Las próximas elecciones anticipadas del 23 de julio en España serán el ensayo general para las europeas, que en primavera sentarán las bases de los años sucesivos y del destino político de la Unión. También responderán a la pregunta de si la subida de los partidos conservadores de extrema derecha es solo una realidad vinculada a la política interna de algunos países como Italia o si como se prevé, serán claves para la Europa del futuro más próximo. Giorgia Meloni, ahora primera ministra de Italia, visitó a sus socios españoles, el partido derechista VOX, el verano de 2022 siendo la oposición a Mario Draghi. Participaba en un mitin en Marbella apoyando a Macarena Olona, candidata a la presidencia de Andalucía -que luego se marchó del partido-. Su intervención se hizo viral, su amistad evidente. En su correcto español lanzaba el eslogan soberanista que ya había convertido en un hit en Italia “No al lobby LGTB, sí a la familia tradicional” o el famoso “Soy una mujer, soy una madre, soy cristiana y no me lo pueden quitar”. Aquel tono intimidatorio sentaba las bases de un extremo conservadurismo que comenzaba a coger forma en Europa. Mientras incitaba al público de VOX, que la comenzaba a ver como una promesa política, el vídeo corrió como la pólvora. En Italia hacía meses que los sondeos comenzaban a darle alas a un partido que había estado resignado a la indiferencia de la oposición del 3% o a ser un socio minoritario en varios gobiernos Berlusconi y que, ahora, comenzaba a subir sin parar. 

Hace solo unos días repitió su aparición para apoyar a VOX en su campaña para el 23J. Meloni dijo: “Es crucial una alternativa patriota donde VOX juegue un papel protagonista”. Fue recibida como una estrella, como la que “lo conseguido”, entre el público gritaban su nombre, pero su discurso fue claramente comedido, sin frases incendiarias de campaña electoral y con la idea de que una victoria en España era clave para hacer a los Conservadores europeos más fuertes. Estos dos vídeos son fundamentales para entender el salto entre el poder y la oposición, las diferentes posiciones que se han ido creando entre las dos derechas, la de Hermanos de Italia y la primera ministra Meloni y la de Abascal y VOX que ahora afrontan su sprint final de campaña.

1 – El poder amansa las fieras

Un año y pocos meses después del hit viral en Marbella, Giorgia Meloni se convertía en la primera ministra de Italia, la única mujer de la historia de la República en hacerlo y el partido más a la derecha en llegar a presidir el Gobierno, directamente heredero, además, del posfascismo. Sobre aquel episodio la propia Meloni dijo, justificándose tiempo después, que el cansancio había hecho mella y que aquel tono había estado fuera de lugar. Su llegada al Gobierno tenía un importante objetivo: mejorar la opinión a nivel internacional, opinión creada también por ese episodio en el que acompañó a sus socios españoles. La prensa italiana, especialmente el Corriere della Sera, abrazaron esa moderación, sobre todo en el lenguaje, que ha marcado sus primeros meses, en particular de puertas para fuera. 

Meloni dijo: “Es crucial una alternativa patriota donde VOX juegue un papel protagonista”.

MARINA GARCíA DIéGUEZ

Su relación con Santiago Abascal no ha cambiado, pero sí lo ha hecho la posición desde la que se miran ahora. La Giorgia Meloni de hoy no es la líder extremista modelo que azuzaba las masas o, al menos, no siempre. Desde dentro de las instituciones los roles y el extremismo cambian. Aún así, los lazos son evidentes, la ideología compartida y también la ambición de poder. Ella misma, en la cumbre de la Comunidad Política Europea de Moldavia, tendió la mano al partido de Abascal, “claramente”, dijo, mira “con mucho interés lo que hacen y lo que pasará en España”. Es evidente que ahora Italia observa atenta el veredicto de las urnas del país vecino, ya que, de este 23J en España, dependerá también el rol de Meloni en Bruselas. Si llegase a la Moncloa, sede del Gobierno en Madrid, una coalición de centro derecha, con el Partido Popular y sus aliados de VOX, supondría un claro respaldo al proyecto conservador europeo. Michele Barcaiuolo es jurista y diputado por Hermanos de Italia desde el inicio de esta legislatura, se encarga de la Comisión de Exteriores. “Espero que los colegas españoles puedan obtener un gran resultado, como nosotros, y junto al PP español puedan construir un Gobierno conservador”, dice. Pero sobre sus socios europeos soberanistas Meloni ya se ha llevado algún chasco en las negociaciones con Polonia y Hungría sobre las cuotas de distribución de migrantes que ahogan a Italia, el ejemplo concreto del extremismo de campaña que luego no encuentra traducción en la política práctica europea. 

