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Theresia Enzensberger, Auf See, Munich, Hanser, 2022
Etimológicamente, una utopía es un “no lugar”. Más tarde, el término se utiliza para describir un lugar imaginario donde un gobernador ideal gobierna un pueblo feliz y una sociedad perfecta. Yada, de 17 años, vive en un lugar así. Se llama Seestatt y es la utopía de su padre, Nicholas Verney, un antiguo doctor en filosofía que se ha convertido en un empresario especializado en alta tecnología y que sueña con salvar el mundo.
El desastre, tanto ecológico como familiar, puede comenzar.
Con esta novela, Theresia Enzensberger sigue esta tradición de reflexión, indispensable para comprender las disfunciones de nuestras sociedades, que desgraciadamente parecen repetirse de manera infinita e inevitable.
Pierre Ducrozet, Variations de Paul, Paris, Actes Sud, 2022
Desde que nació, el corazón de Paul le juega una mala pasada: se detiene, como si un disco se pusiera en pausa o se cambiara la cara de un vinilo. Las interrupciones del corazón de Paul, que puntúan la historia, son como otros tantos puntos culminantes que dan ritmo a la sinfonía familiar, desde el nacimiento de su madre Sarah hasta la gran fiesta organizada por Chiara y Léo, sus hijos, al final de Cap Corse, pasando por su encuentro con Eva. Con tanta energía, la madre de Chiara acaba por no soportar el desbordamiento y tiene que volver a Ciudad de México, a una casa cerca del hipódromo de la Condesa que se parece a aquella en la que Frida Kahlo pasó sus últimos días. También se entrelaza la historia de Chiara, que se convierte en DJ en Berlín a finales de los 90. Desde su tocadiscos hasta el Schwanengesang que tocaba su abuela a principios de siglo, sólo hay una nota.
Claudie Hunzinger, Un chien à ma table, Paris, Grasset, 2022
Un chien à ma table es una novela poderosamente ecológica, y lo es de forma propiamente literaria. No sólo utiliza todos los recursos poéticos de la lengua, sino que a veces se sitúa, con discreción y contención, en la frontera del mito o del cuento, en el límite de lo sobrenatural, al borde del desorden ontológico -una página muy bella convoca así el recuerdo de un viejo italiano con bigote que ha reaparecido como un fantasma; otra página se divierte de reenviar hacia la ficción, es decir al no-ser, la propia casa que habita la pareja de ancianos-. Pero, sobre todo, el libro vuelve insistentemente al motivo del cambio de especie, de tal manera que uno nunca está muy seguro de hasta qué punto se trata de la simple fantasía de una mujer con sentidos agudos e imaginación, y hasta qué punto, de qué manera, se produce la metamorfosis.
La novela es uno de los mejores libros de la actual temporada literaria. Habla con delicadeza, inteligencia y poesía de los grandes problemas propios de la condición humana en sus aspectos eternos y universales, y de la situación contemporánea del ser humano en el mundo y en la naturaleza; esta forma de hacer resonar diferentes dimensiones, diferentes temporalidades, no es la menor parte de su encanto.
Ginevra Lamberti, Tutti dormono nella valle, Venezia, Marsilio, 2022
Ambientada en un pueblo del noreste de Italia, entre dos valles, Ginevra Lamberti cuenta la historia de una familia italiana en los años 70. Mientras la generación mayor se enfrenta a las ansiedades de la modernidad, la más joven expresa su deseo de explorar lo que hay más allá del valle. En esta original historia familiar, Ginevra Lamberti explora cada personaje con la misma amabilidad, sacando a la luz las heridas de la historia italiana del siglo XX.
El tercer libro de Ginevra Lamberti está estrechamente relacionado con su primera novela, La questione più che altro (Nottetempo, 2015), en la que ya aparecía El Valle: un lugar real del Véneto profundo que se ha transformado en un auténtico cronotopo, de la materia de la mejor literatura. Como sugiere el título -haciéndose eco de un famoso verso dedicado a la colina de Spoon River por Edgar Lee Masters- se trata de un lugar que, al menos para los jóvenes que tuvieron la desgracia de nacer allí en los años cincuenta del siglo pasado, está relacionado de algún modo con la muerte. O al menos esa es la impresión que se lleva Costanza, la protagonista de la novela.
Rafael Reig, El río de cenizas, Barcelona, Tusquets Editores , 2022
¿Es posible firmar la paz con tu pasado, o, por el contrario, envejecer implica asumir que habrá determinadas personas y recuerdos que llevaremos clavados como un puñal en la piel hasta el fin de nuestros días? El escritor nos presenta muchas pinceladas de nostalgia por una juventud perdida y por todo lo que le quedará por hacer. ¿Acaso no es eso hacernos mayores, creer que ya es demasiado tarde para darle la vuelta a la tortilla, para enmendar nuestros errores? Quizá por eso comienza la historia diciendo que ha soñado con un río que nunca ha visto, y que en su vigilia “andaba a buen paso y tenía treinta años”.
