• En 2017, el número de efectivos de combate del ejército ruso se fijó en 1,01 millones mediante un decreto firmado por Putin. Este número se incrementó a 1,15 millones a finales de agosto en otro decreto firmado por el presidente ruso, elevando el tamaño total del ejército de 1,9 millones a 2,04 millones a partir del 1 de enero de 2023.
  • Dentro de este ejército (el quinto más grande del mundo, después de China, India, Estados Unidos y Corea del Norte), unos 850.000 son soldados activos, es decir, personal que recibe formación y ha decidido incorporarse al ejército a tiempo completo. La reserva está formada por unos 300.000 militares que participan en las actividades del ejército a tiempo parcial.
  • Según la declaración del ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, son estos últimos los que serán movilizados para luchar en Ucrania. Putin añadió que sólo «aquellos que hayan servido en las fuerzas armadas, que tengan una cierta especialidad militar y experiencia relevante» se verán afectados por esta conscripción -lo cual es dudoso, dada la situación del ejército ruso sobre el terreno-1.
  • Sin embargo, el texto allana el camino para una movilización más general de los 25 millones de reservistas rusos, según el Kremlin, que podrían verse afectados por una conscripción2. Aunque ésta es parcial por el momento, se han vendido casi todos los vuelos de los próximos días a la semana que viene a los países que todavía tienen conexiones aéreas con Rusia (y en particular los que no requieren visado). Este pánico refleja el temor de que los criterios establecidos por Putin y Shugu se vuelvan menos estrictos a medida que la guerra se prolonga3.
  • Sin embargo, parece poco probable que este anuncio ofrezca ventajas tácticas concretas al ejército ruso sobre el terreno. Se calcula que el ejército ruso ha desplegado unos 200.000 soldados en Ucrania, con unos 35.000 combatientes adicionales de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Luhansk, así como un número desconocido de apoderados.
  • Estos hombres, experimentados y entrenados, en su mayoría rusos, ya sufren dificultades de abastecimiento sobre el terreno, principalmente de equipos y municiones, y no se ha lanzado ninguna operación a gran escala desde el intento de tomar Kiev el pasado mes de marzo. Por lo tanto, el envío de hombres menos experimentados al campo de batalla -especialmente después del revés sufrido durante el avance ucraniano de las últimas semanas– probablemente no resolverá las deficiencias de la estrategia del mando ruso.
  • Sergei Shoigu ha anunciado que las bajas rusas sobre el terreno ascendieron a 5.937, mientras que el Pentágono estima que entre 70.000 y 80.000 rusos murieron o resultaron heridos en Ucrania4. Aunque las cifras del ministro de Defensa ruso no incluyen el número de heridos, parece poco probable que la pérdida de menos del 3% del total de tropas enviadas a Ucrania haya motivado la movilización de 300.000 efectivos adicionales.