La conclusión, el 22 de julio de 2022, de un acuerdo con las Naciones Unidas, Ucrania y Turquía para permitir que los buques mercantes transporten grano desde los puertos ucranianos al resto del mundo a través del Mar Negro – previa inspección de la ONU – ha provocado una caída de los precios de los alimentos de alrededor del 23% desde su punto máximo en marzo de 2022.

  • Rusia se retiró por primera vez del acuerdo a finales de octubre de 2022 tras un ataque con drones contra la flota rusa estacionada en la bahía de Sebastopol.
  • El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, signatario del acuerdo, consiguió entonces convencer a Vladímir Putin para que se reincorporase a la iniciativa en los días siguientes, limitando así las consecuencias de la retirada sobre la estabilidad de los precios de los alimentos.
  • Esta vez, parece poco probable que Erdoğan logre cambiar el rumbo del Kremlin. En la Cumbre de la OTAN de la semana pasada, el presidente turco anunció su apoyo a la adhesión de Suecia a la Alianza Atlántica y declaró que Ucrania «merecía» formar parte de ella.

Desde el 3 de agosto de 2022, 32,9 millones de toneladas de cereales (principalmente maíz, trigo, aceite y harina de girasol, cebada, etc.) han salido de los puertos ucranianos de Odesa, Yuzhne y Chornomorsk. Aunque apenas el 20% de estos productos se destinaron a países de renta baja y media (el tramo más bajo, según la clasificación del Banco Mundial), el aumento global de la oferta provocó una reducción de los precios, «permitiendo al Programa Mundial de Alimentos transportar más de 725.000 toneladas de trigo (el 50% de las cuales procedían de Ucrania) para ayudar a la población necesitada de Afganistán, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Yemen».

La probabilidad de que se reanude el acuerdo parece tanto más remota cuanto que la no renovación de la iniciativa no se debió a las recientes explosiones que dañaron el puente de Kerch el domingo por la noche – según el Kremlin – sino al «incumplimiento de la parte rusa del acuerdo».

  • En concreto, Moscú exige que el Rosselkhozbank (el Banco Agrícola Ruso) vuelva a conectarse al sistema de liquidación interbancaria Swift y que se levanten los «obstáculos a las exportaciones rusas de cereales y fertilizantes».
  • Estas demandas han sido expresadas por el Kremlin durante varios meses y se han encontrado con la negativa de los países que tienen sanciones en vigor contra Rusia, mientras que el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha declarado que la ONU ha hecho propuestas a Vladímir Putin destinadas a «mantener vivo el acuerdo», sin obtener respuesta.
  • A falta de acuerdo, los buques mercantes que transitan por el Mar Negro y las infraestructuras portuarias son vulnerables a los ataques rusos. El lunes por la noche, misiles Kalibr y drones rusos apuntaron al puerto ucraniano de Odesa.

En la segunda Cumbre Rusia-África, que se celebrará en San Petersburgo del 26 al 29 de julio, los responsables rusos dirán a sus homólogos africanos que «fueron los países europeos y Estados Unidos los que provocaron la crisis del mercado alimentario internacional al imprimir dinero de forma injustificada desde el punto de vista económico para hacer frente a sus problemas causados por la pandemia de la Covid-19», al tiempo que presentarán a Rusia como un actor dispuesto a trabajar por la seguridad alimentaria mundial frente a los «caprichos» de los europeos.