Preservar la competitividad de la Unión está en el orden del día, una semana después de que la Comisión publicara unas perspectivas económicas poco dinámicas.

  • En sus previsiones de invierno publicadas el 15 de febrero, la Comisión prevé un crecimiento del 0,9% en 2024 para la Unión y una inflación del 2,7% (frente al 5,4% en 2023)1.
  • La economía alemana está especialmente mal, con escasez de mano de obra y recortes presupuestarios vinculados a la sentencia del Tribunal Constitucional de Karlsruhe.
  • La Comisión ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para Alemania, pronosticando ahora un crecimiento del 0,3% en 2024 -frente al 0,8% previsto en otoño- tras una contracción del PIB del -0,3 en 2023.

Durante la reunión está prevista una sesión de trabajo con Mario Draghi2.

  • El 15 de febrero, en Washington, el antiguo banquero central compartió su visión de una política económica dominada por la política presupuestaria en los próximos años: «la política presupuestaria estará llamada a desempeñar un papel más importante, lo que significa déficits públicos cada vez más elevados».
  • Con la reforma del Pacto de Estabilidad recién adoptada, Draghi también criticó la política «equivocada» de superávits presupuestarios que prevaleció tras la crisis de la eurozona, que ha «deprimido la demanda interna y los costes de la mano de obra».

El viernes está prevista una reunión del Eurogrupo. La próxima decisión de política monetaria del BCE está prevista para el 7 de marzo.

  • Desde septiembre no se han vuelto a subir los tipos.
  • La ausencia de perspectivas claramente positivas –a diferencia de Estados Unidos– hace que la decisión de flexibilizar o no la política monetaria sea especialmente peligrosa para el BCE.
  • Christine Lagarde anunció el 25 de enero que el Consejo de los Gobernadores «se basará en los datos» para determinar el ritmo de los recortes de tipos.