El naira: el motor de las explosiones en Nigeria

El naira, la moneda nacional, toma su nombre de la contracción de la palabra Nigeria. La explosión de un depósito de petróleo en Seme (Benín) el 23 de septiembre fue un sombrío recordatorio del vínculo congénito de la moneda con el oro negro. «Esta mañana se ha producido un grave incendio en la ciudad de Seme Podji [cerca de la frontera con Nigeria]. Desgraciadamente, han muerto 34 personas, entre ellas dos bebés», declaró a los periodistas el ministro del interior, Alassane Seidou, quien añadió que «la causa del incendio fue el combustible del contrabando». La moneda nigeriana no es convertible para quienes no tienen acceso al sistema bancario, y el petróleo, a menudo robado o desviado, se utiliza para obtener francos CFA convertibles. Si los compradores están en Benín, irrigan con el combustible toda una parte de África Occidental. Todo esto es, por supuesto, ilegal y peligroso, pero ocurre desde hace años con la complicidad de las autoridades. Desde la elección de Bola Tinubu como presidente de la República, el acceso al naira es cada vez más difícil. En junio de 2023, el Banco Central de Nigeria (Central Bank of Nigeria, CBN) dejó de fijar el tipo de cambio oficial del naira frente al dólar estadounidense, la principal divisa utilizada por los nigerianos. Ahora es el mercado el que determina el tipo de cambio diario. Como consecuencia, el tipo de cambio fijo de 460 nairas por dólar estadounidense ha caído hasta situarse en torno a los 790 dólares en septiembre de 2023, con fluctuaciones a la baja.

El efecto perverso de las sanciones

Así pues, el naira está muy mal. Está cayendo en picada frente al dólar, y tal descenso a los infiernos se ha intensificado en los últimos días. Desde un punto de vista estrictamente monetario, en Nigeria es el mercado negro el que fija el tipo de cambio real. El tipo oficial del Banco Central de Nigeria ronda los 800 nairas por dólar. En el mercado negro, la diferencia aumenta: se necesitan casi 1 000 nairas para obtener 1 dólar. Esto se debe a que muchos de los que necesitan divisas no pueden obtenerlas directamente de sus bancos, que a su vez no pueden obtenerlas del Banco Central. Adedeji Owonibi, fundador de la consultora Convexity, con sede en Abuja, confirma: «En la práctica, siempre hay una gran disparidad entre los tipos oficiales y los no oficiales. El tipo oficial suele rondar los 700 nairas por dólar, pero en otros mercados es más de 1 000 nairas. Seguirá habiendo mucha agitación»¹.

El sistema de tipos múltiples forma parte de la historia monetaria de Nigeria. Pero el momento Tinubu es crucial. Normalmente, el mercado negro se abastece de francos CFA, moneda convertible en dólares, en Benín, Níger y Camerún. Los francos CFA proceden de las compras de productos nigerianos en Benín y Níger, desde Coca-Cola hasta cereales, desde gasolina hasta fertilizantes². Las sanciones de la CEDEAO han bloqueado varias transacciones y, lo que es peor, la llegada de fuerzas militares y policiales a las fronteras de Benín y Níger ha incrementado las extorsiones comerciales.

Los costos aumentan a ambos lados del cordón aduanero: gracias a la refinería de Zinder, en Níger, el norte de Nigeria podía abastecerse regularmente y sin gastar dólares, pero el embargo de la CEDEAO le está costando caro a Nigeria. El país y su población más pobre soportan el peso de un bloqueo que es el resultado de las exigencias de París transmitidas a través de Senegal y Costa de Marfil. En cuanto escaseen los productos petrolíferos refinados, se cierne una nueva amenaza sobre la liquidez monetaria, ya que absorberán un poco más de nairas. En las gasolineras es difícil encontrar combustible a 400 nairas el litro, frente al precio oficial de 185 nairas el litro. La terapia de choque que el nuevo presidente Tinubu aplicó a la economía nigeriana, al poner fin a las subvenciones a la parafina y otros productos de primera necesidad, se ha visto acentuada por la escalada de represalias contra el vecino Níger. Buhari también tuvo su parte en la decadencia de la moneda al haber decretado un cambio de los billetes en circulación antes de la última campaña electoral, lo que secó los recursos en efectivo de millones de nigerianos no bancarizados.

Los agujeros del CBN

La situación en el mercado oficial de divisas también ha empeorado. Harían falta 400 millones de dólares para importar hidrocarburos refinados, y no están disponibles, por lo que la demanda se está desplazando al mercado negro. La actual dirección del CBN espera ver fluir dólares hacia Nigeria usando líneas exteriores de crédito. Además, Tinubu ha considerado oportuno confirmar la destitución del anterior jefe del banco central y afirma estar saneando la institución, que contará también con 4 vicegobernadores³. Se dice que «desapareció» una suma de 7 500 millones de dólares en transacciones entre el CBN y dos bancos estadounidenses. El banco central trata de compensarlo comprometiendo líneas con JP Morgan y Goldman Sachs. Por supuesto, estos «agujeros» no son un simple robo. El abandono repentino del tipo de cambio fijo coloca al CBN en una posición insostenible: tiene que cubrir sus deudas con el doble de nairas. Pero no los tiene, así que le presta dinero al Estado, que no lo devuelve. Desde Goodluck Jonathan, presidente de Nigeria de 2010 a 2015, el gasto militar se cuadruplicó bajo la presidencia de Buhari. Tinubu aumentó la carga presupuestaria del ejército al jubilar al jefe del Estado Mayor en condiciones fastuosas, junto con un centenar de otros generales. Ése fue el precio a pagar por nombrar a un cristiano como nuevo jefe del Estado Mayor, que además tuvo que renovar su mando en un momento de tensiones internas y externas.

