Se prevé que las exportaciones rusas de cereales alcancen entre 48 y 49 millones de toneladas en 2025, lo que supone un descenso de más de 23 millones de toneladas (-31%) respecto a 2024, según declaró en rueda de prensa Arkady Zlochevsky, Presidente de la Unión Rusa de Cereales (RZS).

  • Oksana Lut, Ministra de Agricultura, también había declarado que las exportaciones rusas de cereales se reducirían en una quinta parte, hasta 57 millones de toneladas, para la campaña 2024-2025.
  • Esta caída de las exportaciones, que son una de las principales fuentes de divisas para la economía rusa (15.500 millones de dólares en 2023), se está acelerando.
  • Según el centro ProZerno, los volúmenes bajaron un 42% interanual a finales de enero, con sólo 2,5 millones de toneladas exportadas desde principios de mes.
  • Una caída estacional en enero es habitual, «pero nunca a la mitad», subrayó Zlochevsky.

Varios factores explican esta caída de las exportaciones.

  • En primer lugar, una cosecha afectada por condiciones meteorológicas desfavorables marcadas por las heladas y la sequía, que repercutieron en los cultivos y redujeron los rendimientos.
  • En segundo lugar, la decisión de las autoridades de imponer cuotas a la importación de semillas, que ha agravado la situación —según Zlochevsky, el rendimiento de las semillas rusas es entre un 20 y un 30% inferior al de las importadas—.
  • El 20 de diciembre, Moscú también anunció la introducción de una cuota de exportación de 10,6 millones de toneladas de trigo para el periodo comprendido entre el 15 de febrero y el 30 de junio. El país también aumentó sus impuestos a la exportación de trigo a 4.769 rublos por tonelada (36 euros) para el periodo comprendido entre el 25 de diciembre y el 12 de enero, frente a los escasos 257 rublos (2,4 euros) de principios de agosto.
  • En términos más generales, la dependencia mundial del trigo ruso ha disminuido. Según Zlochevsky, hay un 1,5% más de tierras dedicadas a la producción de trigo en todo el mundo: «El mundo puede vivir sin nuestro trigo. En 2021, no podía en absoluto prescindir de él. Pero ahora sí puede.»
  • La falta de reacción de los mercados mundiales a los recortes en las previsiones de exportación de Rusia podría ser señal de un importante cambio geoestratégico: el régimen de Putin puede haber reducido su capacidad de explotar el mercado de cereales presionando a países importadores como Egipto, Túnez y Argelia, exponiéndolos al riesgo de motines o revueltas del hambre.
  • Sin embargo, Rusia está intentando diversificar sus cultivos: en 2024 se convirtió en líder del mercado mundial de guisantes y aumentó sus exportaciones de lentejas a África, donde está trabajando en el establecimiento de un sistema de pago en monedas nacionales, incluidos los rublos.

En 2024, la Unión Europea impuso sanciones a las importaciones de cereales procedentes de Rusia y Bielorrusia. Según el Banco Central ruso, estas restricciones, combinadas con el embargo a la importación impuesto por Turquía, afectaron a las exportaciones rusas de grano a finales de 2024, contribuyendo a su descenso 1.

  • Alrededor del 5% de la cosecha total de grano de Rusia en 2024 procede de los territorios ucranianos ocupados.
  • Cabe señalar que, según los datos de Rosstat, los precios de los alimentos en Rusia aumentaron un 2,60% en diciembre de 2024, y un 11,05% en el conjunto del año (tras una subida del 8,16% en 2023) 2.