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2 – La importancia de Europa y del atlantismo

El episodio europeo con una negociación fallida con Matuesz Morawiechi y Viktor Orbán es fundamental para entender cómo las cosas han cambiado. También la presencia de Meloni como maestra de ceremonias hace solo unos días en la firma del acuerdo de colaboración europeo con Túnez para frenar el flujo migratorio. En su historia política Giorgia Meloni fue enormemente crítica con la Unión Europea. Durante años y años en la oposición tonteó incluso con la salida del euro. Ahora su discurso es mucho más calmado. Busca para Italia, simplemente, una mayor autonomía de decisión en algunos temas. Su euroescepticismo cambió y sus acercamientos a otros líderes europeos antagónicos llegaron con el cargo. 

A nivel internacional los analistas coinciden en que una Giorgia Meloni atlantista y, a fin de cuentas, europeísta, a pesar de sus diferencias ideológicas han salvado sus vínculos más importantes de diplomacia global. Entre los 27 busca el consenso sobre su liderazgo, las buenas relaciones con países con los que siempre ha sido hostil por su papel preponderante en la Unión, como Francia y Alemania, con los que puede tener pequeños roces, pero que acaban siempre resolviéndose para evitar cualquier mal mayor. La nueva Giorgia Meloni busca protagonismo en Europa y no puede hacerlo solo negociando con sus socios europeos.

A nivel internacional los analistas coinciden en que una Giorgia Meloni atlantista y, a fin de cuentas, europeísta, a pesar de sus diferencias ideológicas han salvado sus vínculos más importantes de diplomacia global.

MARINA GARCíA DIéGUEZ

La posible entrada en el Gobierno español de VOX le ayudará a dar fuerza a sus políticas de extrema derecha en Europa y respaldará su bloque en Bruselas, pero algunos puntos de política concreta, como el caso de la inmigración con más de 70.000 personas en las costas italianas desde el inicio del año seguirán intactos y, entonces, Meloni tendrá que afrontar, como ya ha tenido que hacer, la irrealización de sus promesas electorales. El senador de Hermanos de Italia, Marco Scurria, que ha acompañado a la premier durante toda su experiencia política y ha sido también europarlamentario, lo confiesa “esto está fuera de cualquier discusión, cuando uno está dentro del Gobierno tiene que tener un tono institucional”. 

3 – Dos partidos, dos historias

La política interna y la historia de ambos partidos en cada uno de los países es también muy determinante para entender ambos fenómenos, similares pero circunstancialmente diferentes. En este momento VOX no aspira a conseguir ser el partido más votado como lo fue Hermanos de Italia. Pero, su gran hazaña será ser fundamental para un próximo gobierno de derechas, obtener algunos ministerios claves, puede, incluso, una vicepresidencia. Ahora los de Abascal se encuentran en la casilla de salida, en plena campaña electoral para las generales españolas y formando gobiernos locales tras el voto en los ayuntamientos. Es el momento del ahora o nunca, donde cada detalle cuenta, donde robar un voto a cualquier precio es fundamental porque puede suponer un peso político importante de cara a la legislatura. Podemos decir que VOX ya no es un fenómeno político nuevo, pero sí un proyecto, en la práctica, relativamente reciente.