Como si de un puzzle gigante se tratara, el autor nos presenta a un jugador de ajedrez que indaga en la vida de los demás, a una mujer que dirige una orquesta inexistente, incluso a una viuda que prepara la maleta cada día esperando que vaya a recogerla su marido. En el asilo conviven figuras muy diferentes, pero todas tienen algo en común: quieren matar al tiempo, y lo hacen a través de innumerables actividades que les hagan sentir más o menos vivos.
Mario Martín Gijón, La pasión de Rafael Alconétar, KRK, 2021
En la tradición de Bolaño, Mario Martín Gijón firma el último avatar de la “ficción de escritor”: La pasión de Rafael Alconétar, un ejemplo singular por el riesgo asumido, sin olvidar el equilibrio entre el diálogo y la innovación, creando una obra tan heterogénea como coherente.
Autores que son a la vez lectores, autores que interrogan la literatura desde distintos ángulos como entomólogos atentos a la variedad sin necesidad de disecarla, sino con la vocación de rescatar lo vivo y dinámico que hay en ella. El caso de Mario Martín Gijón, autor a quien le seguiré el rastro, es emblemático en ese sentido.
Urszula Honek, Białe noce [Nuits blanches], Wołowiec, Czarne, 2022
Białe noce [Noches blancas] es la última obra en prosa de Urszula Honek, a quien los lectores polacos ya conocían como poeta y autora, entre otros, de los volúmenes Sporysz [Espolón] (2015) y Zimowanie [Invernación] (2019). En este libro de 2019, la escritora ya exploraba el tema de la frontera entre la realidad y el sueño, entre la muerte y el olvido, que encuentra aquí su pleno desarrollo. Honek da vida a un mundo de relaciones frágiles y enmarañadas, lleno de una sensación de absoluta impotencia y abatimiento.
Al igual que en la película de terror Midsommar de Ari Aster, toda la monstruosidad tiene lugar a la luz del día. Pero en la obra de la escritora polaca, todo permanece tranquilo y silencioso. Tampoco se trata de someterse a algún ritual, a algún tipo de transgresión; al contrario, bajo la brillante luz del verano, vemos a los habitantes de un pueblo somnoliento que se hunde en la grisura, habitantes decepcionados, que viven con sueños insatisfechos, que anhelan una muerte tranquilizadora.
Daniel Odija, Pusty przelot, Wołowiec, Édition Czarne, 2021
«Ser feliz es conocerse a sí mismo sin tener miedo». Pusty przelot (Vuelo vacío), una novela intimista del escritor polaco Daniel Odija, nos sumerge en la relación entre dos hermanos que viven una infancia caótica. Es como un vuelo sobre un destino familiar, un vuelo sobre el «nido» donde sólo quedan los polluelos.
Si la huida se interpreta comúnmente como un símbolo de libertad, una libertad hacia la que a veces parece tender la locura, en el libro de Daniel Odija es todo lo contrario: la esquizofrenia priva de libertad, aprisiona, corta las alas, hace girar en torno a unos puntos obsesivos, incidiendo también en la libertad de los familiares del enfermo.
Karolina Filova, Přístav (El Puerto), Host, 2022
¿Es posible alcanzar la perfección cuando todo lo que nos rodea es relativo? Cuando el café Přístav (Puerto) aparece ante ti, no hay que preocuparse. Ponte cómodo, pide una copa tras otra: poco a poco te convertirás en una figura de cera… ¡Entonces entrarás en la eternidad! Para tocar la perfección física y el oleaje infinito, sólo hay que callarse para siempre. Una oferta que no se puede rechazar… ¿A menos que? La respuesta no está tan clara, al menos para Gabriel, uno de los clientes del café. Contra todo pronóstico, un día desaparece, dejando sólo unas pocas pistas: cinco postales. Su ex novia abandona el país de la eterna tranquilidad para buscarlo. Pero en las calles de Praga, las figuras de cera han cambiado tanto que son irreconocibles. El mundo moralmente perfecto de los Přístav está ya muy lejos, y el retorno a la eternidad difícil… En esta novela filosófica, Karolína Fílová examina la búsqueda del término medio aristotélico como virtud y explora la posibilidad de alcanzar la perfección moral en un mundo donde todo es relativo.
László Márton, A kárpótlás (La indemnización), Budapest, Kalligram, 2022
En la década de 2000, Zsolt Por, historiador especializado en historia económica, recibe una notificación de un notario en la que se le informa de que tiene derecho a una indemnización por «pérdida de vida». El hombre que fue deportado y asesinado en 1944 era el hermano menor del padre de Zsolt Por. Nadie recuerda a ese niño de 12 años, por lo que no sabemos nada de él más allá de que «perdió la vida», pero a través de él descubrimos a una familia que ha sufrido muchos traumas: los padres, la tía paterna, la abuela materna y la hermana del héroe de la novela. Los retratos, dibujados con una dura y amarga ironía, dibujan también el panorama de la Hungría de los años setenta y ochenta, y preparan la trama principal: los silencios, el pasado no resuelto, las luchas de los personajes entre sí que preparan el camino para una verdadera tragedia. Esta tragedia es la «pérdida de la vida» de la madre, su suicidio por razones oscuras y en circunstancias poco claras que lleva a la disolución de la familia. El lector es testigo de la lucha del joven Zsolt Por por la integridad personal y la liberación de las dependencias emocionales impuestas, mientras sigue su desarrollo espiritual. La historia de su vida se entrelaza con el estudio de la historia económica del país, y las lecciones de este enfrentamiento movilizan las fuerzas hasta entonces ocultas del héroe.
