Ayer, el FMI revisó significativamente al alza sus previsiones de crecimiento de la economía rusa en 2024 (+1,5%) respecto a sus últimas previsiones de octubre, pronosticando ahora un crecimiento del 2,6%1 (frente al 3% de 2023).

  • El Fondo atribuye esta revisión al elevado gasto militar y al mantenimiento del consumo privado, apoyado por el aumento de los salarios. Sin embargo, estas previsiones se basan en estadísticas rusas, que deben tratarse con cautela.
  • Además, las previsiones del FMI son superiores a las del Banco Mundial, que a principios de enero esperaba un crecimiento del 1,3% en 2024 y del 0,9% en 2025.
  • Rusia también vio reducirse su déficit presupuestario en 2023, que se situó en el 1,9% del PIB frente al 2,3% de 2022.
  • El Ministerio de Finanzas ruso ha anunciado un objetivo de déficit inferior al 1% para 2024-20262.

Rusia sigue mostrando una fuerte resistencia a las sanciones sobre las ventas de petróleo, desde el embargo de la Unión Europea hasta el tope de precios del G7 de 60 dólares por barril.

  • A finales de diciembre de 2023, las entregas a Asia eran un 130% superiores a las de enero de 2022.
  • En 2023, Rusia se convirtió en el principal proveedor de petróleo de India, según S&P. Con 1,7 millones de barriles diarios, Rusia representaba más del 35% de las importaciones de la India3.
  • Rusia habría vendido su petróleo a un precio medio de 72 dólares el barril en 2023, es decir, 12 dólares más que el techo impuesto por el G7, según un análisis de los datos aduaneros indios realizado por Bloomberg4.
  • Las entregas de petróleo ruso continúan a través de intermediarios, entre ellos Turquía5, e incluso a países europeos que han aplicado un embargo -entre ellos Bélgica, Grecia y Holanda-, según una reciente investigación del Financial Times.
  • A pesar de una caída de los ingresos fiscales vinculados a la industria petrolera en 2023 con respecto a 2022 -debida, en particular, a una caída de los precios mundiales-, éstos representaron un tercio de los ingresos fiscales totales del país en 20236.

Aunque los indicadores macroeconómicos muestran signos de gran actividad para hacer frente a las necesidades de la guerra en Ucrania, la economía rusa sigue desequilibrada.

  • Es probable que la presión ejercida por la guerra sobre la mano de obra continúe en 2024, tras un déficit estimado de 4,8 millones de puestos de trabajo en 20237.
  • El banco central ruso también señaló en diciembre que «las presiones inflacionistas siguen siendo elevadas»: la inflación fue del 7,4% interanual ese mismo mes.