La historia del partido de Meloni, sin embargo, es la de muchas fuerzas políticas en Italia que pasan de ser los últimos a convertirse, a subir como un cohete, en la lista más votada del país, sucedió con la Liga, sucedió con el Movimento 5S y ahora con ellos. Hermanos de Italia fue creado en 2012, pero durante esta década ya ha tenido experiencia en gobiernos locales y regionales, antes de que HdI existiese Meloni ya formó parte de un Ejecutivo como ministra de la Juventud en un Gobierno Berlusconi, en 2008. Pero su diferente evolución propia no cambia el hecho de que compartan ideología en los temas principales, que se vean como socios y amigos, como inspiración y como compañeros de batalla en las próximas europeas. Que estén, en definitiva, en el mismo bando aunque no siempre hayan vivido lo mismo. 

4 – Relaciones difíciles con la prensa

Ambos ven a la prensa como el enemigo, que los define como un peligro para la democracia. En el caso de VOX el enfrentamiento es más directo, Meloni, en cambio no se fía, evita la prensa y no responde, lo hace pasar, además, como algo normal. En su libro, Yo soy Giorgia, ya explicitó su temor a los periodistas, ahora como primera ministra ha encadenado un resbalón tras otro en declaraciones desastrosas, errores y tonos fuera de lugar. Prefiere no dar espacio a las preguntas y hacer declaraciones en streaming que, a priori, parecen ruedas de prensa, pero que no admiten preguntas. 

Ambos ven a la prensa como el enemigo, que los define como un peligro para la democracia.

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En España, medios de tono progresista, habían sido discriminados por VOX en las legislativas de 2019, habían impedido la entrada a actos privados por su “abierta hostilidad hacia las ideas y principios que defiende el partido”. Decisión sobre la que se pronunció en 2021 el Tribunal Supremo junto a Junta Electoral Central pidiendo a los de Abascal que demostrasen su compromiso con el Artículo 20 de la Constitución que habla sobre la libertad de prensa. Ya en las locales, autonómicas y europeas de 2019, pocos meses antes, VOX vetó a El País por haber publicado el origen político de Jorge Buxadé. El ahora jefe de delegación del partido en Europa, había sido candidato europeo, según podía comprobarse en el BOE (Boletín Oficial del Estado), por Falange Española de las Jons, partido con el que había entrado en política y que es, aún existe a día de hoy, pero sin representación en el Parlamento, heredero de las ideas que durante 40 años había defendido la dictadura de Franco. Preguntado por el diario El Mundo en 2019 sobre si se arrepentía de su pasado político dijo: “No. A mí me ha gustado la política desde los 13 o 14 años que empecé a leer libros de Ortega y Gasset, pero políticamente de lo que me arrepiento es de haber sido militante del PP desde 2004 hasta 2014. (…) De lo que hice de joven, ilusionado y con convicciones patrióticas pues no”. Giorgia Meloni respondió sobre este tema diciendo, también en su libro ‘Yo soy Giorgia’, que ya había hecho cuentas con su pasado posfascista cuando las hizo Alianza Nacional, su partido por aquel entonces, dirigido por Gianfranco Fini. Explicó a Paola di Caro en el Corriere della Sera en 2021, antes de convertirse en primera ministra y en plena subida en las encuestas, “la derecha italiana ya las hizo sus revisiones hace mucho tiempo. Volver atrás sería imperdonable y estúpido”. 

Se ha pedido en varias ocasiones hablar con parlamentarios europeos, pero el equipo de prensa permite, en campaña electoral, solo entrevistas con el delegado en Bruselas, Jorge Buxadé, también vicepresidente del partido, con una agenda, dicen, ya cerrada. También es el caso del vicepresidente de la comunidad autónoma de Castilla y León, García-Gallardo, donde gobierna con el PP, que tras varios intentos ha sido imposible de localizar y donde se han alegado también problemas de agenda. 

