¿Cómo analiza y explica los resultados del 23J? ¿Está de acuerdo con las expresiones “dulce derrota”del PSOE y “amarga victoria” del PP?
El PSOE ha aumentado desde 2019 en votos (un millón) y en un escaño, alcanzando el 31,7% de porcentaje de voto, tras una legislatura extraordinariamente difícil, y es el único partido que podría gobernar, en coalición con Sumar si consigue suficiente apoyo de los grupos parlamentarios, para alcanzar los 176 escaños de la mayoría absoluta; en el caso del PP, a pesar de su victoria en votos y en escaños, parece evidente que no lograría el necesario respaldo, incluso con un escaño adicional conseguido por el voto exterior; salvo que Junts decida abrir la puerta a un gobierno de derecha y de ultraderecha.
Y es que el cambio de un escaño en Madrid a favor del PP y en perjuicio del PSOE, por el recuento del voto exterior no modifica la situación para formar mayorías: Junts tendrá que decidir si une sus fuerzas a PP y VOX, o se une al resto de fuerzas políticas para evitarlo y facilita la investidura de Pedro Sánchez.
Hay que recordar, una vez más, que tenemos una democracia parlamentaria, y por lo tanto ser el partido más votado no garantiza la presidencia del gobierno, como ha sucedido ya en numerosos ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
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¿Se esperaban tales resultados?
Durante la campaña fuimos notando una creciente movilización del electorado progresista, en particular de los trabajadores, de las mujeres, de las organizaciones ecologistas, del mundo de la cultura, de los colectivos LGTBI… Desde luego nuestra percepción no coincidía en absoluto con la mayoría de las encuestas, que otorgaban incluso la mayoría absoluta al PP. Y el voto exterior ha confirmado el avance socialista, con la excepción de Madrid.
¿Qué ha permitido revertir los resultados del 28M? ¿Hubo un verdadero cambio de estrategia en el PSOE y/o se puede decir que el PP hizo una mala campaña?
Creo que ha sido crucial el enfoque de nuestra campaña, en particular la capacidad de Pedro Sánchez de combatir con contundencia los numerosos bulos e insidias, explicando la importancia de los logros del gobierno de coalición, y con presencia en medios de comunicación muy diversos. Y por supuesto, durante la campaña han sido evidentes las coincidencias entre PP y Vox, pactando gobiernos locales y autonómicos sin el menor escrúpulo por parte de Feijóo, que ha puesto además de manifiesto su instrumentación de la mentira como arma política.
Pedro Sánchez ha dicho que no quería repetir elecciones, ¿cómo lograrlo? ¿Cuáles son ahora las perspectivas?
El presidente Sánchez concede mucha importancia a la estabilidad. Con muchísima razón. Este es un momento crucial para España, con grandes oportunidades, gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado con fondos europeos. El PRTR nos permite avanzar en la transición verde y digital de nuestra economía, reforzar nuestra cohesión social y territorial, avanzar en la igualdad efectiva entre hombre y mujer; otra convocatoria electoral podría ralentizar la aplicación de estos fondos, así como el dinamismo mostrado por la inversión extranjera –incentivada por el PRTR–, que ha alcanzado las cifras más elevadas de los últimos veinte años. Así que estoy segura que Pedro Sánchez hará todo lo posible para garantizar la estabilidad, mediante los necesarios apoyos de aquellos grupos parlamentarios que quieren un gobierno progresista.
¿Buscará Pedro Sánchez la investidura cueste lo que cueste? ¿Pueden moverse por su lado las líneas rojas?
Nuestra línea roja es la Constitución. No habrá concesiones que traspasen esa línea roja.
¿Qué opina sobre la propuesta de coalición PSOE-PP de Feijóo?
Puro cinismo. No resulta en absoluto creíble, por muchas razones. En primer lugar, Feijóo ha centrado su campaña en comprometerse a “derogar el sanchismo”, y ha insultado y descalificado de manera reiterada al presidente Sánchez y a su Gobierno. Supongamos que el PSOE facilitase la investidura. ¿Cuál sería el programa del gobierno resultante?
En segundo lugar, hay 50 municipios y 2 Comunidades Autónomas en los que el partido más votado en las elecciones del 28 de mayo fue el PSOE, pero donde el PP decidió gobernar con el apoyo de Vox, aceptando sin remilgos determinadas condiciones que creo que avergüenzan a muchos votantes del PP. Es más, estamos asistiendo a una peligrosa deriva del PP, incluso allí donde gobierna con mayoría absoluta y no necesita el apoyo de Vox, demostrando así su creciente derechización.
