La industria y la guerra de Putin: deconstruir un mito

La base industrial de defensa de Rusia tras dos años de guerra

Tras dos años de la agresión rusa a gran escala contra Ucrania, el Kremlin declara su capacidad para continuar la guerra todo el tiempo que sea necesario. Definitivamente, los propósitos políticos estratégicos de Rusia siguen siendo los mismos: destruir la condición de Estado de Ucrania, eliminar la cultura ucraniana y destruir el liderazgo mundial y el bienestar de Occidente. Sin embargo, la industria de defensa rusa, más conocida como el complejo militar-industrial, no lo está haciendo tan bien como los dirigentes rusos intentan demostrarlo. En general, apenas puede satisfacer todas las crecientes necesidades de las fuerzas armadas, que sufren pérdidas masivas.

El complejo militar-industrial ruso utiliza tres vías principales para aumentar el suministro de armas. En primer lugar, está restableciendo las tasas de producción en las fábricas que se enfrentaron a una disminución significativa en los años anteriores, en 2020-2021, y aumentando las tasas de producción de las instalaciones que se han puesto en marcha recientemente después de años de inversiones gubernamentales. En pocas palabras, se trata de un típico efecto low-base.¹ En segundo lugar, es la disminución de la exportación de armas lo que permite a Rusia suministrar más a su propio ejército. Sin embargo, la tercera vía, y la principal, es recurrir a las bases de almacenamiento de armas de la era soviética, que se están haciendo operativas mediante procedimientos de restauración y mantenimiento en las fábricas o simplemente se están canibalizando.²

Sin embargo, la escasez de mano de obra y de capital humano en la fabricación de armas, la ineficacia económica básica de las empresas estatales rusas de defensa, que son incapaces de gestionar la inflación permanente de los costos, y la continua dependencia de los componentes y las máquinas importadas impiden que el complejo militar-industrial sea sostenible a largo plazo. Una de las pruebas más claras de esta debilidad fundamental es la creciente dependencia de Rusia de los suministros de municiones, proyectiles de artillería y misiles procedentes de Irán y Corea del Norte.

Gasto militar en 2024-2026

La dinámica del presupuesto de defensa nacional de Rusia sólo tiene en cuenta las fuerzas armadas rusas y las adquisiciones de armas. A pesar de que el presupuesto de defensa nacional no cuenta el gasto en la guardia nacional (Rosgvardia) ni en el servicio de seguridad federal ruso, FSB, que también participan en la guerra y mantienen el régimen ocupacional en los territorios ucranianos capturados y anexionados, es la mayor parte del gasto relacionado con la actividad de combate rusa.

Está claro que el presupuesto de defensa nacional de Rusia en 2022-2023 a precios constantes del rublo era comparable a los gastos de defensa en 2015-2016, cuando Rusia llevó a cabo un programa masivo de adquisición de armas y cubrió las enormes pérdidas netas del complejo militar-industrial ruso, que ascendieron a cientos de miles de millones de rublos. Si tomamos el presupuesto de defensa nacional en dólares estadounidenses, también es visible el papel que desempeña la devaluación del rublo en el presupuesto de defensa nacional de Rusia, teniendo en cuenta el hecho de que la economía rusa depende de los bienes importados. En pocas palabras, el gobierno de Rusia está luchando para equilibrar el presupuesto de defensa nacional, que es como Alicia en el País de las Maravillas, que debe correr más rápido para permanecer en el mismo lugar.

Esta comparación explica por qué el presupuesto de defensa nacional de Rusia está previsto que sea mucho mayor en 2024-2026: Rusia tiene que hacer pagos por los soldados muertos y heridos, que por sí solos contarán con al menos 2 billones de rublos, hacer pagos al personal militar en activo, y hacer pagos para la fabricación de armas y para cubrir las pérdidas de las empresas estatales de defensa. Por supuesto, el aumento del número de las fuerzas armadas rusas, de un millón a principios de 2022 al millón y medio previsto para 2027, también supone un gasto adicional, a pesar de que el número real de las fuerzas armadas rusas puede ser mucho menor.