5 – Polémicas y censura

VOX, según las encuestas, se juega ser de nuevo el tercer partido en España en estas elecciones generales. Pero su gran cambio trascendental ya ocurrió en las elecciones locales y autonómicas de finales de mayo, donde su representación casi transversal en todo el territorio, entrando a gobernar en decenas de ayuntamientos con el Partido Popular, lo ha convertido en un partido de ámbito nacional. Ahí es donde podemos analizar algunos de sus movimientos con un gran valor simbólico. 

En las últimas horas una diputada de VOX, María Ruíz, llamó a las personas transexuales enfermos crónicos a causa de la hormonación, en un ataque directo a todo el colectivo. A eso se le suma la retirada de varias banderas LGTBI de fachadas públicas de ayuntamientos donde ha entrado a gobernar y la censura de varias obras de teatro, entre ellas una de Virginia Wolf en un municipio a las afueras de Madrid. La mayoría de los sondeos electorales siguen marcando una subida de la derecha, donde VOX formaría parte del próximo Gobierno español como socio minoritario. Los números, aunque variables en estas dos semanas, generan en líneas generales este mapa: según un promedio de datos de la televisión pública española, RTVE, calculado a través de la publicación de varias encuestas públicas, el PP sería la formación más votada con el 33% de los votos y 138 escaños, VOX la tercera con 40 escaños. Sumarían 178, la mayoría absoluta en el Congreso es de 176 diputados. El esquema podría repetirse: en los gobiernos locales donde son fundamentales ya están tomando sus propias decisiones sobre derechos civiles y censura, en un Gobierno nacional se espera que hagan lo mismo.

El gran cambio trascendental de VOX ya ocurrió en las elecciones locales y autonómicas de finales de mayo

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Concretamente sobre el tema de la censura en el arte, el ministro de Cultura del Gobierno Meloni, Gennaro Sangiuliano dijo recientemente a El País “soy contrario a cualquier forma de censura. Se puede combatir sobre el plano de las ideas, pero no de la censura”. De hecho, en el aspecto cultural, la derecha y extrema derecha italiana se siente acomplejada, muchas veces por falta de referentes, y no suele llamar mucho la atención, para evitar salir peor parada.

6 – Convergencia fundamental sobre inmigración

Además de aspectos ideológicos como proteger la identidad nacional o la familia “que ahora está siendo atacada como se había hecho antes”, hay algunos puntos concretos, que lo serán también en las europeas del próximo junio, que unen a los dos partidos de extrema derecha español e italiano. VOX defiende “la defensa de las fronteras nacionales” en el tema de la migración, el Gobierno Meloni ha declarado el estado de emergencia migratorio y ha realizado una serie de decretos anti-inmigración en los últimos meses que reducen las posibilidades de acogida legal en Italia. Aunque en la práctica, como ya hemos explicado, la experiencia en el poder no le ha dado tantas alegrías a Meloni con este tema. Los de Abascal reclaman “la prohibición de los vientres de alquiler” y la “creación de un Ministerio de la Familia y la promulgación de una ley orgánica de protección de la familia”, el primero es ya una propuesta de ley en Italia, el segundo un hecho. El Ministerio de Igualdad pasó a llamarse de Familia y a incluir ambos conceptos con el Gobierno Meloni, al frente se encuentra la ministra Roccella. En cuanto a la familia natural, el Gobierno de centro derecha ha emitido una circular del Ministerio del Interior que pide a los ayuntamientos dejar de transcribir actas de nacimiento de hijos de familias homosexuales. En algunas ciudades como en Padua el Tribunal ya ha decidido reabrir estos registros para intentar eliminar a la madre no gestante de más de 30 familias de lesbianas. Digamos que Meloni empieza a cumplir su eslogan: “No al lobby LGTB, sí a la familia tradicional”. 

