Con más del 88% de los votos -de los que al menos veinte millones fueron atribuidos artificialmente-, Vladimir Putin ha descartado formalmente cualquier posible desafío a su omnipotencia y, por tanto, a su política bélica. Si los plazos electorales rusos no han pasado de ser un ejercicio de poder sin sentido, el presidente ruso pretende ahora centrar toda su atención en la guerra en Ucrania.

  • En una reunión con los líderes de los grupos representados en la Duma, el martes 19 de marzo, Putin expuso las prioridades de su quinto mandato: «estimular los procesos demográficos», reforzar las capacidades de defensa, «derrotar al nazismo y al fascismo que han arraigado en Ucrania e invaden Europa» y desarrollar la economía1.
  • Al día siguiente, miércoles 20, el ministro de Defensa Sergei Shoigu anunció la creación de dos ejércitos combinados adicionales, 14 divisiones y 16 brigadas para finales de año (potencialmente entre 300.000 y 400.000 hombres)2.
  • Aunque todavía no se ha anunciado ninguna nueva movilización, probablemente será necesario llevar a cabo una nueva gran ofensiva en Ucrania3.

El ejército ucraniano se encuentra en desventaja sobre el terreno, debilitado por la falta de soldados y municiones. Hace más de cinco meses que Joe Biden pidió al Congreso que votara un paquete de 60.000 millones de dólares para financiar la ayuda militar a Ucrania, y sigue bloqueado por la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. Aunque los países europeos han aumentado colectivamente su apoyo a Kiev -en particular con el anuncio de la construcción de fábricas de armas en territorio ucraniano4-, la necesaria aceleración de los ritmos de producción tardará al menos varios meses, si no años, en ser decisiva.

Ante la posibilidad cada vez más plausible de un aumento gradual del apoyo militar e industrial prestado a Ucrania por los europeos, Putin dispone ahora de una ventana de oportunidad para salir del punto muerto y buscar una victoria estratégica.

  • Por primera vez desde el lanzamiento de la «operación militar especial» el 24 de febrero de 2022, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró el viernes 22 de marzo que Rusia se encontraba «en estado de guerra»5.
  • El ejército ucraniano estima que Moscú está entrenando a más de 100.000 soldados que podrían utilizarse para reconstituir ciertas unidades o lanzar una nueva ofensiva a principios del verano6.
  • Sin embargo, algunos observadores ucranianos han destacado las dificultades a las que podría enfrentarse Rusia para equipar, entrenar y desplegar sus «reservas estratégicas» en un plazo limitado7.

Polonia y los servicios de inteligencia daneses, en particular, advierten públicamente de la preparación económica y militar de Rusia para un ataque de uno o varios países de la OTAN ya en 2026 o incluso 20278. Sin embargo, la capacidad de Rusia para entrenar nuevos cazas y aumentar la producción de equipos militares dependerá en gran medida del estado de su economía y de su industria de defensa, que está mostrando muchos signos de debilidad.

Notas al pie
  1. Встреча с лидерами парламентских фракций, Kremlin, 19 de marzo de 2024.
  2. Martin Fornusek, « Shoigu : Russia to form 2 new armies by the end of 2024 », The Kyiv Independant, 21 de marzo de 2024.
  3. Mick Ryan, The War in Ukraine After The Russian Election. Stepping It Up or Dragging It Out ?, 21 de marzo de 2024.
  4. Ania Nussbaum, Michael Nienaber y Natalia Ojewska, « France, Germany to Build Arms Plant in Ukraine as Stakes Rise », Bloomberg, 15 de marzo de 2024.
  5. Vitaly Tsepliaev, « Песков : Россия находится в состоянии войны, каждый должен это понимать », Argoumenty i Fakty, 22 de marzo de 2024.
  6. Alona Maruzenko, « Russians assemble new military formation of over 100,000 soldiers for potential summer offensive », Ukrainska Pravda, 22 de marzo de 2024.
  7. Mensaje Telegram de Zvиздец Мангусту, 21 de marzo de 2024.
  8. Karen Gilchrist, « ‘Alarm bells are ringing’ : Poland’s president says NATO must urgently ramp up defense spending », CNBC, 19 de marzo de 2024.