Y en tercer lugar, es evidente que dentro del PP hay posiciones muy diferentes: algunas, como la de Díaz Ayuso, más coincidentes con Vox, absolutamente contrarias a cualquier acuerdo con el PSOE. La propuesta de Feijóo no tiene ni siquiera el apoyo unánime de su partido.
Otra cosa, muy distinta, es alcanzar pactos de Estado con el PP en cuestiones como la política exterior, la lucha contra el yihadismo, la violencia de género o la emergencia climática, cuestiones que deberían ser muy transversales; pero incluso en éstas, el PP no está demostrando el necesario sentido de Estado.
¿Cree que habrá que cambiar algo en un potencial nuevo gobierno y mandato de Pedro Sánchez –en comparación con el anterior–? ¿Qué se haría de manera diferente?
Hemos aprendido algunas lecciones. Para concitar un amplio apoyo del electorado no es suficiente adoptar numerosas medidas que benefician a la inmensa mayoría social: los ERTE y los créditos del ICO que mantuvieron 3 millones de empleos y 150.000 empresas durante la pandemia; la revalorización de las pensiones de nueve millones de jubilados, de acuerdo con la evolución del IPC; la subida de casi el 50% del SMI, beneficiando a dos millones de personas, sobre todo mujeres y jóvenes; ni siquiera es suficiente una reforma laboral que ha conseguido dos millones más de afiliados y una drástica reducción del paro y de los empleos precarios, permitiendo ya plantear en España la perspectiva de alcanzar el pleno empleo.
No, todo ello no basta si todos y cada uno de los ciudadanos no perciben correctamente el efecto de tales actuaciones. Es necesario por lo tanto combatir eficazmente la desinformación y los bulos que han intoxicado gravemente la opinión pública, utilizando todos los cauces existentes para favorecer el contacto más próximo posible con los ciudadanos; y es necesario, también, mejorar su acceso a las administraciones públicas y a las correspondientes prestaciones.
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Somos conscientes de la dificultad que entrañan ambas cuestiones, teniendo en cuenta que 140 ayuntamientos y la mayoría de las Comunidades Autónomas tienen gobiernos del PP (con o sin Vox), así como que la mayoría de los medios de comunicación defienden los postulados de la derecha; pero los resultados de las elecciones generales indican que hay capacidad de hacer llegar la verdad a la opinión pública y movilizar así a buena parte del electorado.
¿Qué nos pueden decir estas elecciones del 23J sobre las elecciones europeas del próximo año? ¿Cuál será la estrategia del PSOE?
En España la extrema derecha ha retrocedido: Vox ha perdido 19 diputados, quebrando así una tendencia claramente creciente durante los últimos años. Sin duda, muchos ciudadanos –en particular, ciudadanas– están apreciando ya, de forma directa, las consecuencias de la presencia de Vox en las instituciones. Haremos todo lo posible desde el PSOE para que ese declive se confirme también en las elecciones europeas, ya que consideramos crucial evitar un avance de los partidos que comparten un ideario antieuropeo, negacionista, xenófobo, machista. Y en la línea ya apuntada, el PSOE identificará y en su caso denunciará, todas las posibles actuaciones de Vox contrarias a la legalidad y a los derechos humanos –incluyendo el derecho a la seguridad frente al cambio climático, contemplado ya en numerosas Constituciones–.
¿Los resultados permiten que ahora se pueda aprovechar totalmente la Presidencia del Consejo de la Unión Europea?
Sin duda. Me consta el alivio que se ha producido en las instituciones europeas al desaparecer el riesgo de un gobierno con la extrema derecha en España. La agenda de esta presidencia es especialmente intensa, ya que la siguiente resultará condicionada por la proximidad de las elecciones al parlamento europeo; hay muchos expedientes de gran trascendencia para los países miembros –nuevas reglas fiscales, reforma del mercado eléctrico, política migratoria, posicionamiento frente a la invasión de Ucrania–; y es importante aprovechar muy bien este semestre para llegar a todos los acuerdos posibles en dichas materias. El Gobierno presidido por Pedro Sánchez ha demostrado liderazgo en la Unión Europea, en momentos extraordinariamente difíciles, y su previsible continuidad suscita una amplia percepción positiva.