Se está produciendo una revolución invisible en el seno de las instituciones financieras mundiales.
Desde hace varios meses, paso a paso, la administración de Donald Trump ha convertido al Fondo Monetario Internacional en un arma a su servicio.
Desde el entusiasmo por las criptomonedas hasta el frente anti-China, pasando por el rescate de Argentina, nos sumergimos en el corazón de una transformación radical que debería alertarnos.