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Sin embargo, los recursos financieros para aumentar los índices de producción de armas son bastante limitados. Incluso el presupuesto nacional de defensa para 2024-2026 considera que los tipos de cambio dólar-rublo se mantendrán relativamente estables, 90-92 rublos por 1 dólar. Sin embargo, esta estabilidad no está garantizada, y la devaluación adicional del rublo es casi inevitable. Por ejemplo, la creciente emisión de rublos significa inevitablemente altas tasas de inflación monetaria en 2024 y años siguientes. La masa monetaria en Rusia alcanzó los 98.4 billones de rublos en enero de 2024, frente a los 82.4 billones de enero de 2023, los 66.3 billones de enero de 2022 y los 58.65 billones de enero de 2021. Todo ello dificulta aún más los esfuerzos gubernamentales para gestionar el gasto militar.³. Además, las sanciones crean una inflación adicional de costos en el complejo militar-industrial, lo que a su vez dificulta el equilibrio.

Fabricación de armas: tendencias y problemas clave

Moscú sigue luchando por aumentar la fabricación de armas y restablecer el almacenamiento de armamento tras 13 meses de agresión a gran escala contra Ucrania. El índice de producción manufacturera en industrias que implican la fabricación de armas rusas (pero no limitadas por el sector de defensa) en 2017-2023 muestra las siguientes tendencias:⁴

Al mismo tiempo, la cantidad de bienes suministrados por estas industrias y nominados en el índice de rublos difiere ligeramente del índice de fabricación durante el mismo período:

Debido a los retrasos en la entrega de los pedidos de armamento y sistemas militares en 2022, la entrega de estos suministros estaba prevista para finales de febrero de 2023. En resumen, el crecimiento de 2023 se explica en parte por esos retrasos. Además, todos estos índices se contabilizan en rublos, no en unidades. En consecuencia, la dinámica de fabricación aún no puede considerarse suficientemente sostenible debido al importante papel que desempeñan la inflación del rublo, el exceso de reglamentación y la inflexibilidad organizativa que conducen a la inflación de los costos dentro del propio complejo militar-industrial.

Si tomamos los datos disponibles sobre la cantidad física de algunos bienes que se utilizan en las cadenas de suministro de la producción de armas, además de otras industrias, el panorama sería bastante moderado:

Estos datos se ven confirmados por la producción y el consumo de energía eléctrica en Rusia:

Aunque todavía no hay datos disponibles sobre el consumo de energía eléctrica en 2023, no se prevé un aumento importante del consumo de energía eléctrica en el sector industrial ruso. Por lo tanto, los índices de producción de armas tampoco podrían aumentar significativamente. Sin embargo, aún no está claro si la situación cambiará en 2024 o más adelante.

Además, a pesar de que las estadísticas de 2023 pueden considerarse relativamente optimistas, las cuestiones sobre la fabricación de armas siguen siendo un tema urgente para el Kremlin. En este sentido, Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, anunció la creación de un nuevo grupo de supervisores que se encargará del control de la fabricación de armas de alta prioridad. También advirtió públicamente a los directivos de las fábricas de defensa sobre la responsabilidad penal en caso de nuevas violaciones de los contratos de fabricación de armas.⁵ A continuación, Vladimir Putin criticó públicamente al ministro de Industria y Comercio, Denis Manturov, por los retrasos de contratación en la producción de las empresas de aviones militares y civiles.⁶ Además, Mijail Mishustin, primer ministro de Rusia, recibió personalmente la responsabilidad de establecer dos plantas adicionales de reparación de tanques y una planta de reparación de artillería en 2022-2023.⁷ Este tipo de gestión en la fabricación de armamento significa que la industria rusa es completamente inflexible y que son inevitables nuevas vulnerabilidades críticas.

Otro gran reto de la industria militar rusa es vincular la ingeniería inversa con otros programas de I+D. Aunque Rusia tenga acceso de contrabando a las tecnologías occidentales a pesar de las sanciones, no es capaz de reproducirlas con la calidad adecuada. Esta cuestión dista mucho de estar resuelta.⁸ La paradoja es que la tarea de ampliar la fabricación de los modelos de armas existentes y la tarea de ampliar la ingeniería inversa y otros tipos de investigación y desarrollo se contradicen cuando se realizan dentro de las mismas empresas. Como resultado, esas tareas no pueden realizarse en conjunto de forma eficaz.