Tras el regreso de Zsolt Por, la abuela le lanzó a Ernest amargos reproches. Ese era el único nombre que estaba dispuesta a darle a su nieto. Fingió ignorar que su verdadero nombre era Zsolt. No bastaba con que hubiera abandonado irresponsablemente su puesto de trabajo, la caseta del vigilante nocturno, y hubiera eludido su deber, no bastaba con que hubiera tolerado -¡qué débil mental y despreciable es un hombre así!- que ella, la abuela, hubiera sido despedida del hospital de Visegrád-Gizellatelep por el Dr. König; tenía que haber tomado una mujer y haberse dejado seducir por esa niña.
Zsolt Por añadió tranquilamente que Eva tenía un nombre de pila. Esto hizo que la voz de la abuela fuera aún más ensordecedora.
¿Qué quiere su Ernest? ¿Una relación a largo plazo? «¿Quieres casarte con ella? Eres un torpe, un tonto como tu padre».
En los viejos tiempos -continuó la abuela sin piedad-, los jóvenes solían ir a los burdeles cuando no podían evitarlo. Allí pagaban una pequeña cuota y no había ningún problema. Habían satisfecho sus deseos primarios, ¡y no tenían que revolcarse en las emociones ni ahogarse en el fango de la depravación!
La abuela creía, y solía asustar al pequeño Ernest con ello, que el niño que «cae en el pecado de Onán bíblico» arruina su columna vertebral y se convierte en jorobado. Un día, cuando vieron a un jorobado en la calle, la abuela le susurró que el hombre se había vuelto así porque se había tocado de pequeño.
El pequeño Ernest estaba aterrorizado. Lo único que entendía era que la abuela le acusaba de un crimen atroz, y que no podía defenderse de esa acusación porque no sabía de qué se trataba. Trató de ser inocente, por ejemplo, orinaba sin tocarse. La desventaja era que se orinaba en los pantalones. En el umbral de la edad adulta, se dio cuenta de que el pecado atroz no era el que no había cometido de niño, sino las mentiras educativas de la abuela.
Tras los días pasados en Zalata, se dio cuenta de que no era «esa mujer» (es decir, Eva) la que quería chuparle el tuétano de los huesos (como decía la abuela), sino que era ella, la abuela, la que tenía esas ambiciones.
La voz chillona de la abuela era insoportable. Gritó a todo pulmón. Estaba injuriando, calumniando, amenazando.
Zsolt Por pensó que no quería escuchar más. El tono de la abuela era vergonzoso. Giró sobre sus talones y salió a la calle sin decir nada. Pero era demasiado tarde. Se sintió sucio y humillado.
Hay personas cuya presencia es en sí misma humillante. Su proximidad -o, más exactamente, la necesidad de soportar esa proximidad- es una vergüenza, una ignominia. Sin embargo, esto es lo que marcó la infancia de Ernest. De adulto, quería deshacerse de él.
Piia Leino, Aarteidesi aikakirjat (Crónicas de tus tesoros), S&S, 2022
Piia Leino llamó la atención del mundo literario en 2018 con su novela El cielo (Taivas), que inauguraba una serie de novelas de ciencia ficción distópica en las que exploraba el futuro de Finlandia a medio plazo (años 2040-2050).
En Crónicas de tus tesoros, imagina un siglo XXII en el que la humanidad ha conseguido adaptarse al cambio climático esforzándose por llevar una vida cotidiana estrictamente regulada y lo más ajustada posible a la naturaleza. En este mundo al límite, Oula es una joven que sueña con encontrar el dinero para mudarse a la comunidad de Pandora, donde la vida es mucho más atractiva que la del común de la gente. En esta esperanza, es contratada como «minera», es decir, como exploradora de los recuerdos de un hombre criogenizado en el pasado. Se le asigna la tarea de explorar la memoria de un millonario de hoy en día, y así se embarca en una especie de búsqueda del tesoro neurológico, en busca de pistas que le permitan encontrar la verdadera fortuna que dejó este millonario. Pero la exploración de la memoria no sale como estaba previsto, y Oula se encuentra con problemas éticos y dificultades que le hacen cuestionar los verdaderos objetivos de la empresa para la que trabaja, y la trayectoria seguida por la humanidad en su historia reciente.
El enfoque de la novela en cuestiones ecológicas y éticas, muy destacadas en la ciencia ficción finlandesa, y su eficaz narrativa confirman el estatus de Piia Leino como autora a tener en cuenta en la literatura finlandesa contemporánea.