El domingo 7 de abril, el ejército israelí anunció la retirada de sus tropas de la 98ª División —conocida como la división «comando»— de la ciudad de Jan Yunes, en el sur de la Franja de Gaza. Actualmente sólo queda una brigada. Sin embargo, persiste la amenaza de una invasión israelí de Rafah, donde se concentran 1,4 millones de palestinos desde que el ejército israelí emitió órdenes de evacuación hacia el sur el 13 de octubre.

  • Según el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, las tropas israelíes se preparan para «la continuación de las misiones, en particular en la región de Rafah».
  • Estas declaraciones fueron confirmadas por el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, quien afirmó que Israel no dejaría «ninguna brigada activa de Hamás en ninguna parte de la Franja de Gaza. Tenemos planes y actuaremos cuando lo decidamos».

La retirada se produce en un momento en que la postura de la administración Biden hacia Israel cambió sustancialmente el pasado jueves 4 de abril, cuando la Casa Blanca amenazó por primera vez desde el 7 de octubre con condicionar su ayuda militar a Israel, tras la muerte de siete cooperantes en Gaza. Sin embargo, Estados Unidos sigue aprobando la venta de armas y municiones a Israel: desde el 7 de octubre de 2023 se han aprobado más de 100 ventas de material, todas ellas en el mayor secreto —el valor de estas transferencias se sitúa en todos los casos por debajo de un umbral específico—.

  • La administración demócrata ya ha advertido al gobierno israelí de que una invasión terrestre de Rafah sería catastrófica.
  • Pero el primer ministro Netanyahu se enfrenta a una creciente presión interna: el ministro de Seguridad Nacional de Israel, líder del partido ultranacionalista de extrema derecha Fuerza Judía, ha declarado hoy: «Si el primer ministro decide poner fin a la guerra sin lanzar un gran ataque contra Rafah para derrotar a Hamás, no tendrá mandato para seguir ejerciendo como primer ministro».
  • No es seguro que esta retirada sea una señal para la continuación o el abandono de las operaciones en el sur del enclave. La semana pasada, las tropas israelíes se retiraron del hospital Al-Shifa, en el norte de Gaza, tras una operación de dos semanas. A principios de año, Tel Aviv anunció también la retirada de cinco brigadas de Gaza.

La retirada también podría provocar una intensificación de los combates en la frontera norte con Líbano: ayer, domingo 7 de abril, el ejército israelí declaró que se estaba «preparando» para una fase ofensiva en la región. El domingo también se produjeron nuevos ataques israelíes contra Hezbolá en el sur de Líbano.

Las negociaciones entre Israel y Hamás continúan en El Cairo. Según funcionarios egipcios, se han realizado «progresos significativos» y se ha llegado a un acuerdo sobre «puntos controvertidos».