• Desde el comienzo de la guerra, el 24 de febrero, casi todos los ciudadanos rusos (1.303.300 según Frontex) que viajaron a países de la Unión Europea han regresado a Rusia (1.273.000). La mayoría de ellos eran principalmente turistas o estaban allí por motivos profesionales. Sin embargo, desde el anuncio de una movilización parcial el 21 de septiembre, esta tendencia ha cambiado1.
  • En los últimos días han circulado vídeos que muestran interminables colas de coches, principalmente en dirección a los países del Cáucaso y el sur de Rusia (Georgia, Kazajistán, Mongolia). Desde la semana pasada, la mayoría de estos migrantes son hombres que parten con la esperanza de encontrar un refugio temporal y, en muchos casos, para escapar del reclutamiento, ya no como turistas.
  • En la Unión Europea, los países fronterizos son los más populares entre los ciudadanos rusos. Desde el comienzo de la guerra, se han interrumpido casi todas las conexiones aéreas entre Rusia y los países de la Unión, lo que obliga a los ciudadanos rusos a cruzar las fronteras para viajar a los países occidentales.
  • Con 42.349 llegadas entre el 19 y el 25 de septiembre (y 477.793 desde el inicio de la guerra, aunque hay un número importante de retornos), Finlandia es el país europeo al que se dirigen más ciudadanos rusos. Más de 9.000 fueron a Estonia la semana pasada, y casi 10.000 en total fueron a Lituania desde el exclave de Kaliningrado y Bielorrusia.
  • A pesar de los elevados números para Europa, la gran mayoría de los rusos que huyeron temporalmente de su país se dirigieron a Kazajistán y Georgia. El martes, tras anunciar que casi 100.000 ciudadanos rusos habían viajado a Kazajistán desde el 21 de septiembre, el Ministerio del Interior kazajo afirmó en un comunicado que «las personas físicas y jurídicas que aceptan a ciudadanos extranjeros están obligadas a informar a los órganos de interior de los inmigrantes que llegan», dando fe de la afluencia masiva de extranjeros2.
  • Sin embargo, la cifra oficial de «al menos» 260.000 ciudadanos rusos que han abandonado el país desde el 21 de septiembre (comunicada por funcionarios occidentales y medios de comunicación independientes) puede estar subestimada. Kazajstán y Georgia sólo han proporcionado hasta ahora estimaciones aproximadas, y sus cifras no se actualizan regularmente. En cambio, varios países fronterizos (principalmente Azerbaiyán, Mongolia y China) no han hecho pública esta información.
  • Estas salidas precipitadas reflejan también el temor de que Rusia decida cerrar sus fronteras «a los hombres en edad de movilización», como informó el domingo el sitio web ruso Meduza3. Según la agencia europea de vigilancia de fronteras, esto no haría más que aumentar el número de cruces ilegales, que es para lo que se preparan los guardias fronterizos finlandeses, que ayer pidieron la construcción de una valla para evitar la entrada masiva e incontrolada desde el este4.