Los Tinubu Boys de Lagos

El expresidente sospechoso de los fallos del Banco Central será sustituido por una personalidad bancaria de Lagos que ya había trabajado con Tinubu. Olayemi Michael Cardoso es descendiente de una familia de retornados (los que volvieron de Brasil) y su padre fue el primer director ejecutivo nigeriano de Barclays. Tinubu pretende sustituir las soluciones probadas de hacer malabarismos con múltiples tipos y una política de compensación mediante subvenciones por una política macrofinanciera de reducción de la inflación. Cardoso parece, pues, el conductor de una política de transición hacia una forma de capitalismo en principio abierta a las inversiones extranjeros y que, por tanto, daría más poder a los Estados costeros que a los «magnates» del norte asolado por Boko Haram. Tanto más cuanto que este nuevo acuerdo se basa esencialmente en el petróleo, cuya producción debe aumentar a toda costa. Ése es el programa que persiguen los economistas liberales, encabezados por Wale Edun, ministro de finanzas desde julio de 2023. Junto con Cardoso, también formó parte del dinámico equipo de Tinubu como gobernador de Lagos (1999-2007). 

Lagos es una megaciudad. Alberga los principales puertos del país, por los que pasa el 80% del comercio exterior⁴. Es la antigua capital federal y una metrópolis de al menos 25 millones de habitantes con una larga historia que reúne a portugueses, ingleses, todas las regiones de este diverso país y comunidades más recientes de libaneses, griegos, chinos, indios, etc. Hay que reconocer a Tinubu y a sus adjuntos, cuando era gobernador, el mérito de haber intentado devolver una infraestructura a esa ciudad sobredimensionada, mantenida a distancia por el poder central de Abuja. Pero no cambió la inmensa brecha entre el lujo ostentoso y la miseria de los barrios de chabolas sin agua ni electricidad. Lagos puede considerarse el Mumbai de África, con una densidad de población de 8 mil habitantes por km². Sin embargo, está por verse si el nuevo nombramiento de sus allegados durante el periodo en que estuvo al frente de ese gigantesco estado bastará para hacer frente a la agitación que sacude ahora a la Federación. Sobre todo teniendo en cuenta que el partido de Tinubu no consiguió ganar en las últimas elecciones en el estado de Lagos.

El petróleo entre la violencia y el regreso de los extranjeros

La única respuesta que se perfila es aumentar la producción y la exportación de oro negro. Pero, ¿cómo lograrlo cuando aumentan los desvíos, sabotajes y robos? La opinión internacional sigue de cerca la lucha contra Boko Haram, pero subestima la guerra civil en el delta del Níger, la región pantanosa, donde se sigue bombeando petróleo. Los secesionistas biafranos, en particular el Pueblo Indígena de Biafra (Indigenous People of Biafra, IPOB)⁵, siguen luchando por la independencia de su región. También ahí las vertiginosas cifras asombran. En 2023, el estado de Imo ha sido el más afectado por la subida de los precios de los alimentos, no sólo por la inflación, sino también por las amenazas y ataques contra los agricultores⁶. El gobernador de Imo le pidió a un grupo de vigilantes, la Red de Seguridad de Ebubeagu, que tomara las armas contra el IPOB, lo que ha provocado actos de violencia, la mayoría de las veces contra civiles.

Fuera de las provincias de la antigua Biafra, grupos armados que van desde la sociedad civil al bandidaje mantienen desde hace años un conflicto con las compañías petroleras que operan en el sur del país. Como consecuencia de los robos y malversaciones, Nigeria perdió su puesto de primer productor de petróleo de África en 2021, cuando fue superada por Angola. Para recuperar los ingresos petroleros, Tinubu cuenta con Shell, que podría desarrollar gas natural con una cadena de licuefacción. Tinubu no es ajeno al negocio petrolero, y espera que Emmanuel Macron anime a Total a realizar nuevas inversiones durante su visita a Nigeria. También se espera que Exxon Mobil aumente su producción diaria en 40 mil barriles. La construcción de una potente refinería, iniciada hace unos meses con el capital del multimillonario nigeriano con una red multinacional, Aladji Aliko Dangote, será también un alivio para las importaciones en divisas. Sin embargo, la caída del naira no ha perdonado al hombre más rico de África. Aliko Dangote, fundador y director general de Dangote Industries Limited, fue degradado por Forbes en 2023. En un solo día de junio de 2023, con la introducción de un tipo de cambio flotante, su fortuna se redujo en 3 400 millones de dólares.

