Los datos publicados el domingo 7 de abril por la Oficina Central de Estadística de Hungría muestran que el número de emigrantes alcanzó el año pasado su nivel más alto desde al menos 1998.

  • Tras estancarse en un nivel bajo desde finales de los noventa, la emigración se multiplicó por más de diez tras la entrada de Hungría en el espacio Schengen en 2007.
  • Luego disminuyó antes de repuntar de nuevo en 2010, año en el que Viktor Orbán volvió al poder tras la primera victoria del Fidesz en las elecciones parlamentarias.
  • Otros indicadores macroeconómicos, como el desempleo —que entonces estaba en su nivel más alto desde 2000— y el PIB per cápita —que desde 2010 ha seguido una trayectoria similar (aunque más lenta) a la de otros países con un nivel de vida similar— no muestran una ruptura en 2010.

Este año, Fidesz obtuvo la mayoría de escaños en el Sejm por primera vez desde la fundación del partido en 1988. La distribución por edades de los emigrantes de nacionalidad húngara que han abandonado el país desde entonces muestra que la estructura de la emigración ha cambiado con la vuelta de Orbán al poder: los jóvenes de 20 a 29 años, que representaban el 22,5% de los emigrantes entre 2000 y 2009, pasaron a representar el 40,8% del total entre 2011 y 2020.

  • La media anual de ciudadanos húngaros de entre 20 y 29 años que abandonan su país pasó de 344 a 9.468 entre ambos periodos. Este es el grupo cuyo número ha aumentado más en términos absolutos (+2.650%).
  • Los mayores de 65 años (que representan un insignificante 2,3% de los emigrantes entre 1998 y 2020) son el único grupo que ha abandonado menos su país en 2011-2020 en comparación con el periodo anterior a Orbán: -34,85%.

A pesar de este notable aumento de la emigración desde 2007 y de su recuperación a partir de 2020, Hungría se mantiene en la mitad del pelotón cuando se relaciona la tasa de emigración con su población entre los países con un nivel de vida similar. No obstante, el número de ciudadanos húngaros que deciden abandonar su país es cinco veces superior al de otros países de la región (Eslovaquia, República Checa).