Trump y la anexión de Groenlandia: «somos, muy francamente, el depredador dominante»

El 13 de enero, el republicano de Tennessee Andy Ogles presentó un proyecto de ley para «autorizar al Presidente a intentar entablar negociaciones con el Reino de Dinamarca para garantizar la adquisición de Groenlandia por parte de Estados Unidos».

• Poco conocida por el gran público, la iniciativa legislativa de este miembro del Partido Republicano de extrema derecha le ha valido ahora un puesto en los programas de Fox News. Hoy ha defendido su proyecto en términos particularmente crudos, reactivando la noción clave del imperialismo alemán de espacio vital (Lebensraum): «Para algunos, puede parecer una locura, pero Estados Unidos ha estado mirando a Groenlandia durante más de cien años. Estratégicamente, cuando miras su riqueza y recursos y tienes en cuenta la creciente actividad de China y Rusia en estas rutas marítimas, se vuelve importante para Estados Unidos afirmarse diciendo: [Groenlandia] es nuestra puerta de entrada, es nuestra zona de operaciones y somos, muy francamente, el depredador dominante.»
• Donald Trump está notoriamente absorbido por la televisión y por Fox News, canal al que concedió la primera entrevista filmada de su segundo mandato. En 2018, extractos del diario privado de Trump revelaron que las mañanas del presidente, de 8 a 11, estaban todas reservadas para un «Executive Time»: una franja horaria sin reuniones durante la cual Trump ve la televisión, tuitea y hace llamadas telefónicas ¹.

La idea de que Groenlandia sea anexionada por Washington es rechazada por todo el espectro político groenlandés.

• Los cinco partidos que se sientan en el Parlamento de la isla han afirmado sus aspiraciones independentistas, así como la idea que transmiten los comentarios de Trump de que Groenlandia es una «mercancía» en venta.
• Groenlandia es un país constituyente del Reino de Dinamarca, que a su vez es miembro de la OTAN y de la Unión Europea.

Aunque es posible que el texto no llegue a votarse en la Cámara, no deja de ser una prueba de la infusión de la política imperial promovida por Trump en las filas republicanas.

• Esta iniciativa sigue a otro proyecto de ley presentado unos días antes por Marjorie Taylor Greene que quiere rebautizar el Golfo de México como «Golfo de América». El proyecto de ley fue finalmente enterrado, habiendo actuado Trump en su primer día en la Casa Blanca para renombrar el Golfo mediante un decreto presidencial destinado a «RESTAURAR LOS NOMBRES QUE HONRAN LA GRANDEZA AMERICANA».
• El republicano de Dakota del Sur Dusty Johnson, por su parte, presentó junto a otros 15 representantes electos un proyecto de ley para autorizar a Donald Trump a iniciar negociaciones para comprar el Canal de Panamá. Los cofirmantes de los tres proyectos de ley coinciden en gran medida.
• El equilibrio parlamentario en el 119º Congreso deja poco margen para que prospere la propuesta de Ogles. El GOP sólo tiene una estrecha mayoría de dos votos en la Cámara, y la regla del filibuster vigente en el Senado exige que se construya una coalición bipartidista para convertir una propuesta en ley. Es poco probable que los dirigentes republicanos sometan a votación el texto de Ogles. Las próximas semanas deberían dedicarse a avanzar en las prioridades de la agenda de Trump comunicadas a los legisladores republicanos el lunes 20 de enero —la adquisición o anexión de Groenlandia no se menciona—.

La tentación imperial y el ascenso de la derecha del trumpismo

Andy Ogles es miembro del Freedom Caucus de la Cámara de Representantes, un grupo parlamentario situado en la extrema derecha del Partido Republicano que, debido a la escasa mayoría republicana, tiene un peso considerable en las negociaciones.

• Marjorie Taylor Greene, expulsada del HFC en junio de 2023, también adopta una línea radical: apoyó el intento de Trump de impugnar los resultados de las elecciones de 2020, votó el año pasado a favor de la destitución del presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y se ha acercado más a Trump en los últimos meses. En concreto, estuvo bajo la rotonda del Capitolio durante la toma de posesión el 20 de enero.

Trump no necesitaría al Congreso para iniciar negociaciones para comprar Groenlandia a Dinamarca. Al situar su agenda en el centro del juego parlamentario, estos representantes electos pretenden demostrar su lealtad a Trump y a su programa.

• La derrota demócrata en noviembre provocó un desplazamiento a la derecha del baricentro político en comparación con los años del mandato de Biden. Muchos demócratas votaron a favor de la ley Laken Riley, que pretende endurecer la política migratoria del país, y varias figuras destacadas del partido han señalado que están más abiertos a la agenda de Trump.
• Es el caso, en particular, de la política progresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, que a principios de enero afirmó: «La razón por la que creo que los demócratas pierden a menudo las elecciones es que son demasiado reflexivamente antirrepublicanos y no se apoyan lo suficiente en una visión ambiciosa para los estadounidenses de clase trabajadora» ².
• El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo estar «dispuesto a trabajar con Trump para rebautizar el Golfo de México como Golfo de América si trabaja con los demócratas en la reducción de costes» ³.

Los demócratas siguen oponiéndose en gran medida al programa imperial de Donald Trump.

• El líder del partido en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, dijo que «a nosotros [los demócratas electos] no se nos envía a Washington para invadir Groenlandia, cambiar el nombre del Golfo de México o tomar el Canal de Panamá por la fuerza».
• Algunas voces, sin embargo, como la del senador centrista John Fetterman (que asistió a la toma de posesión), se muestran más abiertas al expansionismo reclamado por Trump, considerando la compra de Groenlandia una «conversación responsable» que debería compararse con la Compra de Luisiana de 1803.