del partido lanzó recientemente²³ una «gran campaña de debate para emancipar la mente», que ha generado un considerable —pero probablemente injustificado—²⁴ revuelo mediático sobre una revisión de la política económica.

10- Los resultados de las votaciones de la APN: una medida del dominio de Xi

El dominio de Xi sobre el Partido también será seguido de cerca. La APN ha aprobado todo lo que se ha sometido a votación, pero los márgenes de aprobación no son unánimes, ya que el llamado voto anónimo envalentona a algunos delegados a expresar su descontento con determinadas políticas o a funcionarios a votar «no» o a abstenerse. En marzo de 2013, por ejemplo, después de que la contaminación atmosférica alcanzara niveles récord en Pekín, solo el 67% de los delegados aprobó la lista de nombres para la nueva comisión de medio ambiente de la APN.

La media anual de votos²⁵ de la APN a favor del ITG, el informe de desarrollo de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el informe presupuestario del Ministerio de Finanzas y los informes de trabajo del Comité Permanente de la APN, el Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema ha pasado de un mínimo del 85.3% en 2013, justo antes de que Xi llegara a la presidencia, a un máximo del 98.6% en 2023, dos décadas después. El hecho de que más delegados elijan o se sientan obligados a aprobar cada movimiento de Pekín demuestra un mayor control de Xi sobre el poder que el de sus predecesores. Es probable que las votaciones vuelvan a ser casi unánimes este año, pero el malestar económico plantea la posibilidad de que se produzcan votos de protesta que podrían hacer tambalear la fachada de invencibilidad de Xi. Este es otro punto delicado que hay que vigilar.

11- La conferencia de prensa del primer ministro: conociendo a Li Qiang

Al final de las Dos Sesiones, se esperaba que Li Qiang celebrara su segunda rueda de prensa anual como primer ministro, continuando una tradición iniciada por Li Peng en 1991 y formalizada por Zhu Rongji en 1998. Pero Pekín simplemente la eliminó.

El año pasado, Li Qiang explicó²⁶ que Pekín creía poder gestionar las repercusiones sociales de un crecimiento más lento atendiendo a otras prioridades políticas, afirmando que «a la mayoría de la gente no le interesa el crecimiento diario del PIB, sino la vivienda, el empleo, los ingresos, la educación, la atención médica, el medio ambiente y otras cosas concretas de su entorno». En un tono más subversivo, Li Keqiang aprovechó su famosa rueda de prensa de 2020,²⁷ el último año de la guerra de Xi contra la pobreza, para declarar que 600 millones de chinos seguían ganando sólo unos mil yuanes al mes (140 dólares). En su última rueda de prensa en 2012,²⁸ Wen Jiabao pidió una «reforma estructural política» más profunda. Por tanto, este año no escucharemos al primer ministro chino expresarse en ese formato.

12- Cobertura de líderes y delegados: política de élite y relaciones entre Estado y sociedad

Otros puntos que requieren vigilancia política se refieren al perfil de los principales lugartenientes de Xi. ¿Su jefe de gabinete, Cai Qi, ocupará un lugar destacado en la cobertura oficial, a diferencia de lo ocurrido en asambleas anteriores? De ser así, se confirmaría el creciente favor del que goza como «vicesecretario general» informal de Xi. ¿Recibirá Li Qiang más cobertura en el Diario del Pueblo que Li Keqiang? Si es así, esto indicaría que goza de mayor confianza política y de un campo de acción más amplio que su predecesor. ¿Sucederá lo mismo con Zhao Leji o Wang Huning?

Más abajo en la jerarquía política, seguir a los delegados y las propuestas presentadas por los medios de comunicación del partido da una buena indicación de los temas que el partido quiere que el público conozca, tanto para establecer su legitimidad como para destacar las áreas prioritarias para la futura formulación de políticas. Algunas propuestas legislativas presentadas por los delegados pueden incluso influir en la dirección y el ritmo de la agenda legislativa de la APN.²⁹ En los últimos años, los temas más populares han sido reforzar la protección del medio ambiente, hacer más asequible la creación de una familia y crear puestos de trabajo para los licenciados universitarios. Estas prioridades reflejan la continua, aunque limitada, interacción entre Estado y sociedad en China: el Estado sigue vigilando las principales fuentes de descontento de la sociedad y trata de darles respuesta.

Recursos humanos: ¿retorno a la normalidad en los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa?

A principios del año pasado se completó el triunfo político de Xi iniciado en el XX Congreso del Partido en octubre de 2022: la selección de una lista de leales para los puestos de liderazgo de la APN, la CCPPC y el Consejo de Asuntos de Estado se había asegurado antes y durante las Dos Sesiones de marzo de 2023.³⁰

Pero algunas de estas decisiones no tardaron en revelar su desacierto. Qin Gang fue destituido como ministro de Asuntos Exteriores en julio y dimitió como delegado en la APN el 27 de febrero,³¹ supuestamente por indiscreciones personales cuando era embajador en Estados Unidos. Li Shangfu fue destituido como ministro de Defensa en octubre, tras conocerse que estaba siendo investigado por corrupción. Ambos fueron destituidos simultáneamente de sus cargos de consejeros de Asuntos de Estado, un alto cargo que los situaba entre las primeras docenas de dirigentes más importantes de China.

Pekín debe aprovechar las dos Sesiones para completar la transición a sus sucesores. La aprobación de las decisiones de personal en la sesión anual de la APN, de 2 977 miembros, en lugar de en una reunión bimensual del Comité Permanente de la APN, de 175 miembros, que tiene competencias similares en asuntos de personal, confiere un barniz adicional de legitimidad a estos cambios inesperados.

