La presión migratoria aumenta en la ruta de los Balcanes

• La semana pasada, en una reunión de ministros de Interior de los Estados miembro, la directora en funciones de Frontex, Aija Kalnaja, advirtió del riesgo de una nueva crisis migratoria, impulsada en gran medida por la crisis alimentaria mundial. Desde principios de año, Frontex ha registrado más de 100.000 entradas irregulares en las fronteras europeas.

• Mientras que el año pasado la principal ruta migratoria fue la del Mediterráneo, los Balcanes Occidentales son actualmente el principal punto de entrada a la Unión, con unos 55.000 cruces irregulares de fronteras registrados por Frontex desde principios de año. La ruta que une África Occidental con las Islas Canarias (España) también se ha convertido en un importante punto de paso. Desde enero de 2022, se han registrado más de 8.000 cruces irregulares de la frontera.

• La semana pasada se celebraron negociaciones bajo los auspicios de Turquía entre Rusia y Ucrania para levantar el bloqueo del puerto de Odesa, pero los resultados no cumplieron las expectativas. El Alto Representante para la Política Exterior Europea, Josep Borrell, dijo hoy que el desbloqueo del puerto era «una cuestión de vida o muerte», pero afirmó que podría alcanzarse un acuerdo en el plazo de una semana ¹.

• Una nueva crisis migratoria podría aumentar las tensiones dentro de Europa, a pesar de que la Unión ha acogido a más de 5 millones de refugiados ucranianos desde el inicio de la guerra, de los cuales más de 3,5 millones han solicitado protección temporal.

• Los sirios siguen siendo hoy la nacionalidad más destacada en los cruces irregulares de las fronteras europeas. De hecho, en 2022, a pesar de la disminución de la intensidad de los combates, el territorio sirio sigue plagado de inestabilidad política.

• Mañana tendrá lugar en Teherán una reunión entre los tres países situados en el centro del proceso de paz sirio -Rusia, Turquía, Irán ². En las últimas semanas, Turquía, que acoge a casi 4 millones de refugiados sirios ³, ha querido llevar a cabo una cuarta ofensiva en el norte de Siria contra las fuerzas kurdas -tras las de 2016, 2018 y, sobre todo, 2019- que podría aumentar la presión migratoria en las fronteras del sur de la Unión.