
El continente ha entrado en una nueva era. Los golpes de Estado de Malí, Guinea, Burkina Faso y Níger y la «revolución de palacios» de Gabón no serán los últimos. Pero lo ilusorio sería pensar que han puesto fin a regímenes democráticos. En una perspectiva de largo plazo, Achille Mbembe expone su visión de las causas subyacentes de la agitación en África.