• La noticia llegó con mucho retraso. Desde hace al menos un mes, circulan rumores sobre una asociación entre dos grandes empresas de semiconductores, la estadounidense GlobalFoundries y la franco-italiana STMicroelectronics, para construir una fábrica en Francia1. En el dossier de prensa difundido ayer con motivo de la cumbre Choose France, organizada por el Elíseo, se mencionaba un proyecto de «megafábrica» llevado a cabo por las dos empresas, pero ha sido durante un viaje a Isère esta tarde cuando Emmanuel Macron ha anunciado oficialmente la construcción de esta fábrica2.
  • Este anuncio tiene una importancia estratégica para Francia, pero también para la Unión Europea. En junio de 2021, Philippe Aghion, Elie Cohen, Benjamin David y Timothée Gigout-Magiorani defendieron en nuestras columnas la aplicación de una nueva política industrial post-Covid-19. Estos últimos mostraron, en particular, que en el sector francés de la electrónica, la evolución más negativa afectó al sector de los semiconductores. Lo que es cierto para Francia también lo es para la Unión Europea.
  • El pasado mes de febrero, la Comisión Europea presentó la Ley Europea de Chips, cuyo objetivo es aumentar la cuota mundial de producción de microprocesadores europeos hasta el 20% en 2030, frente al 10% actual, y así aliviar las limitaciones de la cadena de suministro3. Presentada durante la PFUE, la Ley de Chip es una de las prioridades de la Presidencia checa del Consejo de la Unión Europea, y ya fue objeto de debates técnicos la semana pasada para alcanzar un compromiso4.
  • Si bien es cierto que el Gobierno francés ha aportado 43.000 millones de euros de inversión pública y privada en el marco del paquete legislativo europeo, sin mencionar cifras concretas5.
  • Desde las interrupciones de la cadena de suministro de Covid-19, China, Estados Unidos y Europa han asignado grandes presupuestos para atraer a los fabricantes de semiconductores, fomentando así su resiliencia. En 2019, China fue la primera en poner en marcha un plan de este tipo a gran escala, liberando 29.000 millones de dólares para aumentar su capacidad de producción nacional6. El papel clave de Taiwán en la producción mundial de semiconductores es también crítico para los sectores tecnológicos, ya que una invasión militar china de la isla afectaría enormemente a las cadenas de suministro: Apple, Amazon, Google o Nvidia dependen en un 90% de las fundiciones taiwanesas7.
  • En Estados Unidos, fue la empresa estadounidense Intel la que anunció en enero la construcción de una planta de fabricación de semiconductores en Ohio, en una inversión de 20.000 millones de dólares que podría ascender a 100.000 millones, lo que la convierte en la mayor inversión de la historia del estado. Sin embargo, este proyecto depende en gran medida de la Ley de Chips americana, el equivalente al paquete legislativo europeo, que actualmente está estancado en el Congreso. En el contexto de la rivalidad estratégica con China, la Ley de Chips podría atraer inversiones y ayudar a mejorar la resistencia de los semiconductores en Estados Unidos, pero los debates del Congreso de los últimos meses, más centrados en las restricciones a las armas y en cuestiones de política interna, dejan pocas esperanzas a la hora de votar antes de las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
Notas al pie
  1. Jillian Deutsch, « GlobalFoundries, STMicro Consider French Chip Factory Venture », Bloomberg, 10 de junio de 2022
  2. Choose France 5ème édition – Dossier de presse, 11 de julio de 2022
  3. European Chips Act, Comisión Europea
  4. Priorities, Czech Presidency of the Council of the European Union.
  5. Soberanía digital: la Comisión propone un paquete de semiconductores para hacer frente a la escasez de los mismos e impulsar el liderazgo tecnológico de Europa, Comisión Europea, 8 de febrero de 2022
  6. Yoko Kubota, « China Sets Up New $29 Billion Semiconductor Fund »,  The Wall Street Journal, 25 de octubre de 2019
  7. Gregory Arcuri, « Taiwan’s Semiconductor Dominance : Implications for Cross-Strait Relations and the Prospect of Forceful Unification », CSIS, 22 de marzo de 2022