Crucial conversación telefónica entre Xi Jinping y Joe Biden

Aunque la rivalidad estratégica entre China y Estados Unidos ha pasado a un segundo plano desde febrero debido al inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, sigue siendo tan importante como siempre. Ayer, el Senado estadounidense aprobó finalmente (por 64 votos a favor y 33 en contra) la Ley de CHIPS y Ciencia, que proporciona 52.000 millones de dólares en subvenciones a los fabricantes de semiconductores estadounidenses y fomenta la construcción de nuevas fábricas en Estados Unidos¹. Esta ley es crucial para Estados Unidos en la competencia entre las dos potencias por la independencia y la resiliencia en la producción de semiconductores- una cuestión clave en la que la Unión Europea también está actuando.

La aprobación del proyecto de ley en el Senado es una importante victoria para Joe Biden, que ha tenido dificultades para hacer avanzar su agenda legislativa en el Congreso, especialmente con el fracaso de Build Back Better (BBB) debido a la oposición del senador demócrata Joe Manchin. En cualquier caso, también ayer, Manchin y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, acordaron un plan climático y energético de 369.000 millones de dólares, bastante menos ambicioso que los 3,5 billones de dólares del BBB original². Se espera que el proyecto de ley se vote la próxima semana.

Especialmente vapuleado en las encuestas en los últimos meses, criticado por su incapacidad para actuar y debilitado de cara a las elecciones intermedias de noviembre de las que se espera una victoria republicana, Joe Biden parece estar ahora en una posición mucho mejor de cara a su llamada con Xi Jinping.

La reunión se produce en un momento crítico, ya que el presidente de la Cámara de Representantes del Partido Demócrata (el tercer cargo electo más importante del país) anunció recientemente sus planes de realizar una visita diplomática a la isla de Taiwán -reclamada por China como parte de su territorio-. Esta visita no sería inédita, ya que Newt Gingrich (Presidente de la Cámara de Representantes entre 1995 y 1997) la visitó en 1997, pero se sumaría a las ya elevadas tensiones sino-americanas.

Tras algunos rumores desde el anuncio de esta visita, China confirmó el lunes -por mediación del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores- que dicha visita sería percibida como una afrenta, habiendo declarado Zhao Lijian durante una rueda de prensa sobre la visita de Pelosi: «Si Estados Unidos persiste en seguir su propio camino, China tomará medidas enérgicas para responder y contrarrestar de forma decidida»³.

Esta llamada es también de gran importancia para el líder chino Xi Jinping antes del 20º Congreso del Partido Comunista Chino, que se celebrará en noviembre. Durante una reunión de dos días que finaliza hoy con los directivos del partido, el presidente chino se jactó de haber «salvaguardado resueltamente la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán»⁴. Xi Jinping también defendió su gestión sanitaria, económica y social, a pesar de los confinamientos sucesivos en Shanghai.

Con un crecimiento previsto de apenas el 3% para el año 2022 según las últimas proyecciones del FMI, China está experimentando una desaceleración económica que podría afectar a la capacidad del país para atraer inversiones extranjeras. En el informe de la reunión de hoy del Buró Político del Comité Central del PCCh, la agencia de noticias china Xinhua señaló que Xi Jinping dijo que quería «mantener la economía dentro de un rango razonable» -sin mencionar el objetivo de crecimiento del 5,5% de este año, que es poco probable que China cumpla-⁵.