China en las Islas Salomón: armamentizar las elecciones para ganar el Pacífico

La China de Xi tiene doctrinas, objetivos y una estrategia. Para entenderlos desde una perspectiva europea, combinamos los textos traducidos y comentados de intelectuales chinos con estudios de caso, mapas, datos y análisis. Si crees que este trabajo es importante y merece apoyo, considera la posibilidad de suscribirte al Grand Continent.

Considerado uno de los «países menos adelantados» según la clasificación de la ONU, las Islas Salomón son un Estado independiente desde 1978. Situadas al norte del arco melanesio, al este de Papúa Nueva Guinea, tienen una población de unos 700 mil habitantes, según el Banco Mundial, y una superficie de 29 mil km².

Tras acoger por primera vez los XVII Juegos del Pacífico del 19 de noviembre al 2 de diciembre de 2023, con 5 mil participantes de 24 Estados de Oceanía, las Islas Salomón volverán a estar en la primera línea de la escena regional en 2024 con la organización de elecciones generales el 17 de abril de 2024.

Inicialmente previstas entre mayo y agosto de 2023, estas elecciones por mayoría simple en 50 circunscripciones (para otros tantos diputados) fueron aplazadas por el gobierno del primer ministro Manasseh Sogavare, lo que suscitó numerosas críticas¹ y acusaciones de «negación de la democracia» y «autoritarismo» por parte de la oposición. En respuesta, el gobierno justificó el aplazamiento alegando que el costo presupuestario era incompatible con la organización de los Juegos del Pacífico ese mismo año.

Tras semejante aplazamiento, las elecciones despiertan ahora expectativas entre la vulnerable población de las Islas Salomón y revisten también un gran interés geopolítico para la región. De hecho, el mandato del primer ministro Sogavare (2019-2024) ha puesto de relieve un sorprendente cambio en el alineamiento diplomático del archipiélago a favor de las Nuevas Rutas de la Seda de China y en detrimento de su socio histórico, Taiwán.

A pocos meses de las elecciones generales, este estudio examinará los fundamentos de esta «nueva» trayectoria sino-salomonense a nivel local y regional, y considerará las posibles consecuencias de los resultados electorales para las relaciones entre las Islas Salomón y China.

El sistema político de las Islas Salomón

Dentro de la Commonwealth, las Islas Salomón son una monarquía parlamentaria multipartidista con un gobierno, un gobernador general —que representa al rey de las Islas Salomón, Carlos III— y un Parlamento Nacional. El Parlamento elige al gobernador general y al primer ministro, que nombra a su «gabinete», cuyos miembros representan a un ministerio.

El Parlamento Nacional cuenta con 50 diputados elegidos por sufragio universal en circunscripciones uninominales durante cuatro años. Los partidos políticos del país son relativamente débiles; ninguno es lo suficientemente fuerte, ni está presente en todas las islas, como para influir por sí solo en la política estatal de las Islas Salomón. En consecuencia, el Parlamento Nacional de las Islas Salomón se caracteriza por dos rasgos cardinales:

• la mayoría de los diputados elegidos son «independientes» en el momento de la elección, lo que tiene consecuencias para la formación de coaliciones fluctuantes e inestables (ya que ellos mismos pueden votar la disolución del Parlamento);
• un conservadurismo relativo, poco renovado en el momento de las elecciones. De hecho, de casi todos los diputados que se presentaron a la reelección en 2019, 3 de cada 4 fueron reelegidos, entre ellos solo 3 mujeres.²

Tras un mandato que habrá durado cinco años, el 17 de abril de 2024 se celebrarán elecciones generales y el primer ministro, Manasseh Sogavare, se presentará a un quinto mandato para continuar el alineamiento diplomático de su archipiélago con la República Popular China, iniciado en 2019.

Cinco años después, las Islas Salomón se han convertido en el escaparate de la estrategia expansionista de China en el Pacífico. Y las elecciones de 2024 determinarán si continúan siguiendo la trayectoria china o, por el contrario, se alejan de ella.

Una trayectoria prochina a partir de las elecciones de 2019

Hoy en día, la urgencia de las cuestiones de desarrollo es cada vez mayor y los problemas socioeconómicos y sanitarios se multiplican, al igual que las consecuencias nefastas del cambio climático: «el 70% de la población se ve afectada por el declive de los sistemas pesqueros y agrícolas», según la Dra. Meg Keen, directora del Programa de las Islas del Pacífico en el Instituto Lowy.³

Frente a este aumento de la carga financiera, el mandato del primer ministro saliente Sogavare (2019-2024) estuvo marcado desde el principio por un inesperado punto de inflexión geopolítico en septiembre de 2019. A pocos días del 70 aniversario de la República Popular China, el 1 de octubre de 2019, el establecimiento de relaciones diplomáticas con China en detrimento de Taiwán —a pesar de ser el aliado histórico de las Islas Salomón— parecía un regalo de cumpleaños en forma de premio de guerra. En efecto, después de tres décadas de cooperación (36 años) y sin dar explicaciones, el nuevo gobierno de las Islas Salomón decidió precipitadamente romper relaciones diplomáticas con las autoridades taiwanesas y reconocer una sola «China» (One China Policy), alterando así definitivamente el equilibrio geopolítico en la región.

