En Kupiansk, Kiev refuta la narrativa de Moscú al repeler a las fuerzas rusas

Hace un mes y medio, a finales de octubre, la situación en Kupiansk parecía desesperada para el ejército ucraniano. Las fuerzas rusas reclamaban el control de dos tercios de la ciudad, mientras que el avance de Moscú más al sur, en la orilla este del río Oskil, amenazaba el enclave ucraniano alrededor de Kupiansk-Vouzlovyï.

Sin embargo, en los últimos días, el ejército ucraniano ha recuperado la ventaja y ha vuelto a tomar el control del noroeste de la ciudad.

• A pesar de su inferioridad numérica, las fuerzas de Kiev supieron aprovechar, como ya habían hecho los rusos en septiembre, las redes de canalización subterráneas para llevar a cabo operaciones de infiltración los días 11 y 12 de diciembre.
• Los éxitos ucranianos en Kupiansk también están relacionados con el nombramiento en octubre del general Mykhailo Drapatiy al frente de las fuerzas armadas en este sector del frente ¹.
• Drapatiy es conocido en Ucrania por su eficacia como «gestor de crisis», que recientemente ha aprovechado para contribuir a la estabilización del frente en el sector de Pokrovsk.

Hasta la fecha, al menos un centenar de combatientes rusos están de facto rodeados en Kupiansk y son abastecidos por drones FPV que transportan tanto víveres como banderas ². Para Moscú, que ha anunciado en varias ocasiones la captura de la ciudad, la narrativa es clave: al difundir tantas imágenes como sea posible de banderas rusas ondeando en Kupiansk, el Kremlin mantiene la ilusión de que controla la ciudad ³.

• Los analistas ucranianos de Deep State estiman que las fuerzas rusas solo controlan el 11% de la superficie municipal, es decir, unos 3 km².
• El propio Zelensky se desplazó a Kupiansk el viernes 12 de diciembre tras la operación de contraofensiva y se grabó con su teléfono a solo 2 km del frente.
• La difusión de estas imágenes no ha impedido que el ejército ruso vuelva a reivindicar hoy, martes 16 de diciembre, el control de toda la ciudad.

Tanto para Kiev como para Moscú, se trata tanto de una cuestión militar como mediática. Al transmitir una narrativa de victoria militar, ambos pretenden hacer valer su dominio sobre el terreno para obtener concesiones en las negociaciones de paz.