Unos días antes del estreno de su epopeya checa, Florian Louis se reunió con Gilles Kepel para hablar de la lenta maduración de esta primera obra literaria: una investigación familiar construida en torno a la letra K. -la del padre- en la que nos cruzamos entre Praga y París con personajes históricos y destinos extraordinarios alimentados por múltiples coincidencias.