Con este compromiso de lealtad, adoptado sin ninguna consulta local por Sogavare, la estrategia de desarrollo de las Islas Salomón se ha alineado claramente con las Nuevas Rutas de la Seda de China y ha seguido su estela.

Al reforzar drásticamente sus vínculos con las Islas Salomón, Pekín ha mostrado claramente su ambición y su estrategia geopolítica en el Pacífico. Sin embargo, esta alianza entre China y el archipiélago melanesio ha tenido el efecto de dividir a la opinión local y a la clase política, al tiempo que ha electrizado a la sociedad en un contexto de acusaciones de corrupción. La falta de transparencia en torno a esta marcha atrás de los miembros del gobierno ha fracturado a la población de las Islas Salomón, como atestiguan los violentos disturbios ocurridos en Honiara en 2021.

Aunque las Islas Salomón han sido consideradas durante mucho tiempo como coto privado de Australia en lo que respecta a la ayuda oficial al desarrollo,⁴ este giro diplomático ha contribuido a intensificar la competencia geopolítica, especialmente en el sector de la seguridad del país. Como consecuencia de las grandes tensiones interétnicas y los violentos conflictos territoriales de principios de la década de 2000, Australia participó intensamente en la Misión Regional de Asistencia a las Islas Salomón (RAMSI) entre 2003 y 2017.⁵

La división de la población y el pacto de seguridad con China

Cuando en noviembre de 2021 estallaron violentos disturbios en la isla de Guadalcanal, en Honiara, la capital de las Islas Salomón, se llamó lógicamente al ejército australiano para restablecer el orden. Gran parte de los manifestantes procedían de la isla de Malaita, la provincia más poblada de las Islas Salomón, al noreste de Guadalcanal, donde la población estaba experimentando un importante deterioro del clima económico y social.

La opacidad y las sospechas de corrupción en torno a la alianza de 2019 con Pekín, en detrimento de Taiwán, actuaron como catalizador y chivo expiatorio a ojos de los alborotadores. Aunque los manifestantes tuvieron como objetivo edificios institucionales (invasión del Parlamento Nacional) y de seguridad (comisaría de policía), el desbordamiento de la violencia y la destrucción en el barrio chino (tres muertos y una comunidad china traumatizada) no dejó lugar a dudas sobre el color geopolítico del leitmotiv de los manifestantes. Los disturbios reforzaron aún más la polarización de la sociedad de las Islas Salomón en torno a la cuestión china. Una sociedad dividida entre quienes ven en China una oportunidad y quienes la consideran una amenaza.

Sin embargo, este episodio no ha obstaculizado la profundización de la asociación entre el gobierno de las Islas Salomón y China, sino todo lo contrario. Entre un territorio insular vulnerable, debilitado internamente, con múltiples necesidades de desarrollo y seguridad, y una China que busca aumentar su influencia por todos los medios en esta región estratégicamente situada a 1 500 km de la costa australiana, la firma de un pacto de seguridad en abril de 2022 parecía un resultado lógico.⁶

Aunque nunca se han revelado los términos del acuerdo y sólo circula por internet una versión preliminar, el documento incluye medidas como el estacionamiento de buques militares y la posibilidad de que el ejército chino intervenga para «ayudar a mantener el orden social».

Un estira y afloja entre China y Estados Unidos por la influencia en Oceanía

Este acuerdo precedió a una extensa gira diplomática china de diez días en mayo de 2022 del ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, a no menos de ocho Estados (Islas Salomón, Kiribati, Samoa, Fiyi, Tonga, Vanuatu, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental) y por videoconferencia con otros tres (Estados Federados de Micronesia, Islas Cook y Niue). El punto culminante de esta secuencia diplomática iba a ser la cumbre celebrada en Fiyi entre China y diez países del Pacífico el 30 de mayo de 2022 y la adopción colectiva de un vasto acuerdo regional de seguridad y desarrollo para las islas del Pacífico. Redactado por Pekín y enviado a los Estados insulares en vísperas de la cumbre, el plan ya había provocado las protestas de Australia y Estados Unidos.

En un contexto sospechoso, tras la adopción secreta de un opaco acuerdo de seguridad con las Islas Salomón, este proyecto de «Plan de Acción Quinquenal China-Pacífico para el Desarrollo Conjunto» fue rechazado por los Estados del Pacífico. Considerado como «una cortés decepción»,⁷ este rechazo parece a primera vista un revés diplomático para China, pero no es un revés fatal para las ambiciones chinas en la región.

Sin embargo, a través de esta secuencia diplomática, China ha conseguido volver a situar a las Islas Salomón en el centro del gran juego pacífico. Para la investigadora geopolítica Cleo Paskal,⁸ «la presencia de China en las islas del Pacífico le proporciona un control de los mares que sería relevante en caso de guerra en torno a Taiwán».

