La doctrina rusa establece que en caso de un ataque convencional que amenace la existencia de Rusia, es posible el uso del arma nuclear -así que todo depende de la definición de esta noción de «amenaza existencial»-.
¿Acaba Vladimir Putin de romper un tabú? ¿Hasta dónde puede llegar? En este estudio, Bruno Tertrais hace un balance de una cuestión compleja.