7 – Violencia de género

Sobre negacionismo hay un aspecto central en el discurso de VOX a donde Hermanos de Italia no se atreve a llegar: la violencia de género, al menos en la forma de referirse a ella. El punto número 70 de las 100 medidas principales presentadas por VOX en 2019 decía: “Derogación ley de violencia de género y de toda norma que discrimine a un sexo de otro. En su lugar, promulgar una ley de violencia intrafamiliar que proteja igual a ancianos, hombres, mujeres y niños”. El nuevo programa para este 23J no se ha movido ni una coma y promete de nuevo su derogación. Recientemente Abascal ha reconocido que existe violencia contra las mujeres, pero defiende que el término género es un “concepto ideológico”. En España, un país mucho más avanzado que Italia en materia de derechos civiles, el feminismo se ha convertido durante esta legislatura en un arma arrojadiza, en un motivo de confrontación política que ponía en un lado al Ministerio de Igualdad dirigido por Irene Montero de Podemos y al otro a una derecha, especialmente VOX, que negaba los decretos y leyes que iban aprobando. Eso no ocurre en Italia, quizás eso favorezca un mayor consenso entre los partidos políticos sobre la violencia de género y sobre el drama de los feminicidios porque, en realidad, aún está por llegar una reflexión mucho más profunda sobre el problema. 

Precisamente hace unas semanas la ministra de Familia, Eugenia Rocella, aprobó un paquete de medidas vinculadas a reforzar el Codice Rosso, la ley que rige la violencia machista en Italia. Le preguntamos al senador Scurria sobre la negativa de VOX a la temática y también al diputado Barcaiuolo, ambos niegan conocer esta confrontación y dicen que Hermanos de Italia es un partido comprometido con la lucha contra el fenómeno, empezando por tener una primera ministra mujer. Aun así, en muchas ocasiones varios exponentes de la derecha, han usado el drama de los feminicidios para vincularlo al supuesto problema de seguridad pública derivado de la inmigración irregular. La misma Giorgia Meloni fue enormemente criticada por twittear, pocos días antes de ganar las elecciones, un vídeo en el que se mostraba una violación en plena calle diciendo “no se puede permanecer en silencio ante este atroz episodio de violencia sexual contra una mujer ucraniana perpetrado durante el día por un solicitante de asilo”. La víctima sufrió enormemente la divulgación de aquel vídeo que, aunque pixelaba su rostro, permitió reconocerla. Barcaiuolo dice “no me gusta el término feminicidio, aunque entiendo que a nivel periodístico se use. Lo que está claro es que hay una clara dinámica machista detrás del fenómeno”. 

8 – Aborto

Giorgia Meloni fue muy clara en cuanto la polémica se activó, con su llegada al poder el pasado otoño, sobre la derogación o no de la ley italiana sobre el aborto. “La única cosa que querría es aplicar mejor la Ley 194 que prevé el tema de la prevención, quiero añadir otro derecho al derecho al oborto, que no será tocado”, dijo. Las intenciones de Meloni son reforzar el sistema “garantista” que da todas las posibilidades a la víctima antes de decidir abortar. Aquí su historia es fundamental, recordemos que, como ella misma contó en su libro, su madre se disponía a abortar cuando estaba embarazada de ella y finalmente no decidió hacerlo. Aunque sabe que no puede enfrentarse directamente al derecho al aborto, sí que lo ha debilitado en algunas regiones donde gobierna Hermanos de Italia, como Las Marcas, donde la mayoría de los médicos son objetores de conciencia. Da prioridad a su idea de familia y al valor de la vida, su ministra Rocella es abiertamente antiabortista, pero no va más allá porque le supondría un enfrentamiento demasiado directo.

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En el caso de VOX no hay medias tintas, en el programa electoral, junto a la derogación de la ley contra la violencia de género está también la derogación de la ley del aborto, ley que precisamente acaba de reforzarse durante la legislatura progresista y que ha ampliado su protección para tantas mujeres. Los equilibrios en los escaños que se elegirán este 23J pesarán enormemente sobre la viabilidad que tenga VOX en un futuro Gobierno para decidir sobre temas tan trascendentales y que podrían llevar a España a más de una década atrás. 