De hecho, temerosas ahora de la posibilidad de bases militares chinas, en particular en las Islas Salomón, las potencias occidentales de la región (Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda) se han mostrado especialmente alarmadas por este riesgo «opaco», que consideran una amenaza silenciosa de militarización progresiva.

Varios altos funcionarios de estos dos países han sido enviados a la región en rápida sucesión. En este contexto, la organización de la primera Cumbre Estados Unidos-Países insulares del Pacífico los días 28 y 29 de septiembre de 2022 en Washington,⁹ con la promesa de un nuevo fondo de ayuda para los países y territorios de la región (810 millones de dólares), materializa la nueva estrategia estadounidense para contrarrestar la influencia de China en la región del Pacífico.

Tras 30 años de ausencia, Washington decidió reabrir una embajada en Honiara a principios de 2023. En Papúa Nueva Guinea, país melanesio que limita al oeste con las Islas Salomón, Estados Unidos firmó el 22 de mayo de 2023 un pacto de seguridad que permitirá a las fuerzas militares estadounidenses acceder a los puertos y aeropuertos del país. Con este acuerdo, Washington pretende una vez más contener y contrarrestar la influencia de China en esta región melanesia.

Unas semanas más tarde, China respondió extendiendo la alfombra roja para Manasseh Sogavare durante una visita oficial a Pekín. Durante la visita, del 9 al 15 de julio de 2023, los dos países firmaron una asociación estratégica global, completando el acuerdo anterior firmado en 2022. La formación de las fuerzas policiales, que ya había sido criticada por las potencias occidentales en 2022, se ha prorrogado hasta 2025, lo que permitirá a China mantener una presencia policial. Además, la seguridad de los Juegos del Pacífico ha sido objeto de una carrera de influencias entre China y Australia: mientras que el acuerdo de 2023 confirmaba de facto la presencia de policías y militares chinos para este acontecimiento, Canberra anunciaba, a través de su policía y su ejército, el despliegue de fuerzas y medios para contribuir a la seguridad de los Juegos (100 policías, 350 militares, unos 15 vehículos, etc.).

Frente a la omnipresente competencia entre China, Estados Unidos y Australia, Francia se encuentra en una posición intermedia y busca «redefinir una legitimidad sacudida»,¹⁰ ya que aspira, a través de su estrategia Indo-Pacífico, a encarnar una potencia de equilibrio: véase la histórica gira del presidente Emmanuel Macron por el Pacífico Sur (24-27 de julio de 2023) o la reunión de ministros de Defensa del Pacífico Sur¹¹ (4-6 de diciembre en Numea).

Incertidumbres

Este pequeño archipiélago de Melanesia es una puesta en abismo de los problemas más generales a los que se enfrenta la región de Oceanía. La República Popular China ha establecido las Islas Salomón como su cabeza de puente en esta parte del mundo, para disgusto de las potencias occidentales, que subestimaron la capacidad de China para invertir el orden de los factores. Por el momento, nadie puede predecir el resultado de las elecciones que se celebrarán dentro de un mes, ni sus consecuencias geopolíticas.

Sin embargo, con el primer ministro prochino Manasseh Sogavare listo para presentarse a un quinto mandato, e incluso antes del inicio oficial de la campaña electoral, varios candidatos de la oposición están tratando las elecciones como un referéndum a favor o en contra de China: varios de ellos ya anunciaron que tienen la intención de denunciar los acuerdos de seguridad y desarrollo firmados por las Islas Salomón y China en 2022 y 2023.

Además, la posibilidad de que agentes de la policía china supervisen las próximas elecciones hace temer por la sinceridad del escrutinio. Algunos observadores señalan otra fuente de preocupación: en agosto de 2022, el gobierno de las Islas Salomón desató la indignación local e internacional al ordenar la censura sistemática de la radiotelevisión pública nacional de las Islas Salomón, la Solomon Islands Broadcasting Corporation.¹² Único medio de información para los habitantes de muchas de las islas remotas del país, todas las noticias y programas son ahora examinados por un representante del gobierno antes de ser emitidos. Este ataque a la libertad de prensa y a la transparencia de la información ha suscitado inquietudes, sobre todo por la forma en que se presentan las relaciones y los acuerdos con Pekín.

A pesar de estas numerosas preocupaciones (aplazamiento arbitrario de las elecciones, control de los medios de comunicación, falta de transparencia por parte del gobierno, etc.), hay que recordar que las anteriores elecciones generales recibieron informes positivos de los observadores internacionales.

Desde 2019, a medida que se intensifica la rivalidad estructural entre China y Estados Unidos, los países de la región se ven sometidos a una presión considerable para elegir bando. En el año de las grandes elecciones, las Islas Salomón se encuentran ahora en el centro del juego en el frente del Pacífico. Sea cual sea el resultado de las elecciones de abril, es poco probable que las tensiones se extingan, al contrario, podrían reavivarse.