Archivos y discursos


¿Marca la cumbre Trump-Putin el regreso, en la historia contemporánea, de la diplomacia secreta?

En una rueda de prensa más breve de lo previsto, Vladimir Putin pronunció un discurso de manipulación: al reiterar sutilmente su voluntad de continuar la guerra hasta la total vasallización de Ucrania, sólo obtuvo de Donald Trump abrazos y elogios: «Nuestra relación es fantástica».

Publicamos la primera traducción comentada línea por línea del discurso de Vladimir Putin durante la rueda de prensa celebrada ayer por la noche en Anchorage, en Alaska.

En la vanguardia del imperio algorítmico de Trump, Alex Karp y Peter Thiel, fundadores de la todopoderosa Palantir, están convencidos de haber ganado ya: «los escépticos están desarmados, resignados a una forma de sumisión».

La empresa, que superará los 400.000 millones de capitalización bursátil, tiene ahora un nuevo proyecto. Vender «ontología» para acabar con los «hombres sin pecho».

Su última carta a los accionistas es especialmente extraña e inquietante.

Para comprenderla, hemos pedido a Andrea Venanzoni que la presente y a Alessandro Aresu que la comente línea por línea.

Mientras Trump y el trumpismo explotan, Viktor Orbán implosiona.

El primer ministro con más tiempo en el poder en Europa nunca ha estado tan débil a nivel interno: durante el festival de verano de su think tank, en presencia de personalidades clave del mundo transatlántico neorreaccionario que acudieron a rendirle homenaje, tuvo que reflexionar sobre su fin —y sobre el fin—.

Publicamos la traducción íntegra, comentada línea por línea, de esta importante intervención.

El título de un artículo publicado ayer por una de las agencias de prensa más importantes de Rusia, Ria Novosti, parecía reavivar una retórica maximalista con tintes genocidas, una semana después de las declaraciones de Vladimir Putin, en las que afirmaba que «toda Ucrania nos pertenece».

Lo traducimos íntegramente y lo situamos en un contexto marcado por las vacilaciones nucleares del presidente estadounidense y su ultimátum a Vladimir Putin.

Desregulación masiva. Ataque de las «IA woke». Imperialismo digital.

Seis meses después de su regreso al poder, Donald Trump presentó en un largo discurso un plan para transformar radicalmente la política estadounidense en materia de IA.

Para contrarrestar a China, quiere convertir la IA estadounidense en el nuevo dólar, empujando al resto del mundo a adoptar en masa los semiconductores y las infraestructuras informáticas de los gigantes de Silicon Valley.

Un antiguo militar ultranacionalista ha organizado el mayor concierto de paga de la historia de Croacia.

Marko Perković, más conocido por su nombre artístico y de guerra, Thompson, como la metralleta del mismo nombre, vendió 500.000 entradas en un país de 4 millones de habitantes.

Para intentar explicar el éxito de este rockero étnico nostálgico del fascismo que canta a los «genes de piedra» o a «Dios y los croatas», partimos de sus letras.

«Hay que reunir, reforzar y dirigir contra el antiguo régimen todas las formas de poder disponibles».

Para Curtis Yarvin, en seis meses en la Casa Blanca, Trump ha perdido impulso. Hay que acelerar.

El ideólogo reaccionario envía un mensaje a todas las unidades destacadas en Washington: es hora de convertir la revuelta en revolución para completar la transformación monárquica de Estados Unidos —aunque ello suponga cruzar el Rubicón—.

Hace unos días, J. D. Vance fue invitado por el influyente Claremont Institute a dar su definición de «estadista» en 2025.

En un importante discurso, el vicepresidente de Estados Unidos propuso sobre todo un modelo negativo, centrando su intervención en el candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York, Zohran Mamdani.

Su visión de un futuro «posliberal» en el Estados Unidos de Trump, centrada en las políticas migratorias, merece ser estudiada.