Aunque las sanciones económicas occidentales a Rusia son objeto de críticas por su eficacia real, el hecho es que están teniendo un efecto innegable en el acceso de Rusia a los mercados mundiales.

  • En primer lugar, Rusia está ahora aislada de los mercados financieros internacionales, y será muy difícil para el país obtener financiación y atraer inversiones extranjeras en el futuro.
  • Las sanciones económicas están aislando a Rusia del mercado de bienes y servicios al restringir gravemente su acceso a los semiconductores, necesarios para el funcionamiento de su ejército.

Estas sanciones reducen en gran medida las perspectivas económicas del crecimiento ruso a largo plazo.

  • Antes de febrero de 2022, las previsiones de crecimiento de Rusia para 2022 y 2023 se situaban en torno al 5%. 
  • Según las últimas previsiones, el PIB ruso se contraerá entre un 8 y un 10% en 2022 y 2023. Así, sin la guerra, el PIB ruso podría haber sido hasta un 15% mayor en 2023.

El gasto militar seguirá aumentando para financiar el esfuerzo bélico ruso en los próximos años. 

  • Este año, se estima que el presupuesto militar total de Rusia alcanzará los 90.900 millones de dólares, casi 30.000 millones por encima del total estimado antes de la guerra, de 63.600 millones.
  • Todas las proyecciones indican que este gasto militar ruso no hará más que aumentar en 2023.
  • El proyecto de presupuesto para 2023 prevé casi 82.600 millones de dólares para defensa y 69.400 millones de dólares para seguridad y cuerpos de seguridad, frente a los 59.500 y 47.900 millones anteriores.

El aumento del presupuesto en defensa tiene importantes implicaciones para la flexibilidad y eficiencia del mismo.

  • Moscú ha decidido compartir la carga del gasto en defensa con los presupuestos regionales y locales. Así, las administraciones tendrán que adquirir material militar a través del Ministerio de Defensa. 
  • Este proceso está estrechamente relacionado con la movilización en curso, que se enfrenta no sólo al caos, sino también a la escasez de equipos básicos, medicamentos y sistemas de apoyo para los soldados rusos sobre el terreno. Así, el presupuesto de defensa ruso en 2023 puede recibir incluso más fondos de los previstos.

Las grandes inversiones de Rusia en su complejo industrial-militar, aunque impulsan la producción, tendrán un impacto limitado en el bienestar de su población en los próximos meses y años.

  • Rusia tendrá que reducir su gasto en áreas importantes como la construcción de infraestructuras (carreteras, aeropuertos) y el desarrollo científico. 
  • El poder adquisitivo de la población rusa seguirá disminuyendo. En el periodo enero-junio de 2022, la renta media disponible de los hogares rusos fue inferior en términos reales a la de diez años antes. 
  • Al reducirse las posibilidades de importación, también se reduce la variedad de productos disponibles, y los sustitutos rusos suelen ser de menor calidad y más caros.