Ayer, los kazajos acudieron a las urnas para una elección presidencial anticipada. Los resultados, publicados hoy, han confirmado plenamente los pronósticos, que anunciaban al presidente en funciones como el gran y único favorito. Kassym-Jomart Tokayev fue reelegido en la primera vuelta para un mandato de siete años con una abrumadora mayoría del 81,3%, según los datos preliminares publicados por la Comisión Electoral Central del país. 

  • La participación se estima en un 69%, es decir, 8,3 millones de ciudadanos de un colegio electoral de 12 millones.
  • Estas cifras muestran fuertes disparidades geográficas: en Almaty, la segunda ciudad del país, sólo el 29% de los votantes acudió a las urnas.
  • Almaty fue escenario de protestas a gran escala en enero, en las que murieron más de 200 personas. Las fuerzas rusas, bajo la égida de la OTSC, intervinieron.

Las protestas de enero fueron un reflejo de las luchas internas entre Tokayev y el círculo del ex presidente Nursultan Nazarbayev, que estuvo en el poder de 1990 a 2019. La elección de ayer indica el deseo de Tokayev de construir una nueva legitimidad y superar la imagen de «sucesor» de Nazarbayev, que se le ha pegado hasta ahora.

  • Desde que se convocaron las elecciones en septiembre de 2021, las personas más cercanas a Nazarbayev han sido distanciadas por Tokayev, especialmente Karim Massimov, dos veces primer ministro bajo el mandato de Nazarbayev y antiguo jefe de los servicios secretos hasta su detención en enero.
  • Tokayev también ha intentado cambiar la constitución del país, ampliando el mandato presidencial de cinco a siete años, aunque ya no es renovable.

Aunque las nuevas reformas de Tokayev parecen indicar un deseo de democratizar el país, en las elecciones presidenciales se enfrentó a otros cuatro candidatos casi desconocidos, todos ellos con una puntuación baja. Emblemáticamente, la «segunda opción» de los votantes kazajos fue el «voto contra todos los demás candidatos», que recibió el 5,8% de los votos.

Desde la invasión rusa de Ucrania, Tokayev ha tratado de desarrollar una política exterior que se distancie de Moscú. Kazajistán, aunque económica, histórica y culturalmente muy cerca de Rusia, ha tratado de distanciarse de Moscú, en una dinámica común a todos los Estados de Asia Central.

  • La mirada de Astana se ha dirigido a Europa, a la que espera abastecer de gas y petróleo, a Turquía, que tiene un gran interés en la región del Caspio, y sobre todo a China.
  • Mientras que Tokayev, que ha vivido en China y habla mandarín, parece bastante inclinado a acercarse a Pekín, Kazajistán ocupa un lugar central en el espacio postsoviético, descrito por el Kremlin como la «Rusia histórica» -como subrayó Putin durante el Foro Económico de San Petersburgo este año-.
  • Aunque la población kazaja parece apoyar esta nueva línea de política exterior, el 22% de los kazajos son rusoparlantes, cifra a la que hay que añadir ahora los rusos expatriados en los últimos meses tras el anuncio de la movilización parcial.