El legado de la deuda

Por último, la estabilización de la moneda nacional se ve ensombrecida por el stock de deuda en divisas, que asciende a 90 mil millones de dólares, un tercio de los cuales se debe a acreedores externos. Entre ellos, el Banco de Exportación e Importación de China tiene créditos por valor de 3 300 millones de USD. Entre los acreedores bilaterales figuran Francia, Japón e India. Este desglose de acreedores explica la complacencia de Tinubu ante la política anti-Níger de Macron. Abuja espera que el Club de París alivie la deuda pública de Nigeria. China sabe que Tinubu tiene fuertes vínculos con los estadounidenses en la banca y el petróleo, así como con los demócratas en el poder en Washington. Tinubu espera que Estados Unidos sugiera al menos al FMI y al Banco Mundial que tengan paciencia ante los plazos⁷. En este contexto, China examinará con más detenimiento las condiciones de reestructuración de sus préstamos, algunas de las cuales desconocemos. Tinubu intenta que India tome el relevo de China, pero, como en todas sus maniobras, camina por la cuerda floja. Según los criterios habituales para medir la solvencia en relación con el PIB, Nigeria habría podido hacer frente al cumplimiento de su deuda en 2023, es decir, reembolsar a sus acreedores 1 600 millones de dólares en concepto de intereses y capital. 

Sin embargo, con el abandono del tipo de cambio fijo del dólar frente al naira, el gobierno federal ve disminuir sus ingresos y el cumplimiento de la deuda supera con creces el umbral, ya elevado, del 50% de sus ingresos fiscales y aduaneros. En 2024, al igual que en 2025, Nigeria tendrá que hacer frente al cumplimiento de una deuda de entre 2 500 y 4 500 millones de dólares. En 2023, el FMI estimó que sólo los intereses de la deuda representarían el 82% de los ingresos del gobierno federal, mientras que el Banco Mundial calculó el cumplimiento total de la deuda (capital e intereses) en el 123% de los ingresos del gobierno. En los últimos meses, Abuja ha jugado el juego de la asistencia en forma de préstamos y financiamiento comercial, con el apoyo de Estados Unidos. Esto, por supuesto, desató duras críticas de parte de su contrincante en las últimas elecciones presidenciales, Atiku Abubakar, que tiene un programa económico muy elaborado y ya se oponía a la estrategia de endeudamiento de Buhari.

El “round-tripping”

La decisión del nuevo presidente de poner fin al tipo de cambio fijo no responde únicamente a la teoría económica liberal, que reniega de tener una moneda administrada. El mercado negro es esencial para la supervivencia de los nigerianos. Por lo tanto, es difícil pensar en erradicarlo acercando los tipos, con lo que el llamado tipo oficial se pondría al nivel del tipo del mercado paralelo. En el periodo 2017-2021 se produjo un crecimiento exponencial de las casas de cambio en Nigeria. Éstas, en principio, se abastecen en el mercado para proporcionar, por ejemplo, los miles de millones de dólares que necesitan los miles de nigerianos que estudian en Londres, Boston o Kiev. Muchas necesidades de divisas no pueden ser cubiertas por el CBN, que determina qué artículos pueden comprarse en dólares. Así, los afortunados beneficiarios del acceso a las preciadas divisas del CBN podían comprarlas a 400 nairas por dólar y revender el mismo dólar al menos a 700 nairas en las casas de cambio o a un importador que no hubiera tenido la oportunidad de beneficiarse de las divisas del CBN⁸. Del mismo modo, el fin de la gasolina subvencionada afecta a los consumidores, pero sobre todo perjudica a los enemigos políticos de Tinubu, que podían obtener cargamentos a bajo precio y revenderlos a precios del mercado negro, manteniendo una escasez ficticia.

A eso se le llama “round-tripping”, y es donde encontramos la correspondencia entre el petróleo y las divisas como atributos de los privilegiados. Cuanto más se deteriora la situación social, política y de seguridad, mayor es la propensión a la fuga de capitales en Nigeria. La élite nigeriana alardea de su riqueza y poder, pero esconde sus activos en Washington, Londres o Brasil. A Tinubu se le acusa de haberle comprado a su hijo mayor un bello departamento en Londres. Ha atacado a dos de los azotes principales de Nigeria sin estar seguro de contar con el apoyo político necesario para esa reforma fundamental. Los dirigentes extranjeros, y en particular Emmanuel Macron, que apuesta por una nueva forma de financiar el desarrollo, tienen la oportunidad de apoyar a este inmenso país en esta dolorosa y valiente transición monetaria. El 23 de septiembre, en la reunión anual de las Naciones Unidas, los representantes de África exigieron dejar de ser las víctimas para convertirse en los socios del sistema mundial dominante. La deuda obstaculiza la transformación de Nigeria, del mismo modo que las sanciones de la CEDEAO penalizan el comercio que hace más fluidos los cuellos de botella de las economías rentistas. La simple eliminación de las hipotecas daría motivos para poner fin a los numerosos incentivos del “round-tripping”.