Kamala Harris participa hoy en un town hall del condado de Delaware, en Pensilvania (un suburbio del suroeste de Filadelfia). La candidata demócrata, cuyo bando está preocupado por el ligero ascenso de Trump en las encuestas, ha empezado a cambiar su estrategia de campaña en los últimos días para dirigirse a los votantes republicanos, sobre todo a los hombres1.

  • Aunque Trump se negó a participar en un segundo debate televisado contra Harris, previsto inicialmente para el 23 de octubre, la campaña republicana no es menos activa.
  • Hasta el 16 de octubre, Trump había aparecido 28 veces en televisión, frente a las 12 de Harris —que, sin embargo, fue nominada tres semanas después—.
  • En total, el candidato republicano está 2,3 veces más presente en los medios (59 apariciones entre su nominación republicana y el 16 de octubre) que su oponente demócrata (26 apariciones).

La campaña demócrata, que ha dado a su candidata la mitad de presencia en los medios de comunicación, intenta consolidar su base electoral ante el debilitamiento del apoyo de ciertos grupos demográficos. El partido se ha visto afectado recientemente por una oleada de pánico cuando varias encuestas apuntan a una intención de voto históricamente baja entre los hombres afroamericanos.

  • La campaña de Trump, por su parte, apela principalmente a los votantes MAGA que ya son leales a Trump, sin hacer concesiones en su programa.
  • Sobre el terreno, la situación es más sorprendente: el candidato republicano ha celebrado mítines en varios estados azules que seguramente no ganará (California, Colorado, Nueva York, etc.).
  • En Colorado, Trump anunció el lanzamiento de la «Operación Aurora»: un plan para deportar a millones de inmigrantes ilegales durante un potencial segundo mandato.

La literatura científica sobre el tema arroja algo de luz sobre esta elección: John McCain fue el último candidato que hizo campaña en estados que no iba a ganar, en 2008. Según el politólogo de la Universidad de Dayton Christopher Devine, el impacto de las visitas en el voto a nivel de condado es infinitesimal (cercano a 0 para la mayoría de los candidatos, hasta 0,77 puntos por condado visitado para Obama en 2008)2.

  • En lugar de hacer una campaña muy local dirigida a un número limitado de condados, como hacen los demócratas, Trump busca ocupar el mayor espacio mediático nacional posible: un mitin en California proporciona mucha más exposición que en las pequeñas ciudades de los estados rojos.
  • Ocupar el terreno que se considera «ganado» por el otro bando también significa que no se puede abandonar la guerra de narrativas, crucial para la campaña de Trump, sobre todo en lo que respecta a la inmigración.

Según los datos históricos de las encuestas agregados por FiveThirtyEight, Trump ha obtenido tradicionalmente mejores resultados en las últimas semanas de la campaña en 2016 y 20203. Sin embargo, la intención de voto media sigue estando dentro del margen de error, sobre todo en los estados indecisos más favorecidos por ambos bandos en esta campaña: Pensilvania y Carolina del Norte, en particular.

Notas al pie
  1. Jeff Mason y Nandita Bose, « Harris campaign shifts strategy as anxiety rises over Trump gains », Reuters, 17 de octubre de 2024.
  2. Christopher J. Devine, I’m Here to Ask for Your Vote. How Presidential Campaign Visits Influence Voters, Columbia University Press, 2023.
  3. Seth Masket, Trump’s a strong closer, 22 de octubre de 2024.