 
        Profundamente arraigada en la sociedad desde la época soviética, la lógica de la dominación ha moldeado nuestras mentes y nos ha encerrado en la mirada rusa. Fue necesaria la invasión de Ucrania por parte de Putin para que comenzara a existir en nuestro imaginario continental. Cambiar este enfoque no es una cuestión sencilla -sino que implica reconocer la complejidad de la sociedad rusa y saber leer las profundas transformaciones que se están produciendo en ella-. Una perspectiva de Anna Colin Lebedev.
 
         
         
         
         
         
         
         
        