9 – Cambio climático y agenda europea

En cuanto a aspectos económicos ambos países se encuentran en este momento bastante vinculados a los planes del Recovery Fund y a una dinámica europea, siendo dos de los estados que más se están beneficiando de las enormes ayudas para la recuperación económica. Sin embargo, en otros aspectos vinculados a Bruselas, como la agenda green, los conservadores tienen clara su negativa a Europa y el resultado electoral podría alterar algunos acuerdos en esta materia. 

Aunque en los últimos años se han enfriado las relaciones con los catalanes, en más de una ocasión Matteo Salvini ha mostrado apoyo a la causa.

MARINA GARCíA DIéGUEZ

Por ejemplo, la negativa a la prohibición europea de producir vehículos de combustión a partir de 2035. “Nosotros somos patriotas, así que somos profundamente ambientalistas. Yo lo que critico son las políticas ambientalistas extremas que no tienen nada que ver con la defensa del ambiente. Está bien cumplir el objetivo de cero emisiones Co2, pero la tecnología con la que lo ponemos en marcha tiene que ser libre. La opción del coche eléctrico nos ata de pies y manos e impone tiempos breves para un cambio de tecnología que nos hará depender, en mayor medida, de productos de importación china. Además hay otro aspecto fundamental sobre la gestión de los residuos que crearán esas baterías”, dice el diputado de Hermanos de Italia Barcaiuolo. Del otro lado, en los últimos días el líder del partido de extrema derecha español en Mallorca, Pedro Bestard, dijo a la radio Onda Cero, “nosotros no creemos que sea un cambio climático, estamos seguros de que esto es un factor de poder de unas empresas que quieren llevar al mundo a un sitio donde a ellos les interesa”. Todo esto mientras España vive sus horas más críticas del verano, con temperaturas históricas. Pero Bestard no es el único que se ha expresado en estos términos dentro del partido, más allá de las medidas que se tomen, a nivel de discurso existe un claro negacionismo climático dentro de VOX.

10 – Cataluña

Tanto VOX como Hermanos de Italia son dos partidos soberanistas, que buscan la unidad y la marca nacional. Pero aquí hay una gran diferencia, para los españoles el tema de la autodeterminación catalana es una línea roja infranqueable, una marca de identidad fundamental, para Italia no tanto, de hecho Meloni gobierna junto a Matteo Salvini, donde los orígenes de independentismo autonómico en el norte son fundamentales. Aunque en los últimos años se han enfriado las relaciones con los catalanes, en más de una ocasión ha mostrado apoyo a la causa.

VOX nace de la parte más conservadora del Partido Popular y se inscribe como formación política en 2013. Nacían criticando la gestión, en aquel entonces, del presidente Mariano Rajoy. Uno de los aspectos centrales, según la cúpula del partido, era su supuesta moderación en temas como la unidad nacional. En esa misma entrevista de 2019 Buxadé explicó que había decidido marcharse del PP en 2014 “cuando Rajoy permite el primer referéndum separatista en Cataluña”. Aunque no fue así por parte del presidente popular. Esa lucha abierta contra el independentismo catalán se convirtió en su primer pilar político y, a día de hoy, lo sigue siendo. Durante toda esta legislatura han criticado sin descanso las medidas que siguió el presidente socialista Pedro Sánchez en Cataluña, como la aprobación de los indultos parciales y condicionados a los presos políticos del llamado ‘procés’ del independentismo catalán y la apertura de una mesa de diálogo que ha calmado las aguas en los últimos años. 

Italia mira atenta a lo que este 23J ocurra en España, es una ocasión para unir fuerzas y una parte fundamental para el éxito que pueda tener el conservadurismo más allá de las fronteras nacionales.