Los jefes de la industria de defensa rusa, como Sergei Chemezov de la corporación Rostec,⁹ Yuri Borisov de Roscosmos,¹⁰ y Alexei Rakhmanov de United Shipbuilding Corporation (antes de ser destituido en agosto de 2023),¹¹ confirmaron que los esfuerzos por alcanzar un pico en la capacidad de fabricación de armamento dentro de las circunstancias actuales sólo conducían a una inflación de costos y a pérdidas.

Sin embargo, con el fin de alcanzar ese todavía deseable pico de capacidad, se considera inevitable una mayor extensión del modelo administrativo de mando para la fabricación de armas.¹² Aunque, frente a los juegos burocráticos en curso, sólo hay dos formas principales de aumentar la fabricación de armas en Rusia. La primera es intensificar la carga de trabajo de la mano de obra reduciendo el número de fines de semana, días festivos y vacaciones teniendo en cuenta el déficit de ingenieros y trabajadores.¹³ No obstante, persiste el reto de la calidad de las armas y otros equipos militares producidos.¹⁴

La segunda forma de aumentar la fabricación de armas es utilizar las existencias de componentes y materiales que antes se reservaban para la fabricación de armas en 2024-2025. ¹⁵ Tradicionalmente, la industria militar rusa crea tales stocks antes de que comiencen los contratos de armas a largo plazo. En consecuencia, la industria de defensa rusa debería fabricar el mayor número posible de armas en 2023 en lugar de mantener un calendario relativamente equilibrado para 2025. El resultado inmediato sería una mayor inflación de costos con la inevitable perspectiva de un descenso de la producción en los próximos años, lo que significa que la media anual de fabricación de armas o bien no cambiará mucho o bien también disminuirá.

La vuelta al servicio de los carros de combate principales T-54, T-55 y T-62, que fueron retirados de operación durante la década de 1990-2000, así como de los obuses anticuados D-10 y D-20 confirman esta tendencia. Lo mismo puede decirse de las municiones, proyectiles de artillería e incluso misiles que Rusia se vio obligada a importar de Irán y Corea del Norte durante 2023. La cantidad evaluada de esta importación, al menos 300 000 proyectiles de Irán y 1 000 000 de Corea del Norte, es comparable a las tasas evaluadas de producción rusa de proyectiles de artillería, de 1 700 000 a 1 800 000 al año. Esto significa que Rusia se enfrenta a limitaciones internas para aumentar significativamente su propia producción de proyectiles de artillería.¹⁶

Por lo tanto, la industria de defensa rusa está lejos de cualquier forma de sostenibilidad operativa, lo cual significa que el aumento de la fabricación de armas puede ser un problema mucho más difícil para Rusia de lo que demuestran las estadísticas oficiales. No obstante, Rusia cuenta con las bases de almacenamiento de armas de la era soviética.

Los almacenes de armas de la era soviética sí importan

Si se toman los números del Balance Militar que publica anualmente el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) y se comparan los datos respecto a las armas rusas almacenadas en 2022 y en 2024, hay cambios evidentes:

Por supuesto, estas cifras son aproximadas. Además, si el número de un solo tipo y modelo de arma disminuye, esto no significa que las armas hayan pasado a ser operativas o que ya hayan sido canibalizadas. Podrían estar recién entregadas en las fábricas o en algún otro lugar. Sin embargo, el proceso es evidente: Rusia retira las armas de las bases de almacenamiento y no puede volver a acumularlas. La cantidad existente de armas almacenadas sigue siendo suficiente a pesar de que esas armas se han sacado de las bases de almacenamiento y se han puesto en servicio, lo que puede hacer que vuelvan a ser operativas más rápidamente. Sin embargo, los recursos de Rusia no son infinitos y Rusia puede ser finalmente derrotada en la guerra en un futuro previsible.