12- ¿Un nuevo ministro de Asuntos Exteriores?

Liu Jianchao es el favorito para convertirse en el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de China. Liu es actualmente director a nivel ministerial del departamento internacional del partido, que se ocupa de las relaciones entre partidos y no entre Estados. Diplomático experimentado, ha sido viceministro de Asuntos Exteriores, jefe anticorrupción de Xi en el extranjero, jefe de disciplina de la base de poder de Xi en la provincia de Zhejiang y subdirector de la Oficina Central de Asuntos Exteriores del Partido bajo el mandato de Xi. Otros candidatos son Ma Zhaoxu, viceministro ejecutivo de Asuntos Exteriores, que recientemente representó a China en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20, y Liu Haixing, antiguo diplomático que ocupa el cargo de subdirector ejecutivo de la Comisión Central de Seguridad Nacional.

Liu es el único diplomático de nivel ministerial en activo del Comité Central, y su apretada agenda de viajes diplomáticos de alto nivel sugiere que está siendo sometido a prueba para subir de puesto. En enero, encabezó una delegación inusualmente diversa de diplomáticos, economistas y funcionarios provinciales a Estados Unidos, donde se reunió con el secretario de Estado Antony Blinken y una amplia gama de funcionarios, ejecutivos y académicos. Liu es un diplomático de talento y un sofisticado orador en inglés, capaz de defender los intereses de China sin alienar a sus interlocutores. Podría ayudar a Xi a estabilizar las relaciones con Occidente y reparar parte del daño causado por la agresiva diplomacia de los «lobos guerreros».

Pero Liu podría no conseguir el cargo. Wang Yi, el número uno de la diplomacia china, que forma parte del Politburó del Partido, compuesto por 24 miembros, como jefe de la Oficina Central de Asuntos Exteriores del Partido, sustituyó a Qin como ministro de Exteriores el pasado julio, asumiendo un cargo que ocupó desde marzo de 2013 hasta diciembre de 2022. En general, se considera que Wang es un interino, dado que ocupa otro alto cargo, pero ahora domina el espacio de la política diplomática por debajo de Xi, lo que lleva a algunos en Pekín a especular con la posibilidad de que conserve su puesto.

Si Liu se convierte en ministro de Asuntos Exteriores, la cuestión es si también será consejero de Estado. De ser así, sería el heredero de Wang como máximo responsable diplomático tras el XXI Congreso del Partido, en 2027, y tendría más peso en la toma de decisiones. De lo contrario, quedaría muy por debajo de Wang en la jerarquía y podría recurrir a políticas más belicosas para tratar de impresionar a Xi.

13- ¿Nuevos ascensos para el nuevo ministro de Defensa?

Dong Jun sustituyó a Li Shangfu como ministro de Defensa en diciembre. Se espera que la Asamblea Popular Nacional lo ascienda al puesto de consejero de Asuntos de Estado y a la Comisión Militar Central del Estado, que es el homólogo del órgano del Partido del mismo nombre, idéntico pero más autoritario. Dong es miembro del Comité Central, pero tendrá que esperar hasta la tercera sesión plenaria para poder formar parte de la Comisión Militar Central del Partido.

Dong es comandante del Ejército Popular de Liberación desde agosto de 2021. Es el primer oficial naval que ocupa el cargo de ministro de Defensa, lo que supone una primicia para la armada bajo Xi y una de las varias señales del creciente énfasis de Pekín en el poder marítimo. Dong también tiene experiencia de mando en zonas sensibles como el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional, lo que refleja la importancia que tiene para Xi avanzar en las reivindicaciones marítimas de Pekín en estas zonas.

14- ¿Nuevo asesor de Asuntos de Estado?

Dong es el principal diplomático militar de China, y Liu sería su principal interlocutor con gobiernos extranjeros. Darles las mismas funciones y poderes que a sus predecesores ayudaría a Pekín a mejorar su perfil internacional en un momento de gran incertidumbre económica y conflicto geopolítico. Si ni Dong ni Liu se convierten en consejeros de Asuntos de Estado, podría ser señal de un mayor grado de desconfianza y parálisis en el centro del liderazgo de Xi y de peores perspectivas para los intentos de China de gestionar las tensiones con Occidente y liderar el Sur global.

15- ¿Más reorganizaciones?

Se rumora que Wang Qingxian, gobernador de Anhui, sustituirá a Sun Yeli como director de la Oficina de Información del Consejo de Estado, el principal órgano de propaganda exterior del Partido. Wang es un antiguo periodista que ha trabajado con varios ayudantes de Xi en Shanxi y Shandong. Su nombramiento, que sigue a los llamados de Xi para mejorar la propaganda económica, daría más peso a la opinión de que Xi considera que las dificultades del mercado chino son sobre todo un problema de discurso. Meng Fanli, secretario del Partido de la ciudad de Shenzhen, podría suceder a Wang en Anhui.

Otro rumor afirma que la dirección del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente podría renovarse por primera vez desde abril de 2020. Esta idea es más especulativa, ya que tanto el secretario del Partido Sun Jinlong como el ministro Huang Runqiu están muy por debajo de la edad de jubilación ministerial de 65 años. Sin embargo, Sun estaba vinculado a la facción de la Liga de la Juventud Comunista, ahora diezmada, y Huang no es miembro del Partido Comunista, por lo que Xi podría querer sustituirlos por aliados políticos más cercanos. Otra posibilidad es la sustitución del ministro de Transporte, Li Xiaopeng, hijo del exprimer ministro Li Peng, que cumple 65 años en junio y ocupa el cargo desde 2016.